Para Solos Contra Todos
No repitamos conceptos. Estudiantes
continúa devorándose a sí mismo, como la serpiente Uroboros. Y ustedes han
visto lo ridículo que es cuando un animal intenta comerse la cola? Así está
Estudiantes, al borde del mamarracho, recordando con sus internitas, su puerta
rotativa de técnicos y un fútbol inmirable al Pincha noventoso.
Apuntamos recientemente el error de dejar
ir a Azconzábal: el apuro por encontrar un DT volvía a dejar en palabras los
planes de saneamiento, volvía a ubicar lo deportivo por sobre lo institucional.
Cuando lo lógico era terminar el torneo con el Vasco con una bajada de línea
clara de cara al futuro del plantel, y preparar así el terreno para un
Estudiantes sustentable mientras se buscaba un DT que aceptara las reglas del
juego, los dirigentes buscaron nuevamente técnicos antes de imponer las reglas,
dejando que venga cualquiera a exigir lo que quisiera: y si piden tres, nueve o
quince refuerzos es igual para una dirigencia que busca desesperada el resultado
inmediato antes que el largo plazo.
Bueno, caído lo de Pellegrino, por siesta,
lo de Sampaoli, por irreverente, y lo de Pelusso, por estar laburando, quedó en
evidencia la movida errónea: Estudiantes sacó un interino para meter otro, para
colmo con menos experiencia. Ante este panorama que dejaba en evidencia lo
impulsivo de algunas decisiones, el manotazo de ahogado: traer al Doctor, su
historia, sus espaldas, para acallar las voces disidentes y llevar a cabo la
mentada reorganización sin cuestionamientos internos ni externos. Bueno, el
gran Carlos Salvador Bilardo, fiel al club de sus amores, se ponía la camiseta
contra su cansancio, contra su laburo, contra todo; pero los propios dirigentes
que no encuentran la brújula le bajaron el pulgar al glorioso Narigón por
rencillas entre ellos. ¿Cuál es el misterioso plan de la comisión? A esta
altura, tras varios furcios y un presente complicado, se necesitan menos
discursos elevados y más explicaciones concretas.
¿Era pertinente la llegada de Bilardo? Pregunta
irrelevante a esta altura: lo que hay que preguntarse es qué pretende esta
conducción que bajó a Azconzabal en un ataque de histeria y sin ningún plan,
luego tiró nombres como si fueran hinchas hablando por la radio (repasemos:
sonaron los novatos Pellegrino, Vivas y Palermo, más Sampaoli, Pelusso y
Bianchi: todos pensados sin estudiar trayectorias, costos, ideas o, mas
importante, funcionalidad con el club, y descartados en un pestañeo) para
finalmente evitar la llegada de Bilardo, arribo que pintaba como esos
mesianismos que mal terminan, si, pero también esperanzaba con un 2004 bis,
cuando el Doctor limpió rápido y quirúrgico un plantel envenenado por las
internas y armó la base del ciclo 2005-2006 que culminó con el título.
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