viernes, 8 de julio de 2011

El escudito


No vamos a pegarle a la Selección. Es demasiado fácil, sería repetirnos, y el Diario As ha dicho todo ya: “Batista conduce el Titanic hacia el iceberg”, tituló. Mejor peguemosle un poco a Olé.
Descendido River, pasaron los días y el pasquín capitalino seguía sin sacar el escudito de River de la sección “Primera”, que ocupa la banda superior del sitio (hoy reemplazada por las banderas de los equipos que participant por Copa América). Por supuesto, las voces enojadas con el medio (voces que por otro lado siguen esperando que medios históricamente alineados y entongados con River y Boca, que ayudan con sus operaciones de prensa, por ejemplo, a empujar a los refuerzos hacia estos equipos –Ervitti, Silva, Orión, operen de modo diferente al que operan habitualmente) no se hicieron esperar: se sabe que el director de Olé es el nefasto Farinella, de opinión absolutamente sesgada y que aún así dicta los contenidos (y sin dudas, este tipo de detalles) de un diario supuestamente nacional, pero claramente capitalino. Después de todo, cuál es el criterio de tener una división según categorías si por capricho van a ordenarlas como quieren?
Se esbozó una defensa de la decisión desde la página, donde se argumentó que dado que River es grande ese era su lugar aunque circunstancialmente fuera diferente, argumento que  no explica por qué River sí y Central no. Y tantas otras cosas, claro. Pero al entrar en la discusión chiquita (que River sí y Central, Huracán, etc. no) el problema se desenfoca en una discusión tribunera sobre la importancia histórica de los equipos. Y, la verdad, no viene en absoluto al caso.
El tema es simple: si Olé quiere dejar el escudito, que cambien el criterio. Siendo el criterio "PRIMERA" y “ASCENSO”, River sencillamente no encaja en Primera porque no es de Primera… Si desean de todos modos que River siga entre la elite, que cambien la etiqueta por "Equipos importantes" o el criterio subjetivo que se les cante, para que así River siga teniendo un espacio mediatico que institucionalmente ha perdido.
Por supuesto, Olé es dueño de su sitio y puede hacer lo que se le cante, que por otro lado no deja de ser un desesperado aferrarse a un estado de cosas que ha cambiado. Sencillamente ha quedado en offside, demasiado en evidencia en su tendencia a favorecer a los grandes y mirar el fútbol desde una lógica aristocrática, capitalina, en absoluto inocente en su apreciación del deporte y absolutamente esclava a la ley única, que es el dinero. Porque más allá de la necesidad sicológica de conservar el orden, de no cambiar las cosas, de mantener a River en la primera categoría, aunque sea de modo pantomímico nomás, la ecuación es simple: si el dinero está en las masas, y las masas son de River y de Boca, hay que seguir dándole manija a estos dos, aunque no tengan un mango, no jueguen copa y uno esté en la B. Es importante cubrirlos como si fueran importantes aún cuando no lo son (y también ayudarlos a conseguir refuerzos, por supuesto), para que los hinchas de River y Boca sigan comprando diarios.

1 comentario:

  1. qué nefasto el farinella!!
    qué onda con lo de orión? lo leí hoy en el diario...

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