domingo, 31 de julio de 2011

Djokovic, una vida de película

Creció entre bombardeos en un país en llamas. Superó obstáculos y hoy es el mejor tenista del mundo. Historia de vida del serbio excéntrico, carismático y talentoso, que con humor y obstinación se convirtió en héroe nacional
Por Sebastián Torok para canchallena.com

El olor a pólvora penetraba en las fosas nasales y causaba pánico, náuseas, estremecía el cuerpo. Nadie se animaba a hablar en esa pequeñísima habitación oscura y húmeda; sólo se oían sollozos y algunos rezos en voz baja. Las sirenas aturdían, mientras los aviones de combate sobrevolaban el cielo plomizo y humeante. Las bombas de las fuerzas de la OTAN seguían cayendo, una tras otra, derramando sangre, sacudiendo la tierra, provocando enormes orificios en las casas, en los hospitales, en los palacios, en las almas. La familia Djokovic, como tantas otras en la Belgrado de la antigua Yugoslavia, se acurrucaba en el subsuelo de un edificio desvencijado a esperar que el terror diera un poco de tregua. ¿Adónde escapar? ¿Cómo proteger a los niños? ¿Cómo no estar turbado ante semejante daño? Allí se crió Novak Djokovic, el elástico tenista que se transformó en el número 1 y ya es mucho más que una simple amenaza para la ferocidad de Rafael Nadal y el arte de Roger Federer. Suena increíble que con una infancia tan angustiosa el serbio haya fabricado una personalidad risueña, locuaz. Bailar para olvidar, que le dicen.

El paisaje montañoso de Zvecane, un municipio de la región norte de Kosovo, fue el escenario donde Srdjan Djokovic moldeó un ferviente espíritu de esquiador. Durante muchos años, sus zigzagueos sobre las laderas blanquecinas no sólo lo llevaron a ganar trofeos, sino también a encontrar en ese deporte una manera de subsistir siendo instructor. Conoció a Dijana, una rubia montenegrina que aparentaba danzar con los esquíes en sus pies, y prontamente se enamoraron; al tiempo, juntos se trasladaron al monte Kopaonik, un centro de esquí en los Alpes Dináricos, donde además de disfrutar de la nieve comenzaron a administrar una de las mejores pizzerías y pastelerías de la zona. En esa campiña, exenta de francotiradores y bombardeos, Novak, el primero de los tres hijos varones de la pareja, hizo sus primeras travesuras.

"Aprendí a jugar al tenis antes que a leer y a escribir", describió Djokovic, tiempo después. Y esa frase, de disparatada, no tiene nada. Porque más allá de la influencia que su padre quiso ejercer, el pequeño Nole ni siquiera le prestó atención al esquí y sí encontró en la raqueta una compañía, como si fuera una espada, una protección. A los 4 años, el esmirriado Novak comenzó a golpear pelotitas en las canchas del Partizan Tennis Club, en Belgrado. Hasta que una mañana soleada se presentó ante Jelena Gencic, que había formado a Monica Seles -N° 1 del mundo, ganadora de 9 Grand Slams- y Goran Ivanisevic -llegó a N° 2 y conquistó Wimbledon-. "Nunca olvidaré aquel día. Se acercó a mí con un bolso de tenis con todo lo necesario para un entrenamiento profesional. Yo me interesé por quién se lo había preparado. Me dijo que él mismo. Le pregunté qué quería ser de mayor. Y me contestó muy serio, sin dudarlo: «El número uno del mundo». La misma respuesta que años antes me había dado Seles", rememoró la entrenadora, una suerte de segunda madre de Novak, que era tan obstinado y eléctrico que en los crudos inviernos, mientras no practicaba en la academia de Gencic, jugaba sobre el piso de cemento de una pileta olímpica vacía que durante esa estación no se utilizaba por los altos costos de climatización.

Pronto, con la evolución a la vista de todos, el crecimiento deportivo de Novak se convirtió en el foco de atención familiar. El odio étnico, las escalofriantes sirenas y los bombardeos repentinos prácticamente marcharon en paralelo con una filosofía pacífica que los Djokovic se empeñaban en adoptar. No fue nada fácil, claro. "Siempre digo que de cierta forma el tenis nos salvó la vida a todos", contó Dijana, la madre de Novak, con los ojos humedecidos. Decenas de veces se repitió la situación en aquellos tristes años en Belgrado: niños practicando tenis mientras a la distancia arreciaban los ataques. Nadie quería llorar, pero pocos vencían el temor. "Necesitábamos alguna forma de ponernos de pie, de aislar los pensamientos", narró Djokovic, que el 10 de junio de 1999, al enterarse por radio de que se suspendían las detonaciones, subió corriendo a la terraza de su casa, eufórico y gritando: "¡Nos salvamos, nos salvamos!" Aquel día, con alivio aunque con incertidumbre por lo que vendría políticamente en una región que todavía presentaba edificios en llamas y una economía que se hundía, los padres de Nole entendieron que el futuro de su hijo debía continuar en otro lado. Novak dejó su país, viajó a Munich y se sumó a la academia dirigida por Niki Pilic, un ex tenista croata que se había destacado en los años 70. "Imagínense cómo nos sentimos cuando se fue de casa. Nosotros no éramos millonarios y no podíamos seguirlo. Fue duro", expresó Dijana al diario Ideal, de Granada.

"En aquellos días tuve mucho miedo, nunca sabíamos si las bombas caerían en nuestras casas, en nuestras cabezas... Pasé un cumpleaños llorando porque escuchaba que afuera caían las bombas. Es el período que no queremos recordar. Pero por todo lo que sufrí, hoy valoro la vida mucho más. Igual, yo amo mi país", explicó Djokovic. Luego de su estada en Alemania, practicó en la escuela de Riccardo Piatti, en Torino, hasta que en 2003 se hizo profesional.

LOS CAMBIOS DEL GUASON

Con la velocidad de un lince, Djokovic progresó tanto que hasta la TV nacional serbia se interesó en él cuando era un desconocido. Algunos lo tildaron de niño prodigio. Sus respuestas abrigaban una madurez distintiva. Como cuando lo interrumpieron practicando y le preguntaron cuándo se tomaría un respiro para disfrutar de los juegos de alguien de su edad que fuera normal, no dudó: "Puedo hacerlo por la noche. En el día, me entreno para ser número 1". Una vez inmerso en el circuito, se transformó en una de las joyas precoces. Encontró en el eslovaco Marian Vajda no sólo a un entrenador, sino a un sostén anímico. El público lo amó por sus virtudes tenísticas y por los trofeos que fue acumulando, pero sobre todo por su carisma. Las magistrales y divertidas imitaciones de Nadal, de la rusa Sharapova o de Andy Roddick -con todos los tics correspondientes- motivaron ovaciones en plena pista y luego los videos hicieron furor en Internet. Incluso, aún hay gente que no puede concebir aquella delirante caracterización de Sharapova en pleno estadio central de Flushing Meadows, minutos después de perder su primera final de US Open en tres ajustados sets frente a Federer. "¿De dónde sacó ánimo para bromear?", decían en Nueva York. Claro que no todos los jugadores aceptaron jocosos ser imitados, y Djokovic se ganó el mote de engreído en los vestuarios. Pero el público lo celebró y lo bautizó The Joker (El Guasón, en las series de Batman).

Su arrebato de calidad y osadía lo llevó a ascender rápidamente en el ranking y se ubicó en el centro de la escena. Los flashes lo apuntaron, la fama tocó su puerta. "OK, soy popular y me hago cargo. Mientras me quieran, todo estará bien. Cuando no lo hagan, lo aceptaré", decía Novak, no bien cumplidos los 20 años, despojado de cualquier tipo de mesura en su discurso. A medida que los números de su cuenta bancaria aumentaron, el serbio pasó a ser una suerte de celebridad, se radicó en la glamorosa Montecarlo (hoy sigue allí) y hasta Robert De Niro lo invitó a cenar en el restaurante de comida japonesa que administra en Manhattan. Pero semejante recompensa, que incluyó cuatro títulos en 2008 (uno de ellos, su primer Grand Slam, el Australian Open) y cinco en 2009 (más otras cinco finales), empezó a perder bronces en el camino. Las alergias en primavera (el circuito de ATP se desarrolla mayormente en los meses cálidos de cada país) y la aguda sinusitis que lo obligó a una cirugía lo hicieron retroceder. También fue perjudicial el intento de cambiar el estilo del saque en un momento inoportuno (contrató al norteamericano Todd Martin, pero la sociedad fue un fracaso). No la pasó bien; es más, algunos de sus colegas se mofaban cuando Nole se lamentaba por estar lastimado. "¿Qué le pasa? ¿Tiene gripe aviaria, ántrax, un resfriado común? Por favor, está fingiendo", ironizó Roddick.

Pero aquélla no fue otra de sus actuaciones; en las jornadas calurosas, Djokovic lucía como un pez fuera del agua, con bocanadas desesperantes. Se sospechó que padecía asma, pero tenía el tabique desviado y buscó una solución para poder respirar mejor; probó haciendo yoga junto con su angelical novia Jelena Ristic (una joven serbia estudiante de finanzas) y hasta se animó a diversos ejercicios con una cantante de ópera. También lo perturbaron algunas alteraciones de su vida privada. Dijo haber tocado fondo emocionalmente, pero el martirio fue pasajero y lo elevó. "Hay períodos de crisis que te hacen más fuerte", le contó al diario español El País.

UN AUDAZ EMBAJADOR

El potencial de Djokovic era irrefutable. Pero apretar las clavijas en su disciplina y descubrir que sus alergias se producían por ser celíaco fueron determinantes. Las escaladas en bicicleta por las empinadas calles de Montecarlo fortalecieron su cuerpo. Pero hubo un punto de inflexión. El secreto de Novak fue haberse acercado a mediados de 2010 a Igor Cetojevic, un doctor recibido en la Universidad de Sarajevo y acupunturista, adorador de la medicina tradicional china. Los cambios alimenticios y los consejos orientales que Cetojevic había adoptado en Pekín definitivamente influyeron en la maquinaria del serbio. Un régimen, con menos hidratos y sin pizzas, pastas ni pan, lo ayudó a perder peso y a transformarlo en un tenista fibroso, con extraordinaria flexibilidad, cobertura de la cancha, potente y con recuperaciones cinematográficas (además de tener un revés a dos manos hiriente y ser muy hábil para leer el juego rival). Se adaptó a su nueva raqueta Head. Y los avances resultaron concretos: en diciembre pasado fue el líder de la conquista serbia de la Copa Davis (las calles de Belgrado vivieron un festejo casi sin precedente y el gobierno le entregó al tenista un pasaporte diplomático), y en lo que va del increíble año se mantuvo invicto hasta las semifinales de Roland Garros (cayó ante Federer) y logró 8 títulos; entre ellos, Wimbledon, el más prestigioso de todos. Tal es el furor que causó que el director del Banco Nacional de Serbia está estudiando la posibilidad de ilustrar los billetes de 2000 dinares con el rostro de Djokovic. Varias ex glorias del tenis, como Björn Borg y John McEnroe, se quitaron el sombrero y hasta Federer lo aduló: "Este chico tiene madera para ser número 1 por mucho tiempo tiene un juego completo y mentalmente es muy fuerte".

¿Cómo pudo convertirse abruptamente en el hombre que intimida con ser el dominador del futuro próximo? "La nutrición influye en cómo juego. Importa lo que como y bebo antes de los partidos. Además, algo hizo clic en mi cabeza, en mi vida privada pasaron cosas que me afectaron. El tenis es un deporte muy mental y cuando uno no es estable, pierde la confianza, pierde todo", contó Djokovic, a los 24 años convertido en estrella. Vladimir Petrovic, embajador de Serbia en Washington, dijo a Sports Illustrated: "Novak es la figura más grande de relaciones públicas de nuestro país que jamás hemos tenido. Es la cara positiva de la nueva Serbia democrática". Pese a todo, Nole nunca renegó de sus raíces; se involucró en la sociedad, visitó Kosovo en varias oportunidades y donó mucho dinero para monasterios históricos. Incluso la Iglesia Ortodoxa de Serbia le entregó la más alta distinción, la medalla de Santo Sava. Y es el espejo de los jóvenes en un país que los necesita.

Más allá de sus bufonadas, dice ser un joven común, amante del fútbol y de las películas de acción, que les tiene temor a las alturas y se describe como un romántico. Desde hace un año y medio lo viste Sergio Tacchini, la tradicional marca italiana que lucieron grandes campeones como Jimmy Connors, Pete Sampras y Gabriela Sabatini. Se abrió una cuenta en Twitter (@DjokerNole , con más de 235.000 seguidores), donde es uno de los deportistas top más activos. Y encabezará al rival argentino en las semifinales de la Copa Davis, en septiembre.

"Si la gente me ve entre los grandes, Rafa y Roger, grandioso. Sería un sueño convertirme en leyenda como ellos, como McEnroe, Borg, Sampras, Agassi... pero debo ir de a poco. Intento ser positivo, ya sufrí bastante durante mi infancia. Puedo decir que el tenis me salvó la vida, porque en otro contexto viviría asustado y pensando en las bombas. Pero por suerte todo aquello pasó; no lo olvido, pero pasó. Y ahora quiero divertirme y que mi familia sea feliz."

Novak Djokovic, el joven que resistió valientemente el odio étnico y los bombardeos, y construyó una figura magnética que no tiene techo.

sábado, 30 de julio de 2011

El voto cautivo no está asegurado como antes y Grondona quedaría entre la espada y la pared

Si nada cambia, en noviembre el Gobierno le pedirá a la AFA la implementación del nuevo torneo. Pero los encargados de aprobarlo ya no están tan convencidos de levantar la mano. Grietas K-fútbol. El rol de Zannini. Por Marcelo Rodríguez para Perfil

Los 49 hombres del brazo resorte no quieren dejar desairado a Julio Grondona. De hecho, la Asamblea de Representantes de la AFA no desterraría de su filosofía el “síjulismo”, a pesar de que mantiene diferencias con el formato propuesto. De lo que se duda es si el proyecto de unificar la Primera División con la B Nacional finalmente se concretará. “Hace dos días salía seguro, nadie lo dudaba, como pasa casi siempre en este tipo de encuentros, pero el escenario cambió”, concede ante PERFIL un allegado al presidente de la AFA. Mientras, el Gobierno agudiza la mirada y repiensa las reglas de juego. Sin un plan claro, la salida fue un atajo: pelotazo largo y lejos. Allá, donde las elecciones ya serán parte del pasado y el escenario será totalmente otro, tal vez con la espalda más ancha.

Alta sociedad. “Dios ha sido generoso conmigo. Me ha dado todo cuanto se puede esperar de la vida: salud, hogar, familia, trabajo, vocación y un profundo amor por el juego más bello del mundo: el fútbol. Y el fútbol, también ha sido generoso conmigo: me dio todo. Pero esta pasión siempre me sorprende con algo más. Por ejemplo, este día. Vivir junto a ustedes este día. Un día histórico.” Aquel 20 de agosto de 2009, Grondona estaba convencido de que acababa de ensanchar su espalda. En su afán de golpear al Grupo Clarín, el Gobierno firmaba un contrato de televisación con la AFA bajo al figura de Fútbol para Todos. Por entonces, Aníbal Fernández se hamacaba como un hábil enganche y ensayaba la gran jugada. El jefe de Gabinete era el hombre del Gobierno que tenía la pelota. Otros tiempos.

A Grondona le cambiaron el socio. “El problema es la caja”, le cuenta a este medio una fuente política. Y detalla: “A Aníbal primero le sacaron la Policía, después la pauta publicitaria y ahora, el fútbol”. El hombre que Cristina eligió para que se ponga los botines es Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico. “El que creyó que esto iba a funcionar no sabe nada de fútbol”, infiere un presidente de un club de la B Nacional. Zannini fue el que le marcó la cancha a Don Julio.

Con la mayoría de hinchas en contra del formato de 38 equipos, la medida se tornó, al revés de lo pretendido, en antipopular. Este martes habrá marchas en distintos puntos del país para protestar por los masivos ascensos. Una será en la puerta de la AFA, en el lugar que ya no se impone el “todo pasa”.

Es el sistema, estúpido. Son varios los dirigentes que no comulgan con la idea nodal del posible nuevo campeonato. Sin embargo, son rehenes de la tesorería. El ex presidente de Vélez Raúl Gaméz sostiene: “Es mentira que es AFA rica, clubes pobres; es una frase que mucha gente repite pero que es irreal. Es AFA pobre, clubes pobres”. Se explica: las instituciones le deben a la casa madre del fútbol alrededor de 600 millones de pesos, según el último balance. Y a la vez, la AFA necesitó del rescate financiero del Gobierno, por eso no dudó en soltarle la mano a Tele Red Imagen Sociedad Anónima (Trisa) con respecto a la Primera División.

El poder de Grondona radica en la caja, no en una corte adicta convencida de su política. La liquidez que baja de la televisión es administrado por AFA: Grondona es el que reparte las cartas del mazo. Y el que, a través del “amiguismo”, creó un sistema que condiciona a los clubes. Grafica un dirigente que participa de las reuniones de Viamonte 1366: “Si le borran las deudas a los clubes, ahí se votaría por convicción”. Justo lo que no quiere Grondona.

Ida y vuelta. La idea se instala, después se ve. El mecanismo de AFA es largar a los micrófonos lo prefabricado; si las críticas no provocan el derrumbe, entonces se avanza. “La temperartura social será clave”, opina el presidente de un club de la A.
Luego del impacto mediático, el secretario ejecutivo José Luis Meiszner se anticipó al Gobierno, que es el que maneja el juego, y eligió la pelota parada. Después del amago, el tiro más largo del mundo se producirá en noviembre, cuando las elecciones presidenciales hayan pasado y los ánimos de los hinchas estén, eventualmente, más calmos. Además, Grondona pretende asegurar el 18 de octubre (cinco días antes de los comicios nacionales) su reelección y que se apruebe la Memoria y Balance.

¿Y la plata? La versión que se instaló es que los 38 clubes que pasarían a ser la elite del fútbol argentino recibirían 1.200 millones de pesos (el doble de lo que reciben hoy) de parte de Fútbol para Todos. Pura especulación. No hay cifras oficiales previstas, si es que se produce la reconfiguración del torneo principal. Es más, algunos dan vuelta la ecuación: “No sólo que no hubo tal ofrecimiento, sino que el Gobierno sugirió que haya cambios sin hablar de montos. La AFA no está es condiciones de decir que no. Incluso Grondona ruega para que desde arriba no le estiren los plazos de pago, porque tendría un problema”, aporta la misma fuente que se permite dudar de la aprobación del proyecto.

Hasta ahora, la certeza es que nada es como parece. El martes, si hay reunión de Comité Ejecutivo, se fijarán las condiciones para la temporada que está por comenzar. Lo demás, son garabatos de un guión que todavía no está escrito.

El Príncipe

Por Pep para La Redó

El Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona, efectuó declaraciones por primera vez desde el anuncio de la posible instauración de un nuevo megatorneo. Otra vez mostró cuán larga la tiene (?).


Si Nicolás Maquiavelo hubiese vivido en estos tiempos probablmente no le hubiese dedicado su obra más importante, “El Príncipe“, a Lorenzo de Médicis, sino a Julio Humberto Grondona. Lo que es seguro es que el Presidente de AFA se conoce al dedillo los consejos que el italiano escribió hace cinco siglos.

Maquiavelo sugería que el príncipe debe ser amado y temido simultáneamente, pero como es raro que puedan darse ambas circunstancias a la vez es mejor ser temido que amado. Y JHG actúa en consecuencia.

Tras el anuncio del megatorneo como un hecho ya decidido, de las declaraciones del vocero de AFA, Ernesto Cherquis Bialo, quien manifestó que tal decisión se encontraba condicionada por el descenso de River Plate, y de que el mismo Cherquis anunciara que habían existido presiones del Gobierno Nacional en tal sentido, Grondona salió a marcar la cancha.

Desmintió todo lo que dijo Cherquis, dijo que River no tiene nada que ver con el tema, y que en 32 años jamás aceptó presiones gubernamentales.

Asimismo, ayer por la tarde AFA emitió un comunicado en estos términos:

1) Lo resuelto el último lunes por el Comité Ejecutivo, respecto de una propuesta de nuevo Campeonato de Primera División 2012-2013, será puesto a consideración de una Asamblea que habrá de celebrarse a ese efecto antes de la finalización del año 2011. Así lo resolvieron los Señores Miembros del Comité Ejecutivo por 22 votos a favor, 4 abstenciones y 1 ausencia.

2) Hasta 30 días antes, este Proyecto admitirá la consideración formal de aspectos que no hacen al fondo de su contenido.

3) La AFA no recibió ningún tipo de requerimiento, oficial, privado, empresarial o político para proponer un nuevo orden en la disputa de sus campeonatos.

4) Se recuerda que solo el Fútbol podrá enmendar, modificar o reformular sus Torneos a través de una Honorable Asamblea, que resulta su órgano obligatorio, democrático y soberano, con prescindencia absoluta de cualquier interés ajeno al fútbol.

En ESPN Radio Rivadavia, el propio Grondona ratificó esa comunicación y aclaró que la decisión final sobre la instauración del Argentinazo será evaluada en Asamblea, y que la misma se realizaría después de Octubre de este año, probablemente en Noviembre.

¿Qué tiene de trascendente que sea después de Octubre esa Asamblea? Que en ese mes hay dos elecciones de importancia al respecto, la primera en la propia AFA, es decir, Grondona buscará su reelección sin haber definido el tema aún, con lo que por un lado tendrá atados a los que podrían verse beneficiados con la medida o estén interesados en su aplicación, y por otro podrá argumentar que no quiere tomar una decisión de tamaña importancia sin saber si sigue, y que además decide la Asamblea. En otras palabras, podrá jactarse de ser democrático y respetuoso de la institucionalidad.

Pero en Octubre también son las elecciones presidenciales en la Nación. Grondona ratificó el agradecimiento a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el Fútbol para Todos, pero señaló reiteradamente que el Gobierno no se mete en los campeonatos. Haya existido o no el pedido, después de las elecciones, gane quien gane, Grondona podrá sentarse a hablar de nuevo llegado el caso, con quien sea, y en otra posición de fuerza, porque ya habrá obtenido otro mandato.

El ex presidente de Arsenal de Sarandí e Independiente aseguró que los torneos de Primera División y de la Primera B Nacional arrancarán tal cual se jugaron los anteriores, y que tal vez haya cambios, pero que se jugarán así. Tampoco desaparecerán por el momento los promedios y las promociones. O sea, todo sigue igual, y después se verá. Lo que sí confirmó es que la televisación de la A seguiría siendo gratuita -where is available (?)-, y que también el Nacional B será televisado del mismo modo, por las buenas o por juicio.

Tal como se dijo en su momento, cuando parecía que el megasuperarchitorneo era un hecho, Grondona no había dicho nada al respecto, por lo que debía tomarse con pinzas el que fuera un hecho ya consumado la decisión. Y parece que a Grondona mucho no le gusta la idea….

Cuatro grandes decisiones ha tomado Grondona como presidente de AFA, y en todas se aseguraba grandes ganancias, a la vez que se aseguraba tener un “argumento objetivo” para defender la situación. Se exponen las mismas en orden cronológico

* La (re)instauración de promedios en 1983, tras el descenso de San Lorenzo. Lo que buscó ahí AFA (Grondona) fue evitar que otro grande descendiera. Le falló el primer año porque River se salvó de ese modo, pero Racing descendió por esa vía. Las excusas, no obstante, fueron dos, que de ese modo se castigaban tres temporadas malas (o mediocres) y no una, es decir, se daba posibilidad de enmendarse; y por el otro que se reducía la posibilidad de arreglar partidos, ya que los puntos regalados en un torneo se podían pagar muy caros un par de años después.

* Eliminación del Nacional y creación del Nacional B. En 1967 se disputó por primera vez el Torneo Nacional. Con esa reforma, fogoneada por Valentín Suárez, se buscó dar mayor participación a los equipos del interior. Salvo Talleres de Córdoba, y en menor medida Instituto y Racing, también de Córdoba, y San Martín y Atlético de Tucumán, la mayoría de los clubes indirectamente afiliados no pudo hacer demasiado pie en esos torneos. En los últimos años debían gastar grandes sumas de dinero para armar equipos medianamente competitivos que podían quedar fuera del campeonato a los 6 u 8 partidos. O bien asegurar las cuentas y pasar papelones en cancha.

En 1986 se instauró el Nacional B, en reemplazo de esos viejos Nacionales. Los equipos del interior podrían ingresar al “fútbol AFA” en segunda división, en campeonatos largos, y desde ahí llegar a la A. De ese modo se le daba a esos clubes la posibilidad de proyectar a largo plazo y en busca de un premio mayor, jugar en Primera propiamente dicha. Ese fue el argumento, y Grondona además obtuvo el apoyo de los equipos del interior que tenían una mejor chance por delante.

* Torneos Cortos. A fines de la década del 80 y principios de la del 90 varios equipos grandes llevaban unos cuantos años sin campeonar. La eliminación del Nacional había dejado un único torneo en el cual consagrarse campeón, por lo que más dificil se hacía conseguirlo. La aparición de los torneos Apertura yClausura (en realidad dos medios torneos) permitía tener dos “medio campeones” por año futbolístico, pero computándose un título “full” para cada ganador. Tras un primer año en el cual se jugó una final para definir un único campeón se cambió al modelo actual, en el que 19 fechas bastan para obtener un campeonato.

Obviamente no sólo los grandes que en ese momento estaban en la mala se vieron beneficiados, sino también algunos clubes medianos o chicos que pudieron llegar a campeonar con planteles más cortos. Ese, el de ampliar las posibilidades de consagrarse a más equipos, fue uno de los argumentos dados para el cambio. El otro fue que de ese modo se aseguraban campeonatos más “competitivos y emocionantes” ya que se evitaba el riesgo de un equipo sacando 20 puntos de ventaja.

* Televisación. El último gran cambio durante el Grondonato. Durante más de 20 años AFA y Torneos y Competencia fueron culo y calzón (?). La empresa dueña de los derechos televisivos fogoneó la implementación de torneos cortos (más partidos “importantes” para vender), estableció el fútbol codificado, obligando a quienes querían ver los partidos más relevantes de cada fecha a pagar extra por hacerlo, e incluso llegó a ser quien armaba los fixtures para asegurarse un codificado bueno por fecha al menos. La relación entre AFA y Torneos fue casi idílica, y una de las empresas del mismo grupo fue quien le dio el nombre al último campeonato en que existió el vínculo.

A mediados de 2009 los clubes presionaban por un aumento en los ingresos por televisación del fútbol. Torneos, como siempre había hecho, se mostraba reticente a largar más plata. La estrategia le había funcionado durante años, ya que el contrato era con AFA, y Grondona se aseguraría de que todo siguiera igual. Unas cuantas migajas más cada tanto, y a otra cosa.

Lo que no vió, o al menos minimizó, “el Socio” es que las circunstancias habían cambiado. El Gobierno Nacional tenía en esos momentos (y aún ahora) como gran enemigo al Grupo Clarín, que en definitiva era quien poseía los derechos de televisación del fútbol. Quitárselos era una gran victoria táctica para el kirchnerismo, que presto diagramó el programa Fútbol para Todos ofreciéndole a AFA, y por ende a los clubes, el reparto de una torta mucho más grande, con la condición de que los partidos fuesen emitidos por televisión abierta, es decir, gratis. Grondona, que veía a los directivos de cada institución sedientos de guita y/o sangre, aceptó el convite. Quilombo, suspensión del inicio del campeonato y televisación estatal.

Los argumentos en este caso están más frescos, terminar con el monopolio explotador que “se la quedaba toda” y al mismo tiempo darle el fútbol gratis (o sin pagar extra en algunos lados, según disponibilidad de los canales abiertos) al pueblo. La ganancia estaba clara, más plata, agradecimiento de los clubes, ruptura con el grupo que pretendía tenerla más larga que Don Julio, y favor gubernamental para asegurarse una vejez tranquila.

Julio Humberto Grondona puede ser muchas cosas, pero si hay una que no es, es ser un boludo. Cada una de las decisiones importantes que se tomaron durante su reinado tuvieron más pros que contra, no sólo en cantidad, sino en calidad. No va a hacer semejante movida con el megatorneo si no le asegura un ganancia extraordinaria. Y no se la asegura, por el descontento popular, y porque no le hace falta. Siguiendo así está bien, máxime que también se televisará el Nacional B por el Fútbol para Todos.

No descarta cambios, del mismo modo que un jugador de poker no dice que está bluffeando. Incluso se permite hablar de ciertas ideas madre (no más de 38 partidos por equipo, no más de 38 equipos, etc.), pero no da un sólo dato certero y concreto, y se ocupa de aclarar que él no es quien definirá la cuestión.

¿River? Ya volverá, y si no vuelve algo se inventará, pero que no sea tan evidente. Si algo no le gusta a Grondona es ser burdo, si decide algo, aunque sea una cosa, debe parecer otra. ¿El federalismo? Ya está cubierto con el Nacional B, record de equipos del interior en Primera y la nueva Copa Argentina.

Grondona deja todo finalmente en manos de la Asamblea de AFA. “El no decide”, lo hace un órgano colegiado, integrado por autoridades de clubes, que tal vez en su fuero íntimo no amen demasiado a Don Julio, como lo llaman, pero que le deben muchos favores, y que saben que a sus 80 años aún les saca una cuadra en 3 segundos, y por eso le tienen un respeto rayano en el temor a veces.

Amar y ser temido al mismo tiempo, pero de última ser sólo temido. Lo dijo Maquiavelo, lo sabe y lo aplica Grondona.

jueves, 28 de julio de 2011

Las ruinas

Por E. Fernández Moores para canchallena

"Onde a Arena vai mal, mais um clube no nacional. E onde a Arena vai bem, mais um clube também". La ironía era aplicada para Arena, un partido conservador creado en 1964 en Brasil para apoyar a la dictadura militar. "Donde a Arena la va mal", acordaron los militares y los dirigentes del fútbol, "se incluirá un equipo más en el Nacional". Y "donde le va bien, otro equipo también". En 1979, el campeonato llegó a la cifra ridícula de 94 equipos. El Brasileirao tiene hoy 20 equipos, pero Río de Janeiro celebra este domingo otro gigantismo del fútbol. El sorteo de las eliminatorias del Mundial 2014 que, según un estudio reciente del Senado, costará al país unos 40.000 millones de dólares, 10.000 millones más que los tres últimos Mundiales juntos. Presidente del Comité Organizador del Mundial es Ricardo Teixeira, titular también de la Confederación Brasileña de Fútbol. "La CBF es una entidad privada. ¿Qué carajo tienen que ver las personas con sus cuentas?". Teixeira, acosado por denuncias de corrupción, lo dijo furioso a la revista Piauí. Brasil construirá 12 estadios nuevos con créditos públicos. Sólo la remodelación del Maracaná costará unos 650 millones de dólares. Y Brasil, después de la caída de su selección en cuartos de final de la Copa América, no quiere un "Maracanazo II".

El Maracanazo de 1950 fue provocado por un Uruguay que había designado DT apenas 15 días antes del Mundial. La hazaña fue vista casi exclusivamente como un canto a la garra charrúa, capaz de silenciar a 200.000 brasileños que habían ido a su fiesta. El relato histórico eligió privilegiar la personalidad del gran capitán Obdulio Varela, el Negro Jefe, a la calidad de Juan Alberto Schiaffino, El Pepe. Se habló más del gesto del Negro Jefe de protestar un offside tras el primer gol de Brasil para enfriar el partido antes que del gol de Alcides Ghiggia. Más valiosa, en rigor, fue la arenga en el túnel camino al campo. "Los de afuera son de palo", gritó Obdulio a sus compañeros, después de que un dirigente uruguayo dijo en el vestuario que había que conformarse con una derrota digna. Lo mejor fue a la noche. Cuando evitó festejar junto con los dirigentes y se fue a beber con el pueblo lastimado de Brasil.

Mulato, pobre, cuidacoches y canillita, Obdulio vivió un año clave en 1944. Peñarol lo sancionó por faltar "a la primera clase de capacidad para poder actuar como capitán". Tras nueva suspensión y multa, el presidente Constante Turturiello lo convenció para que se internara dos meses en la Colonia Etchepare para un tratamiento contra el alcoholismo. Una tarde, como hacía en la concentración con cada uno de los juveniles, el Negro Jefe llamó al argentino Juan Eduardo Hohberg antes de un clásico contra Nacional. "En los primeros cinco minutos, Tejera va a tratar de saber quién es usted, lo golpeará para probarlo y ver si aguanta. Después yo agarro una pelota y se la doy dividida. Usted sabe lo que tiene que hacer". En otra increpó al Pepe Schiaffino después de un partido porque no corría. "Yo corro, pero vos dámela al pie como te la doy yo", respondió El Pepe, un artista. El relato del Maracanazo se quedó sólo con la garra.

Uruguay cometió en la final del '50 la mitad de faltas que Brasil. "Pero nos hicieron creer que habíamos ganado porque éramos más hombres. Que ellos se habían asustado", contó hace poco Oscar Washington Tabarez, DT de la selección uruguaya que el domingo pasado ganó la Copa América. El Maestro dedicó la conquista a los DT uruguayos ganadores de las catorce Copas Américas anteriores. Como todos los uruguayos, está orgulloso de la historia del fútbol celeste y de la hazaña de 1950, al punto que regaló a sus jugadores la biografía de Obdulio. Pero después del Maracanazo, dice Tabárez, Uruguay "ya no iba a jugar al fútbol", sino a guapear, "a soñar con la hazaña". El fútbol como "espacio épico" y "la nostalgia como la gran enfermedad nacional", me dijo hace unos meses el historiador uruguayo Gerardo Caetano. El Maracanazo "como jodida tentación para dormir el sueño de la eterna nostalgia, que es más cómodo que la esperanza", me dice ahora Eduardo Galeano. "Con Tabárez -agrega el escritor uruguayo- se inició el cambio. Había que recuperar esa memoria, como puerto de partida y no como ancla que te ata al pasado". Tabárez previno el otro día contra los que descuentan la clasificación y anticipan que Uruguay dará el Maracanazo II en el próximo Mundial de Brasil. El Maestro recuerda como nadie que en setiembre de 2009, tras una derrota contra Perú, acaso esa misma prensa se precipitaba anunciando la séptima ausencia de Uruguay en un Mundial en medio siglo. La Asociación Uruguaya de Fútbol ("Asociación Uruguaya del Fraude", se burlaban los hinchas), que tuvo cuatro presidentes en un año, regaló entradas para el partido siguiente ante Colombia ante el temor de un Centenario semivacío. Uruguay terminó ganando su boleto mundialista con un sufrido empate 1-1 contra Costa Rica en el Centenario.

Tabárez debió enfrentarse otra vez con un sector del periodismo en pleno Mundial de Sudáfrica. "El contenedor de la esquina está lleno de periodismo basura", dijo en respuesta a rumores de que estaba enfrentado con el zaguero Martín Cáceres. Tomó la frase de un artículo que había leído del ex basquetbolista Horacio "Tato" López, a quien llamó desde Sudáfrica para agradecerle. "A través de los medios se puede inventar que hay donde no hay", sintetizó el Tato en el libro "La fiesta inolvidable", pos Mundial. Tabárez sabe que nada se antepone al equipo. Utilizó un pensamiento de Carlos Marx para explicar en un programa de la TV uruguaya el sentido de la palabra "nosotros". "Si usted le pide un plus a un jugador, él lo hace sólo si tiene un significado", contó el domingo en River. "Nosotros somos el reflejo del país. No es el país el reflejo de nosotros". Lo dice el capitán Diego Lugano en el libro "Vamos que vamos. Un equipo. Un país", de Ana Laura Lissardy, parte de cuya recaudación va para Fundación Celeste, un proyecto creado por los 23 "campeones" de Sudáfrica, para ayudar a niños a través del fútbol. Tabárez, tan consciente de las limitaciones de Uruguay como de su trabajo, dijo algo más: "Yo no inventé nada: sólo observé el proyecto de Pekerman".

Ese proyecto, se sabe, fue corrido para darle espacio a la llamada "Generación del 86". El Mundial del ?78 rompió el mito de que éramos los mejores sin haber sido jamás campeones. Y el del '86, sin las ventajas del local, y con Diego Maradona, fue la cumbre. Tres meses antes del Mundial, la Argentina había perdido amistosos contra Francia y Noruega. "Ché, ¿cuándo vas a echar a Bilardo? ¿Por qué no le das el raje, que es un desastre? Toda la gente lo putea". El entonces presidente Raúl Alfonsín se lo dijo a Rodolfo "Michingo" O'Reilly, secretario de Deportes del gobierno radical, en un asado en la quinta de Enrique "Coti" Nosiglia. Un altísimo dirigente de la AFA aseguró off the record a la agencia DyN que expondría su disconformismo con Bilardo en el Comité Ejecutivo. Desde Zurich, Julio Grondona respaldó al DT. "Si se va Bilardo me voy yo", advirtió también Diego. "¡El gobierno quería voltear a Bilardo!", contó años más tarde Maradona en su libro "Yo soy el Diego". Cuatro meses después del frustrado golpe, la Argentina fue campeona mundial en México.

En la jungla del fútbol, se sabe, una pelota en un poste, un gol en el último minuto o un simple penal mal ejecutado pueden liquidar buenos proyectos o tapar mentiras. Lo sabe la propia selección del '86, que casi se queda sin viajar a México. Grondona fue importante en las dos conquistas mundialistas. Antes de él, los 30 presidentes que lo precedieron en la AFA tuvieron una duración media de un año y cinco meses. El lleva 32 años. El Grupo Clarín, la FIFA, los clubes y todos los gobiernos de turno fueron, cada uno en su momento, y con buenas o malas intenciones, socios principales del despropósito. Ahora, inevitable en la debacle, se designan o se echan técnicos de selección de la nada. Y se digitan ascensos que irritan hasta a los supuestos hinchas beneficiados. Ellos no saben del negocio, pero sí quieren ganar o perder en la cancha. Porque los que deciden desde un escritorio están arruinando al fútbol.

Política y plata hieren de muerte al fútbol argentino


Por Juan Pablo Varsky para canchallena
Pensé que era una bomba de humo. Pusimos "Smoke on the Water" en la radio, a modo sarcástico. Pero la primicia de la revista Veintitrés (perdón y chapeau) se convirtió en noticia: campeonato largo de 38 equipos, sin promedios, con regreso del público visitante, nacional, popular y federal. El vocero de la AFA, Cherquis Bialo, admitió que el descenso de River había sido motivo fundamental de esta reformulación. "La televisión paga por ver a los mejores", dijo sin subtítulos. El presidente de Lanús, Nicolás Russo, blanqueó la presión del Gobierno: "La AFA fue citada en Casa Rosada. Les explicaron el proyecto. Era aprobarlo o no...". Dueño de los derechos de TV a partir del programa Fútbol para Todos, el Estado decidió intervenir en la estructura de la competición con el objetivo de eliminar la B Nacional, potenciada por los descensos de River, Gimnasia, Huracán y Quilmes, cuatro equipos del área metropolitana. Los derechos de este torneo pertenecen a TSC, la sociedad entre Torneos y Competencias y el Grupo Clarín, que perdería el principal activo de su programación.

Causa o efecto del cambio, ahí hay un objetivo claro. La temporada 11-12 de la segunda división tendrá paridad entre conjuntos de Capital/Gran Buenos Aires y de provincias, diez de cada grupo. Sin cuatro de sus clásicos (Boca, San Lorenzo, Newell's y Estudiantes no tienen a su rival de siempre), la Primera "unitaria" presenta un elenco de doce equipos metropolitanos y ocho de provincias. Esta foto refuta la teoría del "federalismo". Doce distritos seguirían sin pertenecer a la elite. La kermés de 38 beneficia a los grandes que, con promedios bajos, pelearían por la permanencia. Boca, San Lorenzo y Racing no mirarán otra tabla. No se favorece a River, que ya pasó por el drama deportivo del descenso y jugará una temporada en la B. Al contrario, se lo humilla, se le niega el derecho de ganarse el ascenso en la cancha y con el título, como muchos hinchas han expresado. Resulta valioso ese sentimiento, multiplicado en aficionados de otros equipos del ascenso, de no aceptar la dádiva y seguir creyendo en el mérito deportivo. El Gobierno debería registrar este enfático rechazo popular hacia el proyecto.

Una vez más, Grondona logró domesticar a los dirigentes con el argumento del dinero. El Estado le debe a la AFA 305 millones en concepto de ajuste por inflación del abono de cable por los dos primeros años de Fútbol para Todos. Ese monto y el negocio de un contrato más importante, que duplicaría el actual, fueron suficientes para la aprobación sin votos en contra. A pesar de haber arrancado sin deudas con los futbolistas en 2009, la mayoría de los clubes ya tiene sus cuentas en rojo. La kermés no promueve la excelencia: más que decretar el ascenso de 18 equipos, hace descender a 20. La FIFA recomienda campeonatos de entre 16 y 20, pero no prohíbe ningún experimento. Simultáneamente, hace su ingreso el canal AFA TV, un proyecto que apunta en el largo plazo a la distribución y comercialización del propio producto, sin depender del contexto político/mediático. Además de difundir contenidos institucionales y sin espacio en otros canales deportivos, podrá transmitir algunos de los 19 partidos de cada fecha, ya que no habrá lugar para todo el programa de encuentros en la televisión abierta. Con su video promocional recientemente subido a Internet, la señal necesita entrar en la grilla de operadores pagos como Cablevisión o DirecTV para ser negocio rentable. Si no, no pasará de la pantalla YouTube.

En octubre, se votará en Asamblea. Desnaturaliza la competencia. No fomenta ni el desarrollo de clubes ni la formación de jugadores. Es política y plata. Hiere de muerte al fútbol argentino. Grondona, los dirigentes de los clubes y el Gobierno aún están a tiempo de evitar semejante esperpento. Todavía pueden convertir esta impactante noticia en una simple bomba de humo.

miércoles, 27 de julio de 2011

Aftermath

El día en que se blanqueó la presión del Gobierno
Tras la aprobación del proyecto para reformular los torneos, voces de varios dirigentes confirmaron el papel impulsor del Poder Ejecutivo; "La orden vino de arriba", reconoció el presidente de Lanús Por Alejandro Casar González para canchallena

La revolución estructural del fútbol argentino, anunciada anteanoche, se blanqueó durante todo el martes. Lo que era un secreto a voces -que el Gobierno había ejercido presión para aprobar el nuevo formato del torneo de primera, que se fusionará con la B Nacional- se escuchó ayer en boca de los dirigentes que votaron en la reunión del Comité Ejecutivo de la AFA celebrada en Ezeiza. "Grondona nos dijo que no tenía mucho margen para negociar. Fue citado a la Casa de Gobierno para que se implemente ya", contó Nicolás Russo, presidente de Lanús, en TyC Sports.

"El 90 por ciento de los clubes de primera no está de acuerdo con el nuevo campeonato. Muchas veces uno no hace lo que quiere, sino lo que puede. El fútbol es dependiente de los ingresos económicos de la televisión", agregó Russo. La institución del sur bonaerense, sin embargo, apoyó la moción que prevé el estudio del anteproyecto del nuevo torneo y su posterior votación en la asamblea de la AFA, que se realizará el 18 de octubre próximo.

"Esto viene de fuera de la AFA", confesó Julio Baldomar, vicepresidente 2º de Vélez. E ilustró: "Con lo que pasó, descendimos todos los clubes de la A". El presidente de Rosario Central, equipo que se desempeña en la B Nacional, fue aún más allá: "Es una propuesta exclusivamente económica y viene desde el Gobierno", indicó el dirigente en una entrevista con el diario La Capital. El histórico rival de Central, Newell's, fue uno de los que se abstuvieron de emitir su voto. Su presidente, Guillermo Lorente, explicó en TyC Sports las razones de su postura: "Observé cómo Grondona proponía y la gran mayoría aceptaba, creo que las cuatro abstenciones que hubo no es un hecho menor. Yo me siento tranquilo y feliz con la decisión que tomé. Fue lo más prudente", indicó. Otro que no apoyó la medida y también habló fue Roberto Bugallo, máxima autoridad de All Boys: "No me parece bien aprobar esto en una tarde. En esto influyó el descenso de River", aseguró en el canal Todo Noticias. "Además está el tema de seguridad, ya que con esto volverán los hinchas visitantes en muchas canchas de la B Nacional, cuando el Coprosede advirtió que la provincia no está en condiciones de controlar los traslados de las barras por el Gran Buenos Aires", criticó, en diálogo con la agencia Télam.

El presidente de Boca Unidos (Corrientes) se sumó a la ola de dirigentes que confesaron la incidencia del Gobierno, según reflejó la agencia DyN. El máximo dirigente del club correntino reconoció: "Aunque hoy no pasa de ser un proyecto, tiene un aval importante y el 18 de octubre no creo que cambie mucho la situación. Además, según tengo entendido hay una bajada de línea del gobierno nacional por el tema económico". Dos dirigentes, que pidieron anonimato, brindaron aún más detalles: "Hubo absolutamente presión del Gobierno. Meiszner [José Luis] reconoció que el proyecto venía impuesto desde el Gobierno, con el Fútbol para Todos. Además, Meiszner también admitió que tenía mucho que ver el descenso de River. Nos prometieron un aumento de dinero, pero jamás se dijeron cifras. Aún no se aprobó nada, pero descuento que se aprobará a libro cerrado, sin problemas". Para otro dirigente de alto rango en su club, lo que se aprobó a instancias del Gobierno "demuestra que la AFA perdió el control del fútbol argentino".

El vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, fue explícito a la hora de graficar los motivos que llevaron al cambio estructural: "Este quilombo se salvaba si River no descendía", ilustró, en Radio Cooperativa. En esa misma aparición mediática, Cherquis Bialo agregó: "Hay una sociedad del Estado que pone plata para tener los derechos de televisación de los torneos de la AFA. Hay unos clubes que necesitan más dinero por esos derechos de televisión. Y hay un Estado preocupado porque pone 600 millones de pesos ajustables, pero como ocurre normalmente entre el patrocinador, el soporte, el que pone la guita y los que ponen a los protagonistas, ellos quieren a los mejores. Ellos pagan por tener a los mejores", ilustró.

Tras el raid de justificaciones, algo pudo reconstruirse acerca de las negociaciones entre la AFA y el Gobierno para implantar el nuevo campeonato integrado por 38 equipos. El único interlocutor de Balcarce 50 con el que habló Julio Grondona fue Carlos Zannini, el secretario legal y técnico de la Presidencia, que cumple órdenes impartidas por Cristina Fernández de Kirchner. Zannini presionó por el formato nuevo. Y también por la televisación de la B Nacional en esta temporada: la intención de la Casa Rosada es transmitir sí o sí por la televisión pública todos los partidos de River en la segunda categoría. A esta altura, lo único que parece claro es que el Fútbol para Todos dará 14 encuentros por fin de semana -entre jueves y lunes-: diez de primera división y cuatro de la B Nacional, entre los que siempre estará River.

De todas formas, la maniobra orquestada en el Gobierno no surtió el efecto deseado en los hinchas: una encuesta realizada en el sitio canchallena.com arrojó que, sobre 15.149 votos al cierre de esta edición, el 87% se mostró en contra de la reforma de los torneos. El repudio generalizado al nuevo diseño de los campeonatos se multiplicó por las redes sociales y llevó al Gobierno a bajar el pie del acelerador. Tanto que desde la Casa Rosada invocaron a Daniel Vila como quien pergeñó el proyecto que podría aprobarse en forma definitiva en octubre. Y señalaron que Grondona lo llevó adelante porque le soluciona varios problemas. "Ésta no es una idea original nuestra", se defendieron fuentes del gabinete nacional. "Lo impulsa Grondona porque le soluciona muchas cosas: estaba jaqueado por el fracaso en la Copa América, lo había complicado el descenso de River y así tranquiliza al resto de los equipos grandes, que ya no descenderán. El Gobierno convalida lo que pasó, pero no es el impulsor", completaron los informantes oficiales.

La multiplicación de equipos (de 20 a 38) hará que cada fecha del fútbol argentino tenga 19 partidos en lugar de 10, como hasta ahora, por lo que la pauta oficial que inunda las transmisiones del Fútbol para Todos multiplicará su efecto y llegará a muchos más hinchas/votantes. De yapa, y como valor agregado, la jugada del Gobierno le asesta el penúltimo golpe a la estancia del Grupo Clarín en el fútbol. En cuanto se rescinda el contrato para transmitir la B Nacional -que se emite por TyC Sports-, sólo le quedará la B Metropolitana.

Pese al descontento apreciable en el hincha común, el Gobierno no tiene intenciones de poner el freno de mano y desistir del nuevo formato. "No habrá marcha atrás", dijeron cerca de Balcarce 50. Otra fuente, que integra el entorno de la Presidenta, fue elocuente sobre lo que hará el Ejecutivo en caso de que el torneo largo no plazca a los hinchas comunes: "Este Gobierno no tiene marcha atrás. Si rompe la caja de velocidades, la arregla y sigue para adelante".

Las confesiones de Cherquis Bialo

El vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, admitió hoy tácitamente que la televisión estatal tuvo injerencia en el proyecto del nuevo formato del fútbol argentino al señalar que "tiene voz y por lo tanto también determinación". Y, también, aclaró que este nuevo formato se ajusta a la realidad del club de Núñez: "Si River no descendía, esto no se hubiera decidido". 

"Sin televisión no hay fútbol, la televisión paga, compite y se pone de acuerdo al contenido y al valor de ese contenido. Esta televisión tiene voz y por lo tanto también tiene determinación", dijo Cherquis Bialo, en clara alusión al peso que tuvo en el nuevo proyecto el contrato que el estado nacional tiene con la AFA para la televisación de los partidos de Primera División.

Y precisó: "Cualquier empresa que paga quiere ver a los mejores protagonistas, asegurarse que la novela o el unitario está protagonizado por los mejores porque paga para eso, y no está solo condicionada a un resultado deportivo".

"Esto [el nuevo torneo] es para asegurar a todos. Que River y Boca jueguen en Primera, pero también Quilmes, Rosario Central, Racing, San Lorenzo. Así como pueden salir campeón equipos chicos pueden irse al descenso equipos grandes", dijo.

En declaraciones a Radio 10, el vocero de la AFA remarcó que "lo que hay que asegurar, más allá de quien sube o baje, es que los protagonistas principales de los grandes mercados estén en la conversación del espectáculo a ofrecer, porque se paga para ofrecer ese espectáculo".

Y concluyó: "Si estamos intentando generar más recursos para que los clubes sean más fuertes económicamente, para que tengan mayores posibilidades de recuperación y sean más sólidos, y le ofrezcan a la sociedad lo que le ofrecen cultural, política y socialmente, necesitamos un torneo que sea suficientemente atractivo para que el mercado del fútbol siga vivo".


¿Federalización?


El caramelito de la "federalizacion" resulta gracioso (para no llorar) al mínimo análisis: apenas se sumaria el 5% mas de equipos del interior, 8 de 20 ahora, 18 de 40 en el torneo 2012... Es decir: 40% ahora y 45% en un año... muy poco para cambiar todo. 


Lo que queda claro, entonces, es que el cambio tiene motivaciones ulteriores, no se hace para mejorar el futbol (en cuyo caso era muy sencillo sacar los promedios y poner un torneo largo, sin mas): lo dijo Cherquis, sin subtitulos, la gente de la tv (el estado) quiere pagar por tener a los mejores, es decir, River. De paso, claro, duplican el tiempo de aire de la publicidad oficialista.


Los clubes aceptan porque, a pesar de que el traspaso de TyC a Futbol para Todos tuvo como gran atractivo que el caché estatal se usara para borrar las deudas de los clubes con los futbolistas, hoy todos tienen deudas (con casos increibles donde, siendo que AFA saldó las deudas hace dos años, se le debe a jugadores... ¡dos años!). Es un nuevo salvataje, un nuevo parche a una estructura cada vez más al límite, porque las dirigencias, de clubes y AFA, no tienen límites, continúan despilfarrando sin proyecto, endeudándose en euros y pagando en pesos, para ganar alguito ya, en lugar de respetar procesos y tiempos.

martes, 26 de julio de 2011

ASCO


CLICK PARA ENTENDER EL TORNEO


Un asco que paraliza, que complica la escritura con su bilis que asciende incandescente por la garganta. Habría que prender fuego AFA, pero nadie reacciona. Alguna voz indignada, por ahí, que nadie escucha como si se tratara de un loco. Pero no, no es un loco: el nuevo torneo es un mamarracho absoluto, que merece un repudio visceral y genera una enorme sensación de impotencia ante la absoluta impunidad. Un pastiche de estilos donde es probable que el campeón no sea el que más puntos sume sino el más beneficiado por grupos y cruces, donde un comienzo malo será fatídico y donde, sobre todo, está más que claro que se nivelará a todos, de facto, para abajo, dándole como premio un ascenso a muchos equipos que no están en condiciones de jugar en la elite y que no han hecho merecimiento tampoco (mientras otros invirtieron esfuerzo y dinero para llegar a la elita, básicamente, al pedo). Así, lo deportivo se desnaturaliza notablemente, gobernado por la necesidad de lucro y venta de una sociedad fundida no por falta de inyección económica sino por despilfarro y malversación.

Pero aquel es recién el comienzo: si la confusa complejidad, que acarrea mucha injusticia, de algo que es sumamente sencillo hacer bien (torneos largos sin promedio, no hay método más justo) no era suficiente, allí, en los grupos y cruces, es donde en verdad comienza la milonga. Porque los grupos estarán armados, a dedo. Y porque habrá cabezas de serie designadas no a partir de méritos sino a partir de, sencillamente, ser los equipos del establishment. Porque si la TV puede alegar que estos equipos capitalinos tienen mas telespectadores y por ende les corresponde una prima mayor, no puede usar el mismo criterio AFA: los equipos designados como cabeza de serie no son ni deportivamente ni económicamente superiores, por más que los medios nos hagan creer que sí, naturalizando una construcción porque conviene económicamente. Se usa un criterio de la década del 50, donde impunemente mandaban los grandes en coalición con arbitrajes y federación, que digitaban de mil y un modos el destino de los torneos para que quedara en sus manos.

En aquel entonces, hace décadas, empezó esta historia de corruptelas. Cuando los chicos se avibaban o los grandes caían producto de sus propios excesos, se inventaba el parche. Los torneos cortos se inventaron hace dos décadas porque los grandes necesitaban poder ganar un par de fechas y conseguir un torneo: su apuesta nula a procesos largos había concluido en una amenaza real a su dominio. Y los grandes, que son rivales pero a la hora de la verdad son aliados, no dudaron e instauraron torneos cortos, con el verso de la emotividad y que se yo. Un tiempo antes, producto de la caída en desgracia de varios grandes (Boca, River, San Lorenzo andaban en la milonga), se habían implementado los promedios, que protegían a los capitalinos: una campaña mala podían tener, ¿pero tres?

Pero llegó el día. El descalabro, el exceso, la corrupción de los capitalinos amparada por los organismos de supuesto contralor terminó con River en la B, muchos millones de deuda y ningún grande en las copas y todos peleando por no descender, además, claro, de dejar a la Primera sin clásicos grandes salvo el de Avellaneda. Desastrosa situación, impensada, el torneo de Primera se quedaba sin “jerarquía”, que en realidad no es jerarquía deportiva sino mediática, capacidad para atraer telespectadores, vender el producto y tener platita. Estaba claro, había que arreglar esta nueva paridad del fútbol donde todo era posible. Entonces, un nuevo parche para salvar al establishment: este torneo híbrido, con grupos designados a dedo (como los arbitrajes y tantas otras cosas), y con un cabeza de serie que actualmente juega en el Nacional B. No puede sino generar un asco visceral la impunidad con que toman semejante determinación estructural, claramente digitada para salvar a River, y no contentos con la impunidad de su accionar criminal deciden ubicar al equipo de Núñez, junto con el vaciado San Lorenzo de conductas menemistas, el Boca sin rumbo y los equipos normalitos de Avellaneda, como cabezas de serie. ¿Y Vélez? ¿Estudiantes? ¿Lanús? ¿Godoy Cruz? Pareciera que la AFA siempre se las ingenia premiar con plata o complicidad a quienes despilfarran corrupción, y para castigar con injusticias a quienes hacen bien las cosas: líderes en los promedios hace varias temporadas pero ni siquiera reconocidos como cabezas de serie, la escalada sostenida de los equipos mencionados hacia la cima del fútbol se ve frustrada por una decisión de oficina que da marcha atrás con todo. Y lo hace, para colmo, para instaurar un sistema aún más injusto que el actual: como si se temiera que un torneo largo, sencillo, con dos campeones y dos descendidos (los últimos) tuviera resultados iconoclastas, todos los cambios evaden la modalidad de juego más lógica y extendida en el resto del mundo. Sólo en Argentina hubo promedios, y en apenas un puñado de países se juegan torneos cortos. Ahora seremos, junto a México y EE UU, uno de los tres países del fútbol desarrollado con un sistema de juego bizarro e incoherente. Y bueno, al menos se terminó el mamarracho de promedios y promociones...

Y tenemos que creer que todo esto es un intento por federalizar más el fútbol (consigna que defiende el otro mafioso que intenta gobernar AFA, Vila), justo en el año en que, con muchísimo esfuerzo y apoyo económico indispensable de sus provincias, aunque fuera de manera temporal, aunque fuera difícil de sostener, la realidad marcaba que se habían metido en Primera un número inédito de equipos no porteños (Newell's, Colón, Unión, Belgrano, Atlético Rafaela, San Martín de San Juan, Godoy Cruz, a los que podríamos sumarles el lejano -para este país centralista- Olimpo). ¿Es creíble, realmente, que este plan tenga como objetivo lograr una mayor integración del resto del país en la máxima categoría, si el porcentaje de equipos del interior en Primera es hoy del 40% (8 de 20) y sería desde agosto del 2012 del 45% (hay hoy en la B 10 equipos del interior sobre 20, es decir que habría 18 de 40 equipos en el Nacional que serían del interior)? ¿Es creíble imaginar una reforma estructural para aumentar apenas en 5% -dos equipos- la “federalización del fútbol”?... Pareciera más bien que se trata, sencillamente, de una medida pro River, grandes y clásicos, y contra Vila, que se sabe no acarrea -en teoría- demasiado riesgo contra el establishment capitalino de parte de los equipos del resto del país (apenas Godoy Cruz asoma como competidor con aspiraciones), una medida careta, cambiar para que todo siga igual: ya fue implementado el Nacional en el fútbol argentino, y la gran diferencia entre los equipos originalmente de Primera y los del interior (es cierto, hoy menos absimal, pero aún así muy distinta en términos económicos) terminó por hacer que el torneo perdiese interés hasta sus instancias finales. Justamente el argumento que se esgrime contra los torneos largos...

Pero existe una arista más que todo lo moviliza: si la caída de los grandes y la muerte de los clásicos implicaba una pérdida económica significativa para el negocio del fútbol (que es el negocio de la televisión, de donde proviene la mayoría de los ingresos de los clubes y AFA), que se dispute un campeonato con 40 equipos y todos los clásicos posibles implica que habrá fútbol, probablemente, todos los días, a los que se sumarán los partidos por Copa Argentina (¿continuará?). Golazo. No es casual que junto a la reestructuración de las competencias se haya lanzado la señal AFAtv (manejada por la supuesta amante despechada del asunto del fútbol argentino: TyC…), que transmitirá los encuentros. Detrás de todos los intereses, detrás de todas las manipulaciones, siempre el incentivo es finalmente económico, de una u otra manera. El presupuesto de los clubes está básicamente atado a la televisación, y ya ha quedado establecido para este torneo el doble de dinero para los clubes (el Gobierno prometió 1500 millones en total, dicen, asegurándose a la vez muchísima más publicidad oficialista), dado que habrá el doble de equipos. AFA sigue sin penalizar a los clubes que, dos salvatajes después, siguen cayendo en abismos producto de su incapacidad para lograr proyectos sustentables y su voracidad para la compra y la corruptela; AFA sigue, de hecho, premiando a estos clubes, salvandolos ahora una vez más con una inyección de dinero para que continúen endeudándose viciosamente hasta el colpaso total. Los clubes, por supuesto, no han tenido que pensar mucho: los de mayor voz, los capitalinos, necesitan desesperadamente plata para saldar deudas y conformar equipos (nunca procesos) que vuelvan a la primera plana. Los chicos viven como pueden y cualquier platita es bienvenida. Resultado: mucha discusión en la reunión, pero ni un solo voto en contra. Apenas cuatro abstenciones casi igual de cobardes que quienes levantaron la mano.

Y a pesar de tanta evidencia de que se trata de un cocoliche creado para lucrar y proteger a la elite, se nos incita a creer que se trata de un proyecto integrador y superador. Tenemos que creerlo a pesar de la alevosía con que han favorecido históricamente estas modificaciones estructurales a los grandes, la misma alevosía con que en el presente intentan favorecerlos (por lo pronto, ya ascendieron de facto a River). El nivel de corrupción de este mamarracho ilógico sin pies ni cabeza, debería sorprendernos, debería provocar la ira de los dirigentes del fútbol y destrozos de hinchas indignados en calle Viamonte. Pero no. La poca disidencia con el tiempo se irá apagando, a medida que todos se vayan acostumbrando, hasta que quede naturalizado, perpetuado, inamovible este sistema extraño, argentino como el dulce de leche y la creatividad para la trampa. Perpetuado, claro, hasta que una nueva crisis de los gigantes de pies de barro obligue a un nuevo parche en ese universo de la improvisación que es el fulbito nuestro.

Cuando el proyecto empezó a rumorearse (impulsado, decían, por el presidente de Colón y el vice de ¡River!), los que charlamos el fútbol todos los días nos negábamos a creerlo. Rumores hay todos los días (torneos largos, fin de promedios y promociones) y todo sigue igual: este proyecto, esta vuelta al sistema de los Nacionales de antaño, sería tan claramente beneficioso para River que implementarlo sería exponer alevosamente los favores prestados desde AFA a los clubes capitalinos. No podían ser tan crasos, pensábamos, en cambiar todo por un club y un puñado de partidos. Pero sí. Podían antes, y pudieron ahora. Hace 80 años, hasta fusionaron equipos para hacer frente a las imposibilidades económicas. Hoy no ha cambiado nada demasiado.

lunes, 25 de julio de 2011

Uruguay, supercampeones


Equipo, en serio. Aguerrido y compacto, identificado con una causa, con un proceso, paciente, sabio. IMPASABLE. Una muralla de voluntades hermanadas que redefinen con su juego lo que es la lealtad: no la mariconeada del toque, que suele ser gozador y desleal, sino el sacrificio sin concesiones. No pasarán. Meter, jugar al límite, dejar todo, es la única forma de respetar al rival, y no tirando caños intrascendentes.

El Gol Colectivo: todos empujan para convertir

Y todos empujan, y todos meten y todos juegan, como si se tratara de un capítulo de Supercampeones. El fútbol, lo sabía Gramsci y también Takahashi, es el reino de la lealtad humana ejercida al aire libre. No puedo pensar en otro equipo, salvo Estudiantes, que cuadro mejor con esta definición.

Uruguay campeón. Los orientales no se creyeron mejores que nadie: lo fueron.




domingo, 24 de julio de 2011

Contrastes: Argentina y Uruguay

Uruguay ya ganó: su proyecto a largo plazo funciona como un reloj
Por Federico Bassahun para Perfil

Oscar Washington Tabárez no puede con su genio: maestro de escuela primaria por vocación y entrenador por necesidad (“realicé el curso en 1979 porque quería otra fuente de ingresos, ya que era un momento de dificultad económica”), cuando terminan las prácticas de las selecciones Sub-15, 17 y 20 de Uruguay, a las que rara vez no asiste, habla menos de fútbol con los jugadores que de botánica y música clásica. “Un entrenador es un educador. Debe transmitir conocimientos. Llevar al grupo a conquistar cosas, pero no sólo a nivel utilitario”, argumenta Tabárez, autor del proyecto “Institucionalización de los procesos de las selecciones y la formación de sus futbolistas”, que presentó en marzo de 2006, no bien asumió como entrenador de una selección, Uruguay, que se caía a pedazos.

“Es un plan integral que incluye estudiar, jugar, competir y saber de fútbol. Es la base de lo que disfrutamos ahora: de ahí surgieron Suárez, Cavani, Martín Cáceres, Lodeiro, Coates, Abel Hernández...”, confió Tabárez después de la clasificación de su equipo a la final de la Copa América.

Apuesta a futuro. En marzo de 2006, tras la no clasificación de Uruguay al Mundial, Tabárez presentó, a pedido, un proyecto en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). El diagnóstico era alarmante. Escribió: “Conviven en el profesionalismo (uruguayo) futbolistas muy jóvenes, cuyo potencial no está respaldado por procesos de duración suficiente como para aportarles la adecuada experiencia, con futbolistas de edad alta que vuelven desde medios más exigentes y aportan su experiencia. El perfil futbolístico del fútbol uruguayo, en consecuencia, dista bastante de las características del fútbol de élite”. En limpio: en Uruguay no había futbolistas de selección ni condiciones mínimas para que aparecieran.

“Me alejo de los determinismos. No soy creyente”, subraya de vez en cuando Tabárez. No llama la atención, entonces, que su proyecto no se circunscribiera a la selección mayor, sino que contemplara, por ejemplo, a los 55 mil niños de entre seis y 12 años que juegan al fútbol en el Uruguay (de los que apenas el 0,14 por ciento, según estudió Tabárez, va a llegar a Europa). O que nombrara a los entrenadores de las selecciones Sub-20 (que se clasificó al Mundial de Colombia y, después de 84 años, a los Juegos Olímpicos), 17 (que terminó segunda en el Mundial de México) y 15, que deben jugar con el sistema 4-3-3, como la selección mayor. O que contratara a un psicólogo, Gabriel Gutiérrez, para trabajar con los pibes.

Vaya un ejemplo de lo que pretende Tabárez: en la previa del Sudamericano de Perú de enero, Gutiérrez explicó: “En la formación del grupo se tuvo en cuenta la parte humana. Por caso, el cincuenta por ciento tiene la secundaria terminada. No quiere decir que estudiar garantice jugar bien, que es para lo que están acá, pero les abre la cabeza. Tampoco quiere decir que los que no estudian no puedan hacerlo, pero se nota la diferencia en la tolerancia a las frustraciones y en el manejo de la agresividad”. Vaya otro: en el Mundial Sub-17 que se disputó hace un mes, los futbolistas estudiaban de lunes a viernes vía Internet.

En enero, el mismísimo Tabárez le contaba, pedagógico, al diario Olé: “En las selecciones menores, hacemos juegos de roles. ¿Cuál es hoy una de las tareas primordiales del futbolista? Comunicarse, hablar. Entonces hay que ayudarlos, pero, ¿cómo? Pues, jugando. Los chicos designan a un compañero que debe hacer de entrevistado. Improvisamos una conferencia de prensa. Hace cuatro años que lo hacemos. Los chicos periodistas preguntan y el protagonista contesta. Luego terminan, y los compañeros le apuntan: ‘Mirá, dijiste cinco veces la verdad que...’, o ‘te detuviste cuatro con el esteeee...’, y así, hasta mejorar. Porque todos nos reímos de los futbolistas, pero nadie los ayuda”. Remató: “Siempre recuerdo una frase que me dijo un director de escuela. Con los alumnos habíamos intentado una clase práctica que no salió, él me preguntó por qué y yo le expliqué que había sido porque los niños no me habían seguido. Entonces me dijo algo que me acompañará toda la vida: que los niños nunca
se equivocan”.

Los jugadores de la selección no son ajenos: aconsejan a los futbolistas de los representativos menores y hasta se encargaron de comprarles una biblioteca para la concentración. Más: los 23 que participaron del Mundial 2010 crearon la Fundación Celeste, que pretende, según se consigna en su página de Internet, “fomentar los valores del deporte en la educación de niños, niñas y adolescentes, particularmente a través del fútbol”: la fundación ya construyó polideportivos y hasta una sala de neonatología en el hospital de Colonia.

Los jugadores se involucran así en el proyecto de Tabárez, que “ejerce un liderazgo intelectual”, según define el capitán del equipo, Diego Lugano. “Para competir a nivel mundial –argumenta– debemos trabajar a largo plazo. Ganamos tres partidos en el Mundial y se taparon por un momento las carencias que tenemos en Uruguay, pero esas carencias siguen estando”.

Hasta desde el gobierno del Uruguay se apoya a la selección: tiene media sanción parlamentaria un proyecto de ley para promover, desgravación impositiva mediante, la inversión privada en el fútbol.

De última, la de Tabárez es una metodología que no garantiza el éxito futbolístico, según puntualiza: “No existe una relación unívoca entre trabajo y resultado”. Es apenas una idea. Que tampoco es original, según confiesa:
“No inventé nada: sólo observé el proyecto de Pekerman en la Argentina”.



La Selección, esa cultura del caos en la que el amiguismo mata cualquier plan
Por Marcelo Rodríguez para Perfil

La historia es la del Gran Bonete. En la rueda de responsabilidades, el culpable es voto cantado: siempre paga el entrenador. Sergio Batista es el nuevo mártir de una estructura con pies de barro, que agita la bandera de la improvisación. Alguna vez César Menotti dijo: “La AFA es Grondona, Gaby, Fofó y Miliki”. Pintura de una institución personalista que en octubre volverá a refrendar el poder de Julio Grondona. Dato clave: esta vez Grondona quiere a su corte adicta contenta, así que mañana escuchará opiniones sobre la Selección y la reestructuración del nuevo campeonato (¿fusión entre Primera y B Nacional en 2012/2013?). De todos modos, Batista es tema cerrado. El operativo desgaste fue un éxito y ya se cobró a la víctima. Cualquier argumento o excusa es la cáscara misma. La AFA, la casa del Gran Bonete, siempre tiene a mano un cambio para no cambiar.

¿Que se vayan todos? “Si la ola es más grande, puede ser un tsunami”, advierte un allegado al presidente de AFA. Es que algunos dirigentes, esta vez, no quieren parches. Los menos grondonistas (no confundir con anti Grondona) quieren arrancar la hoja y escribir sobre una nueva. Son los que miran de reojo a Carlos Bilardo y Humbertito, el núcleo duro de las decisiones de la Selección, hasta acá indemne a cualquier maquillaje.

Los que están a favor de la continuidad de Batista podrían conceder en ese punto y aceptar lo que Grondona ya maneja como un caso cerrado. Sin embargo, si pierden una carta pretenden jugar otras. “Hay que hacer una reprogramación, con o sin este técnico”, sostuvo ayer Mario Contreras. El presidente de Godoy Cruz es uno de los que aboga por no cambiar de nombre, sino de formas. Para Grondona, bla, bla. “Cuando el Viejo te quiere limpiar, nombra una Comisión para que lo haga”, apunta en off una fuente cercana al hombre de la última palabra.

El contrato de Humbertito termina el 31 de julio. Una formalidad; la fecha de caducidad la propuso él mismo. El de Bilardo finaliza el 31 de octubre. Como sea, el director y el subdirector de Selecciones Nacionales están tranquilos. Si bien hay directivos que no terminan de comprender sus funciones, Julio los quiere cerca. Suficiente para que sus presencias suenen a proyecto. Por las dudas, Bilardo ayer aseguró: “Yo no renuncio”.

Todos pasan. Grondona tenía un punto incuestionable. El respeto por los procesos fue su espada para defender la gestión deportiva: “Nunca eché un técnico”, repite. Repetía. Menotti, Bilardo, Alfio Basile (primer ciclo), Daniel Passarella, Marcelo Bielsa y José Pekerman conforman la selecta lista de entrenadores que se sucedieron durante 28 años. La ecuación cambió. En los últimos cinco años, “proyecto” es una palabra fantasma y la consecuencia se paga con volantazos. Cuando Grondona fue por Basile (el DT de Boca), creyó recuperar el pulso de una Selección que venía de toparse con la barrera de cuartos de final en Alemania 2006; la gestión de Coco terminó en renuncia, con rumores de complot de los jugadores. “Es la hora de Diego”, lo convencieron Humbertito y Julito a su padre. Después, Maradona fue acorralado para que su salida no oliera a despido. Con Batista sucerá lo mismo; mañana se asumirá la pantomima de escuchar a todos para que no suene a decisión unilateral. Entonces, Argentina buscará su cuarto entrenador en apenas un lustro.

La base no está. En su momento, Pekerman sorprendió, porque su apellido no brillaba entre los escritorios del establishment. El hombre era Carlos Griguol. Sin embargo, el de perfil bajo, carpeta en mano, ganó la pulseada. Grondona le dio la bendición. El proyecto fue un éxito con logros mundiales y continuidad. Cuando Pekerman asumió en la Mayor, a cargo de las Juveniles quedó su asistente, Hugo Tocalli.

Hasta que el caso fue tratado como un asunto entre amigos. “Tocalli sabía hasta cómo jugaba el 4 de Unión y el 9 de Defensa y Justicia. Estos tipos ni vienen a ver los partidos de inferiores; te piden a los tres o cuatro mejores y listo”, se queja ante PERFIL un directivo de un importante club de Primera. Su referencia es a la “Generación del ’86”, la idea que instaló Humbertito cuando era coordinador de las Selecciones Juveniles. En efecto, Batista había llegado a la Sub-20 sin pergaminos, luego de haber estrechado su vínculo con el hijo mayor del presidente de AFA.

“Yo pretendía charlar del resto de los integrantes que había que traer, de un entrenador de arqueros, de un psicólogo... No querían a Tojo y yo deseaba que se quedaran todos para seguir trabajando”, reveló Tocalli en 2007. El modus operandi con él fue el utilizado últimamente: dejar sin opción al entrenador. Enrique Merelas y Hugo Toschi primero se sacaron de encima a Tocalli (llegó Batista) y después incluyeron a Walter Perazzo, amigo del presidente de El Porvenir. Hoy, Perazzo es el entrenador de la Sub-20.

Como el fracaso de los juveniles está a la vista, el final del heterogéneo grupo de técnicos a cargo también está escrito. A todos se les termina el contrato y no se les renovará. Grondona volvió a pensar en Pekerman. Tarde. El hombre “del proyecto” le dio su palabra a la Federación Peruana de Fútbol para hacerse cargo de las juveniles de aquel país. Ahí no buscaban un amigo.

Apostillas: La rebelión de los débiles, los proyectos por sobre los millones

Por Silvina Fiszer Adler para 442



La fórmula de los equipos que llegaron a la final de la Copa América es simple, no supone millones de euros y esconde una idea vector. La fórmula de Uruguay y Paraguay no es mala ni buena per se, no traza un único camino y a veces se pierde detrás de la buena fortuna. La fórmula de los equipos que definirán hoy la Copa América no muere en el resultado, pese a que una derrota pueda desnudar los puntos flojos y poner en duda algunas decisiones. La fórmula charrúa, como la guaraní, se basa en una idea que va más allá de un conjunto de once contra once y es válida, más allá de los resultados, por la base que deja a futuro.

La selección de Uruguay trabaja bajo el mando de Oscar WashingtonTabárez, un montevideano de 64 años que dirigió a la Selección Sub 20 oriental en dos oportunidades (’87 y ’93) y que afronta su segundo ciclo en la mayor (el primero se extendió del ’88 al ’90, con la clasificación a Italia ’90 incluída) desde 2006. Con el Maestro como rostro visible, Uruguay logró en Sudáfrica 2010 el cuarto puesto, la actuación más destacada del equipo en los últimos años.

La explicación del hombre que alguna vez estuvo al frente de Boca Juniors es concreta, y se remonta al 2006: “Realizamos un proyecto de trabajo llamado Institucionalización de Procesos de Selecciones y de Formación de los Futbolistas. Los jóvenes que ahí se forman tienen que estudiar, saber de fútbol y competir”, contó en una conferencia de prensa luego del triunfo sobre Perú.

La base del equipo, entonces, nace de la misma entraña del trabajo comandado por la Asociación de Fútbol Uruguaya. “Los juveniles van a los torneos a clasificar y eso nos llena de orgullo así como también el hecho de que los jugadores formados en esos procesos lleguen a la Mayor. Lo vimos en otros países y es lo que estamos llevando a cabo con las condicionantes que tenemos como país y con la impronta de que es imprescindible mantener este trabajo”, completó el entrenador.

Paraguay asimiló un proceso con ribetes parecidos al uruguayo.Gerardo Martino, un rosarino de 48 años que se formó bajo el ala de Marcelo Bielsa, dirige a los guaraníes desde 2007, cuando se realizó la Copa América en tierras venezolanas. Desde entonces, el Tata logró la mejor ubicación histórica de la albirroja en un Mundial al alcanzar los cuartos de final en Sudáfrica luego de cosechar el tercer puesto en las eliminatorias, detrás de Brasil y Chile.

Si bien Martino llegó a la competencia con ansias de triunfo, ha sabido destacar que el proceso apunta a superar las Eliminatorias del campeonato del mundo que se jugará en Brasil en 2014. “Paraguay está haciendo un trabajo a conciencia para los dos campeonatos (…) Tengo mucha tranquilidad para trabajar, realmente estoy muy cómodo en Paraguay. Armamos un gran equipo con Carlos Picerni como el coordinador de todo el fútbol juvenil”, analizó antes del arranque de la Copa América.

Paraguay llegó a la final gracias a una seguidilla de empates -algo inédito en el torneo- y la figura de su arquero, Justo Villar, convertida en el artífice de la proeza a fuerza de atajadas imposibles y una gran actuación en los penales. Marcelo Estigarribia, rápido de reflejos, zanjó la discusión de moda del esquema ofensivo vs. el defensivo y rescató la figura de Martino de las críticas. “Él quiere que ataquemos, pero no siempre es posible. Brasil no nos dejó otra opción que defendernos porque agarró la pelota y la tuvo siempre. Martino nos pide que busquemos el gol, pero no siempre podemos. Nos pide que seamos verticales, que nos busquemos para llegar al área, pero no siempre se da”, simplificó tras el triunfo ante los de Menezes. Martino fue muchísimo más realista: “Ganamos de culo”.

Respeto para la Cenicienta. “Venezuela exporta telenovelas, no fútbol”, dicen haber escuchado los jugadores de la Vinotinto de boca de un periodista chileno. La frase hizo estallar al DT de las tierras de Chávez, César Farías, a quien comparan con el portugués José Mourinho por polémico, provocador, obsesivo. “El respeto no lo tuvieron y ya no lo pedimos, lo ganamos”, sentenció el día que laCenicienta se vistió de gala y alcanzó, por primera vez en su historia, las semifinales tras ganarle a Chile, firme candidato al título.

El proceso de refundación del fútbol venezolano, un deporte que nunca tuvo para los caribeños una importancia considerable, comenzó en 2007, cuando el país albergó la Copa América. Farías desembarcó en la AFV el primer día de 2008 y puso su estrategia en marcha: estudió, consultó con los mejores, viajó mucho y se nutrió de fútbol. Sin embargo, el germen de su obsesión comenzó muchísimo antes, cuando dejó de jugar profesionalmente tras una temporada en Primera porque las condiciones eran precarias y las herramientas de trabajo escaseaban. “Decidí ser entrenador, prepararme para organizar porque veía desparramarse el talento por falta de planificación”, dijo alguna vez.

Farías, entonces, con un plan concreto, logró lo que ningún otro pudo con el deporte en Venezuela: que millones de personas estén más atentas a un gol que a un jonrón. “El fútbol venezolano estaba montado al revés, de la selección abajo. Le dimos la vuelta”, explicó según una nota publicada en El País. El trabajo contempló la reformulación de la Liga de Primera, Segunda y una apuesta económica de los clubes, a quienes se les exigió invertir en la base.

“No conozco el futuro, pero hemos intentado sembrar cosas. En este equipo hay jugadores que han estado con nosotros en la sub 20, los de la sub 17 están dando el paso a la sub 20. Hemos trabajado una idea. El mayor legado es organizativo”, apuntó el venezolano. “Otros, teniendo más talento, no trabajan tanto y eso empareja las cosas”, agregó y expuso en pocas palabras una radiografía de la Copa América.

Fallas de la economía. La Copa América 2011 dejó una cantidad de sorpresas que pierden de manera rápida la gracia cuando el truco se revela. Y claro está, el valor de las selecciones y el peso de la historia ya no explican la gloria. Si no, no se entiende cómo Argentina, con un equipo valuado en 430 millones de euros, apenas pudo empatar con Bolivia, una selección tasada en 11 millones de euros. Tampoco sacó diferencias con Colombia, que vale apenas un poco menos de un cuarto del conjunto de Messi y compañía.

Brasil, el segundo equipo más caro con figuras que en su conjunto alcanzan los 343 millones de euros, cayó en cuartos de final frente a Paraguay, que suma poco más que la sexta parte de la verdeamarela, con 58 millones. Los primeros cuatro puestos de la Copa, ocupados por Venezuela (26 millones), Perú (33 millones), Paraguay y Uruguay (161 millones), suman en su conjunto 278 millones, una cifra muy lejana al valor del equipo de Menezes y mucho más al de Batista. Demostrado, entonces, que los laureles no se cosechan exclusivamente con plata.

Seis partidos por equipo fueron más que suficiente para demostrar quelas fórmulas esta vez se impusieron a los millones, y que el largo plazo da como resultado un horizonte inédito: la preocupación de ciertas selecciones por las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014, con equipos que históricamente funcionaron de relleno.Impensables que el trabajo volvió verosímiles.

sábado, 23 de julio de 2011

Entre Humbertito y el Barca

Por Chavo Fucks para Perfil

Sergio Batista jugaba en Argentinos Juniors. Fue su club de toda la vida. Debutó en Primera en 1981 y, después del paso corto pero inolvidable de Angel Labruna por el equipo de La Paternal, Checho se hizo patrón de la mitad de la cancha.

Su figura –alto, flaco, levemente encorvado hacia adelante, número cinco en la espalda– fue imponiéndose en la opinión pública futbolera nacional. Fue campeón del Metropolitano 1984, del Nacional 1985 y de la Libertadores 1985, y subcampeón de la Intercontinental 1985. El estilo depurado de Argentinos, sumado a la siempre influyente opinión del diario Clarín, generó la idea de que no convocar al Checho Batista a la Selección argentina era una verdadera locura. Tal como le pasó al propio Batista ahora con Tevez, en aquellos años el clamor popular era por él.

Carlos Bilardo dirigía a la Selección argentina desde 1983. Anteriormente, había sido el hacedor de un gran equipo de Estudiantes de La Plata (campeón del Metropolitano 1982) y sentó las bases para la obtención del Nacional ‘83, ya con Eduardo Luján Manera en el cargo. El primer volante central del ciclo Bilardo en la Selección fue Claudio Marangoni, lujoso cinco de Independiente. Detrás, estaba Miguel Angel Russo, su lugarteniente en Estudiantes. La cosa fue decantando y Russo se quedó con el puesto. El equipo no jugaba bien y, como ahora –como siempre– la gente pedía al que no jugaba y al que la prensa menottista postulaba: Batista. Cuando el tiempo del Mundial ‘86 llegaba, tras una angustiosa eliminatoria, Bilardo tomó una decisión popular pero dolorosa para él: desafectó a Russo y convocó a Batista. Como Checho ahora con Tevez, no sólo lo convocó: también lo puso de titular. El resto, se sabe: Batista jugó el Mundial y es uno de los que figura en letras de molde en el inolvidable título de México 1986.

Batista siempre fue de otro palo respecto de Bilardo. Al igual que Valdano, ni siquiera aquella epopeya logró fundir las ideas, ni siquiera semejante cantidad de gloria consiguió unirlos. Ni antes ni ahora. Bilardo sigue siendo de la línea del pragmatismo y Batista habla de toque y del Barcelona. Bilardo sigue pensando que la mayor parte de las jugadas del fútbol se resuelve con pelotas paradas y Batista cree en la posesión del balón como forma insobornable de atacar y defender. En esta pequeña célula, ya todo está mal. Pero la discreción de Bilardo contrasta con la de su segundo, Humbertito Grondona. El hijo de Julio es admirador de Bilardo y sigue a pie juntillas su credo futbolero, salvo en la verborragia.

Batista no es de su agrado. Aquella desafortunada declaración de Batista para meterse en el bolsillo al ya mencionado diario y a cierto sector de la prensa influyente (“Quiero que juguemos como el Barcelona”) lo condenó con Bilardo y Grondona Jr. Esto ya es serio de por sí, porque, en la escala jerárquica que pensó Don Julio, entre él y el DT están Bilardo y Humbertito.

Todos –Grondona padre e hijo y Bilardo– observaron y escucharon cada una de las idas y vueltas de Batista en sus declaraciones y, lo que es aún más grave, en sus decisiones. Acá ya tocamos el tema. Esa declaración sobre el Barcelona, la posterior contradicción más la desprolija convocatoria de Tevez y la insólita decisión de ponerlo como titular en un puesto en donde todos sabíamos que no iba a rendir, más la exclusión de Rojo para el segundo partido, más la pelota parada de Uruguay… Todo esto junto fue un cóctel mortal a la hora de evaluar el futuro de Batista.

En la reunión de Comité Ejecutivo que determinó la designación definitiva de Checho, los dos dirigentes que se opusieron provienen de dos de los mejores clubes del fútbol argentino. El presidente de Vélez, Fernando Raffaini, preguntó si “alguno llevaría a Batista como DT de su club” y Nicolás Russo, dirigente de Lanús, respondió que no. Fue el único que abrió la boca. El terror a Julio Grondona continúa entre los dirigentes. Se nos decía que iban a evaluar “carpetas con proyectos” y todos sabíamos que Batista ya estaba puesto por Grondona. Una irreal victoria sobre España 4-1 selló la decisión de afirmar a Checho en el cargo.

Se hizo mucha alharaca con un pálido empate con Estados Unidos por un primer tiempo en el que, supuestamente, “se desarrolló la idea” y se disputó un aburrido partido de práctica con entradas carísimas contra Albania. Mientras, Uruguay se preparaba contra Holanda, el subcampeón del mundo.

Todo parece indicar que Batista no seguirá en su cargo. Sus angostas y débiles espaldas, su currículum poco impresionante y sus penosos resultados lo dejaron sin sostén. El jueves a la noche, alguien que fue nombrado en estas líneas me dijo que, después de hacer una evaluación, los técnicos de los juveniles cumplirán sus contratos y difícilmente sigan. Nada cambiará si las reformas no son estructurales, si los técnicos y el personal de la Selección no se elige por un estudio minucioso de capacidades, en lugar de si “jugó o no en el ‘86”.

Se habla de Alejandro Sabella como el candidato más firme para suceder a Batista y de Gerardo Martino como opción. Hasta se menciona a Bianchi, aunque más por un allegado que acercó el apellido que por un real interés por tenerlo. Cualquiera que llegue deberá ser la cara visible de un proyecto con bases sustentables.

De lo contrario, todo se derribará como un castillo de arena, sea quien fuere el entrenador.

Una vez más.

viernes, 22 de julio de 2011

Sosa y el proyecto deportivo

Para Edelpcontratodos.com.ar


Termino la novela de Sosa, con el final que nadie quería. La operación parecía encaminada 
pero en cuestión de días se vino todo abajo y el jugador que nos quita el sueño a todos se 
irá a Ucrania un rato, a aburrirse y perderse de la vista de todos.
Sosa era la apuesta de este mercado de pases. Russo había anunciado, poniendo el ojo 
sobre una cuestión clave en la vida institucional, que lo que se armara este semestre debía 
durar. Bueno, Estudiantes se deshizo de los lastres que cargaba a préstamo, tipos de poca 
identificación en su mayoría, y de sueldos altos, nombres fashion como Barrientos o 
Peñalba, caros y con prensa, de nula utilidad y que evitaron una potencial promoción de 
pibes. Pero tras este sano movimiento, la apuesta deportiva que a todos nos seduce pudo 
más, y en la búsqueda de jugadores de jerarquía que vinieran por poco dinero, volvieron a 
venir jugadores que jugarán en el club por un año y luego, inevitablemente debido a las altas
opciones, emigrarán. Un proyecto a corto plazo que continúa socavando la economía de un 
club sin estadio y que en 12 meses deberá volver a renovar el plantel con menos plata. De
todos modos, seamos sinceros: una apuesta deportiva por 12 meses implica una apuesta 
deportiva mientras esté el Pelado. El famoso desaceleramiento, en la mente de la mayoría, 
puede esperar hasta que Verón se retire. El tema no reside quizás en la apuesta en sí 
(todos queremos que los éxitos sigan, y por lo demás hacen crecer al club), sino en las 
estrategias, en el camino elegido: otra vez Estudiantes casi no tiene patrimonio propio en su
plantel. Si alguna vez la Brujita dijo que no había que volver a ese club de jugadores de paso
sin compromiso, es el momento de advertirlo: aunque hoy los jugadores de paso sean de 
una jerarquía muchísimo mayor a la de los Kmet, Unali, Pajuelo, etc., la realidad es similar. 
Los jugadores paracaidistas llegan, en poco tiempo no logran crear un lazo con el club y el 
dinero invertido es muchísimo por algo que se evapora en uno o dos torneos. 

Los refuerzos, si bien a préstamo, estuvieron en esta oportunidad bien apuntados: Boselli y Cellay no necesita aclimatarse y eran necesarios (Villar, gran acierto, se pagó solo, con el contrato de Orión y sus atajadas de Copa). De todos, sin embargo, durarán sólo un año, evidenciando por qué, más allá de sus increíbles cualidades futbolísticas, el refuerzo crucial era Sosa: no sólo porque el vértigo inigualable del pibe de Carcaraña nos seduce como adolescentes a los pincharratas y hubiera convertido a este conjunto de gran calidad en un equipo de jerarquía inigualable, sino además porque de haberse realizado el pase, Sosita hubiese pertenecido a Estudiantes, siendo él el puntal de una nueva camada, tanto en términos de calidad futbolística como de identificación. Sosa debió haber sido el primer refuerzo: te asegurás un crack por mucho tiempo. Pero todo se vino abajo, y quedó seriamente expuesta la política de refuerzos y, también, lo superficial, lo estrictamente deportivo: en 12 meses no quedará demasiado del equipo que arranque esta temporada.
Las razones de la caída de la operación son aún discutidas, y no solo permite varias opiniones sino que en realidad es difícil que se sepa que ocurrió en concreto. Lo cierto es que si se percibe cierta desidia dirigencial, quienes concientes de la importancia del Príncipe nunca hicieron el tan mentado viaje a Italia para cerrar todo, también resulta imposible negar que el poder de los euros debe haber seducido al Napoli mucho más que avales de pases que, para colmo, nunca llegaron. Resulta lógico que Napoli haya realizado marcha atrás con la propuesta de Estudiantes, y resulta factible que los dirigentes no hayan apurado lo suficiente. En la ensalada aparecen también los representantes Favio Bilardo y Ezequiel Manera, quienes acercaron la propuesta de Ucrania. Más allá de sus lazos con el Pincha, son empresarios. En el juego de las influencias, ganaron ellos por sobre los llamados desde el 054. El trabajo dirigencial, sin embargo, no es confiar relajadamente en buenas voluntades y promesas, sino cerrar los vínculos. Sosa significaba más que un refuerzo, significaba la roca fundamental del futuro deportivo, significaba una apuesta institucional. Caída la operación, el club traerá a Coria a préstamo y buscará cerrar de última con algún europeo venido a menos.
Y en 12 meses, Coria, Boselli, Cellay, JL Fernandez, todos se habrán ido. Es cierto, pelear contra euros ucranianos era difícil, pero hace dos semanas Sosa estaba en La Plata, con ganas de jugar acá. Pero el pase se dilató, siesta dirigencial mediante, y Sosa jugará en ¡Ucrania! No es la muerte de nada ni de nadie, el equipo no es un jugador y hay material para este torneo; pero se desperdició, por inoperancia, algo importante que iba más allá de lo inmediato. 

Dónde te fuiste pibe que te cambiaron el nombre...


Addendum
Dijo Sosa 8 palos, conocido comentarista pincha bloguero:
"Me voy a explayar sobre un tema que se y que conozco y que me gustaría que todo hincha de Estudiantes conozca la verdad.

Acá la realidad es que la dirigencia nunca quiso traer a Sosa, dieron vueltas y vueltas, no respondieron los telefonos, se borraron.

José estuvo 15 días entrenando en el Country, si realmente era la prioridad al menos se hubieran acercado a preguntarle. Ni eso hicieron. En 30 días de negociación solo se comunicaron 3 veces con el Napoli, mientras que aquella vez del préstamo del Bayer Munich (2009-2010) en una semana se resolvió todo.

Los dirigentes involucraron un intermediario que se llamaba ¨ Junior ¨, cuando ya habían empezado las negociaciones sin el, como paso en otros casos similares.

La deuda con Sosa del año pasado es de más del 50% de su contrato (mucha plata) y nunca se hizo ningún reclamo , ni en agremiados, ni intimación, ni juicio, nada...todo por ser Bilardo y Manera gente del club. Así es como los cagan y los bicicletean, cuando con Nelson Benitez y el Pitu Barrientos están al día por ejemplo.

Nunca quisieron profundizar por el contrato del jugador. Recién el jueves pasado cuando se estaba en Milano por definir lo del Metalist mandaron una propuesta de contrato para Sosa.

Sosa regreso la vez anterior, porque había una promesa de jugar el Mundial de Clubes y como se movieron tardíamente con los permisos, no la pudo jugar. Desde ya hay muchas deficiencia en esta dirigencia, lo clavaron 2 meses sin jugar cuando le garantizaron que iba a estar en Abu Dabhi.

No nos olvidemos de cómo esta dirigencia, que tantas cosas buenas hizo, alejó a varios nacidos en el club por temas similares. Asi se alejo ya Farias, Pavone, Alayes, Sabella y Angeleri.

Me resulta llamativo que hayamos contratado a Mariano Gonzalez, Facundo Coria, José Luis Fernandez, Carbonero...todos del puesto de José, todos a prestamo...cuando lo de Sosa era una compra.

En fin, conozco bien la historia, me gustaría que abramos los ojos para determinados temas y no nos dejemos llevar por lo que dicen los mierdos y los dirigentes inescrupulosos.

Porque nunca me voy a olvidar del porque de la salida de Sabella: Malaspina "Cínico y mentiroso" según palabras del propio Magno".