viernes, 10 de febrero de 2012

TST: El tema del esquema

Para SolosContraTodos.com.ar

Hasta el jueves el tema sobrevolaba los debates pinchitas: ¿qué esquema usar? Los jugadores manifestaban su comodidad con el sabelliano esquema de 3 defensores y dos laterales volantes, pero había sido advertido ya que el Rana Iberbia ocupaba un rol para el cual no calificaba del todo. Para colmo, en un puesto vital para el funcionamiento del esquema, que precisa apertura de cancha y llegada desde los costados además de espaldas seguras gracias a un arduo despliegue (que el pibe si cumple). La ineficiencia del Rana en ofensiva redunda en un juego demasiado anunciado: Iberbia nunca encara, falto de confianza, y solo se la pasan luego de mucho preámbulo. Sin sorpresa por las bandas (Mercado aporta más pero el juego se recuesta demasiado por una banda) el juego pincha se volvió con Banfield un mix de centros anunciados y choque por el medio, donde existe una esperanza si se elevan los niveles de la Gata y Mariano González. Allí el segundo asterisco al esquema propuesto desde el inicio del match el sábado: tampoco Mariano González, con su potencia y sus muchas variantes, consegue clarificar juego y limpiar rivales con la comodidad del Enzo 2010. Es cierto que su dupla con Fernández merece un tiempo, permitir que se aflojen las piernas y el fútbol fluya. Pero el pasaje al 433/442 durante el match con Banfield (con la salida de Sarulyte y la entrada del Rayo, que jugó más de volante que de delantero) naturalizó el juego: el Rana como lateral, sin tantas obligaciones para pasar al ataque, los dos volantes ofensivos rompiendo constantemente las líneas y sin tanta necesidad de retroceso y la sorpresa de la Gata por el centro, capacitado para asociarse por todos.

Pero desde el miércoles el panorama ha cambiado. Enzo Pérez volverá a vestir la gloriosa albirroja, y sabido es que hacerlo recorrer la banda, si bien ha dado frutos (Enzo fue parte del campeón de la Libertadores jugando como 8), es un desperdicio de su explosión. Se imponen alas para el siete, dejarlo volar, soltarlo para que le complique la vida a todos. Con Enzo el esquema sabelliano consigue una pieza clave para su funcionamiento, pero a la vez continúa con el problema ya manifestado desde este espacio: el problema de la izquierda. ¿Reconvertirá el Vasco a Mariano González en un todoterreno por izquierda, como sucediera con Galván en 2006? Por potencia y calidad puede, pero el estado físico del ex Porto quedó en evidencia ante Banfield, cuando salió absolutamente extenuado a 20 del final de un partido de 80 minutos. Otra posibilidad es el 4312, con Enzo suelto y un mediocampo formado por Braña como cinco, con Verón y González como laderos y el necesario aporte de los laterales por las bandas. Opción que ilusiona con el vuelo que podría llegar a levantar el equipo.

El partido con el Taladro, de todos modos, merece varios asteriscos. No todo lo malo puede aplacársele al esquema: la propuesta defensiva del equipo de Da Silva, desde el minuto 1, impidió el fluir del juego bajo cualquier circunstancia. Estudiantes, con las piernas aun agarrotadas por la pretemporada, intentó no arriesgar demasiado, y la combinación muralla defensiva-previsibilidad casi opera como un coctel mortal. Finalmente se rompió el cerco de tanto ir y con el partido empatado y abierto, llegaron las variantes desde el banco que, más allá del cambio de esquema, dieron aire a un equipo cansado por los 40 grados de calor. Estudiantes aun se busca: busca sus sociedades, busca su funcionamiento defensivo, aún nervioso por momentos (en algún momento nos tocará hablar de eso: mientras tanto celebramos el regreso de Cellay a su nivel). Busca también su esquema. Lo importante es que consiguió ganar, por convicción, aun en formación y sin jugar del todo bien. Que hay una idea base. Y, como resaltó Boselli pos partido, es también muy importante que exista la versatilidad y la inteligencia, de jugadores y DT, para ejecutar distintos esquemas en un mismo partido. Falta. Pero vamos.

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