sábado, 30 de abril de 2011

Ernesto Sábato pasó a la eternidad

Es un día de luto para la literatura y para la familia de Estudiantes: a los 99 años, en su casa de Santos Lugares, falleció el enorme escritor Ernesto Sábato. Fue autor de destacadas novelas: "El túnel", maravillosa novelita de  esas que es capaz de abrir el mundo de la literatura a muchos jóvenes, "Sobre héroes y tumbas", "Abaddón, el exterminador". En 1983 presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y luego expuso sus conclusiones en el famoso libro "Nunca más". También ensayista, físico y pintor. Nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, pero en 1924 se radicó en La Plata, donde hizo el secundario en el Colegio Nacional. Allí conoció al profesor Pedro Henríquez Ureña, a quien luego citaría como inspiración para su carrera literaria. En el año 1929 ingresó a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de nuestra ciudad. Y su primera obra literaria, de hecho, se publicó en la revista Teseo, de La Plata. En ese tiempo, además, cultivó su amor y fanatismo por Estudiantes, donde también jugó (era delantero). Declarado socio honorario del Club, en el 2005 fue designado además miembro del Comité Centenario de la institución. Se lo recuerda en la platea de 1 y 55, previo a un partido ante Vélez, cuando se puso la camiseta y fue ovacionado por todo el estadio. “Yo era rompecanillas, como me decían, me apasionaba, era súper violento”, confesó sobre sus tiempos de hincha. El 24 de junio iba a cumplir 100 años y el domingo iba a ser homenajeado en la Feria del Libro. Se fue un maestro, un escritor emblemático, una de las plumas más importantes de América Latina.

Y un hombre de Estudiantes. El talentoso escritor tuvo un paso fugaz por las divisiones inferiores de Estudiantes de La Plata, equipo del que se hizo fanático desde que se instaló en la ciudad de las diagonales para completar sus estudios secundarios y universitarios. Sabato llegó a fines de la década del ´20 a La Plata, justo cuando en Estudiantes se destacaba una de las delanteras más recordadas de la historia del fútbol argentino: Los Profesores. Aquel equipo albirrojo que contaba con Miguel Angel Lauri, Alejandro Scopelli, Alberto Zozaya, Nolo Ferreira y Enrique Guaita fue inspirador de un amor que duraría hasta el día de su muerte. “No era un virtuoso, eso hay que aclararlo, pero iba y venía y no daba pelota por perdida”, contó alguna vez sobre su paso por las inferiores del Pincha, donde despuntó el vicio de la pelota, pero no logró hacer carrera. Luego, como hincha, disfrutó de todos los títulos de Estudiantes. En 1967, cuando el equipo de Osvaldo Zubeldía fue campeón del Metropolitano, Sabato tenía 56 años. Después llegarían cuatro Copa Libertadores, una Intercontinental, una Interamericana y otros cuatro títulos del fútbol argentino. Su última imagen en el viejo estadio de 1 y 57 fue en un homenaje que le realizó la dirigencia en 2004. Se lo pudo ver en la platea techada, con la camiseta puesta, y visiblemente emocionado. Como seguramente estuvo hace pocos meses, en diciembre de 2010, en el último título de su querido Estudiantes.

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