miércoles, 27 de julio de 2011

Aftermath

El día en que se blanqueó la presión del Gobierno
Tras la aprobación del proyecto para reformular los torneos, voces de varios dirigentes confirmaron el papel impulsor del Poder Ejecutivo; "La orden vino de arriba", reconoció el presidente de Lanús Por Alejandro Casar González para canchallena

La revolución estructural del fútbol argentino, anunciada anteanoche, se blanqueó durante todo el martes. Lo que era un secreto a voces -que el Gobierno había ejercido presión para aprobar el nuevo formato del torneo de primera, que se fusionará con la B Nacional- se escuchó ayer en boca de los dirigentes que votaron en la reunión del Comité Ejecutivo de la AFA celebrada en Ezeiza. "Grondona nos dijo que no tenía mucho margen para negociar. Fue citado a la Casa de Gobierno para que se implemente ya", contó Nicolás Russo, presidente de Lanús, en TyC Sports.

"El 90 por ciento de los clubes de primera no está de acuerdo con el nuevo campeonato. Muchas veces uno no hace lo que quiere, sino lo que puede. El fútbol es dependiente de los ingresos económicos de la televisión", agregó Russo. La institución del sur bonaerense, sin embargo, apoyó la moción que prevé el estudio del anteproyecto del nuevo torneo y su posterior votación en la asamblea de la AFA, que se realizará el 18 de octubre próximo.

"Esto viene de fuera de la AFA", confesó Julio Baldomar, vicepresidente 2º de Vélez. E ilustró: "Con lo que pasó, descendimos todos los clubes de la A". El presidente de Rosario Central, equipo que se desempeña en la B Nacional, fue aún más allá: "Es una propuesta exclusivamente económica y viene desde el Gobierno", indicó el dirigente en una entrevista con el diario La Capital. El histórico rival de Central, Newell's, fue uno de los que se abstuvieron de emitir su voto. Su presidente, Guillermo Lorente, explicó en TyC Sports las razones de su postura: "Observé cómo Grondona proponía y la gran mayoría aceptaba, creo que las cuatro abstenciones que hubo no es un hecho menor. Yo me siento tranquilo y feliz con la decisión que tomé. Fue lo más prudente", indicó. Otro que no apoyó la medida y también habló fue Roberto Bugallo, máxima autoridad de All Boys: "No me parece bien aprobar esto en una tarde. En esto influyó el descenso de River", aseguró en el canal Todo Noticias. "Además está el tema de seguridad, ya que con esto volverán los hinchas visitantes en muchas canchas de la B Nacional, cuando el Coprosede advirtió que la provincia no está en condiciones de controlar los traslados de las barras por el Gran Buenos Aires", criticó, en diálogo con la agencia Télam.

El presidente de Boca Unidos (Corrientes) se sumó a la ola de dirigentes que confesaron la incidencia del Gobierno, según reflejó la agencia DyN. El máximo dirigente del club correntino reconoció: "Aunque hoy no pasa de ser un proyecto, tiene un aval importante y el 18 de octubre no creo que cambie mucho la situación. Además, según tengo entendido hay una bajada de línea del gobierno nacional por el tema económico". Dos dirigentes, que pidieron anonimato, brindaron aún más detalles: "Hubo absolutamente presión del Gobierno. Meiszner [José Luis] reconoció que el proyecto venía impuesto desde el Gobierno, con el Fútbol para Todos. Además, Meiszner también admitió que tenía mucho que ver el descenso de River. Nos prometieron un aumento de dinero, pero jamás se dijeron cifras. Aún no se aprobó nada, pero descuento que se aprobará a libro cerrado, sin problemas". Para otro dirigente de alto rango en su club, lo que se aprobó a instancias del Gobierno "demuestra que la AFA perdió el control del fútbol argentino".

El vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, fue explícito a la hora de graficar los motivos que llevaron al cambio estructural: "Este quilombo se salvaba si River no descendía", ilustró, en Radio Cooperativa. En esa misma aparición mediática, Cherquis Bialo agregó: "Hay una sociedad del Estado que pone plata para tener los derechos de televisación de los torneos de la AFA. Hay unos clubes que necesitan más dinero por esos derechos de televisión. Y hay un Estado preocupado porque pone 600 millones de pesos ajustables, pero como ocurre normalmente entre el patrocinador, el soporte, el que pone la guita y los que ponen a los protagonistas, ellos quieren a los mejores. Ellos pagan por tener a los mejores", ilustró.

Tras el raid de justificaciones, algo pudo reconstruirse acerca de las negociaciones entre la AFA y el Gobierno para implantar el nuevo campeonato integrado por 38 equipos. El único interlocutor de Balcarce 50 con el que habló Julio Grondona fue Carlos Zannini, el secretario legal y técnico de la Presidencia, que cumple órdenes impartidas por Cristina Fernández de Kirchner. Zannini presionó por el formato nuevo. Y también por la televisación de la B Nacional en esta temporada: la intención de la Casa Rosada es transmitir sí o sí por la televisión pública todos los partidos de River en la segunda categoría. A esta altura, lo único que parece claro es que el Fútbol para Todos dará 14 encuentros por fin de semana -entre jueves y lunes-: diez de primera división y cuatro de la B Nacional, entre los que siempre estará River.

De todas formas, la maniobra orquestada en el Gobierno no surtió el efecto deseado en los hinchas: una encuesta realizada en el sitio canchallena.com arrojó que, sobre 15.149 votos al cierre de esta edición, el 87% se mostró en contra de la reforma de los torneos. El repudio generalizado al nuevo diseño de los campeonatos se multiplicó por las redes sociales y llevó al Gobierno a bajar el pie del acelerador. Tanto que desde la Casa Rosada invocaron a Daniel Vila como quien pergeñó el proyecto que podría aprobarse en forma definitiva en octubre. Y señalaron que Grondona lo llevó adelante porque le soluciona varios problemas. "Ésta no es una idea original nuestra", se defendieron fuentes del gabinete nacional. "Lo impulsa Grondona porque le soluciona muchas cosas: estaba jaqueado por el fracaso en la Copa América, lo había complicado el descenso de River y así tranquiliza al resto de los equipos grandes, que ya no descenderán. El Gobierno convalida lo que pasó, pero no es el impulsor", completaron los informantes oficiales.

La multiplicación de equipos (de 20 a 38) hará que cada fecha del fútbol argentino tenga 19 partidos en lugar de 10, como hasta ahora, por lo que la pauta oficial que inunda las transmisiones del Fútbol para Todos multiplicará su efecto y llegará a muchos más hinchas/votantes. De yapa, y como valor agregado, la jugada del Gobierno le asesta el penúltimo golpe a la estancia del Grupo Clarín en el fútbol. En cuanto se rescinda el contrato para transmitir la B Nacional -que se emite por TyC Sports-, sólo le quedará la B Metropolitana.

Pese al descontento apreciable en el hincha común, el Gobierno no tiene intenciones de poner el freno de mano y desistir del nuevo formato. "No habrá marcha atrás", dijeron cerca de Balcarce 50. Otra fuente, que integra el entorno de la Presidenta, fue elocuente sobre lo que hará el Ejecutivo en caso de que el torneo largo no plazca a los hinchas comunes: "Este Gobierno no tiene marcha atrás. Si rompe la caja de velocidades, la arregla y sigue para adelante".

Las confesiones de Cherquis Bialo

El vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, admitió hoy tácitamente que la televisión estatal tuvo injerencia en el proyecto del nuevo formato del fútbol argentino al señalar que "tiene voz y por lo tanto también determinación". Y, también, aclaró que este nuevo formato se ajusta a la realidad del club de Núñez: "Si River no descendía, esto no se hubiera decidido". 

"Sin televisión no hay fútbol, la televisión paga, compite y se pone de acuerdo al contenido y al valor de ese contenido. Esta televisión tiene voz y por lo tanto también tiene determinación", dijo Cherquis Bialo, en clara alusión al peso que tuvo en el nuevo proyecto el contrato que el estado nacional tiene con la AFA para la televisación de los partidos de Primera División.

Y precisó: "Cualquier empresa que paga quiere ver a los mejores protagonistas, asegurarse que la novela o el unitario está protagonizado por los mejores porque paga para eso, y no está solo condicionada a un resultado deportivo".

"Esto [el nuevo torneo] es para asegurar a todos. Que River y Boca jueguen en Primera, pero también Quilmes, Rosario Central, Racing, San Lorenzo. Así como pueden salir campeón equipos chicos pueden irse al descenso equipos grandes", dijo.

En declaraciones a Radio 10, el vocero de la AFA remarcó que "lo que hay que asegurar, más allá de quien sube o baje, es que los protagonistas principales de los grandes mercados estén en la conversación del espectáculo a ofrecer, porque se paga para ofrecer ese espectáculo".

Y concluyó: "Si estamos intentando generar más recursos para que los clubes sean más fuertes económicamente, para que tengan mayores posibilidades de recuperación y sean más sólidos, y le ofrezcan a la sociedad lo que le ofrecen cultural, política y socialmente, necesitamos un torneo que sea suficientemente atractivo para que el mercado del fútbol siga vivo".


¿Federalización?


El caramelito de la "federalizacion" resulta gracioso (para no llorar) al mínimo análisis: apenas se sumaria el 5% mas de equipos del interior, 8 de 20 ahora, 18 de 40 en el torneo 2012... Es decir: 40% ahora y 45% en un año... muy poco para cambiar todo. 


Lo que queda claro, entonces, es que el cambio tiene motivaciones ulteriores, no se hace para mejorar el futbol (en cuyo caso era muy sencillo sacar los promedios y poner un torneo largo, sin mas): lo dijo Cherquis, sin subtitulos, la gente de la tv (el estado) quiere pagar por tener a los mejores, es decir, River. De paso, claro, duplican el tiempo de aire de la publicidad oficialista.


Los clubes aceptan porque, a pesar de que el traspaso de TyC a Futbol para Todos tuvo como gran atractivo que el caché estatal se usara para borrar las deudas de los clubes con los futbolistas, hoy todos tienen deudas (con casos increibles donde, siendo que AFA saldó las deudas hace dos años, se le debe a jugadores... ¡dos años!). Es un nuevo salvataje, un nuevo parche a una estructura cada vez más al límite, porque las dirigencias, de clubes y AFA, no tienen límites, continúan despilfarrando sin proyecto, endeudándose en euros y pagando en pesos, para ganar alguito ya, en lugar de respetar procesos y tiempos.

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