lunes, 28 de febrero de 2011

Se perdió más que tres puntos

Son cinco partidos, y ya la estadística no protege al DT pincharrata: 3 victorias y dos derrotas (una estrepitosa y otra cortando una racha de 16 partidos sin perder de local) no son una buena estadística teniendo en cuenta el equipo que le legaron a Toto. Es cierto, hasta ahora ha habido poco tiempo de laburo, y si la derrota contra Cruzeiro estaba en el horizonte de posibilidades (no del modo en que se dio) también ayer se podía perder con medio equipo conformado por jugadores que habitualmente no entran. Con una idea poco clara aun de lo que pretende Berizzo, y un funcionamiento consecuentemente deficitario, resulta difícil que los que menos han jugado puedan interpretarlo correctamente.


Pero a que quiere jugar Berizzo? Nos pasamos los días hablando sobre su supuesto bielsismo. El mismo enfatiza en cada conferencia de prensa su filiación. Hasta ahora, sin embargo, la exposición defensiva no ha traido frutos en el ataque. Estudiantes ha sido un equipo ancho y largo, que intenta obedecer el vértigo, la descarga rápida y la presión constante que el DT les indica que hagan, pero que no encuentra el modo de hacerlo de modo efectivo.

Increiblemente, vi al equipo mas equilibrado con el Taladro. Sobre todo en el primer tiempo, con algun momento donde las lineas se juntaron y la pelota pudo fluir y generar hasta algun peligro. Contando estas situaciones, genero muy poco, pero muy poco arriba, pero al menos abajo no se vio sorprendido por un equipo, a priori, de lo mas complicado para este nuevo Estudiantes, un equipo que se para de contra y que sabe tirar pelotazos con criterio y peligro, y que se defiende grandiosamente.


Ahora, todos los equipos que nos jueguen de contra nos van a generar problemas? Si es asi, todos los equipos, prácticamente, nos pondrán en aprietos, porque son pocos los que salen ingenuamente a atacar a Estudiantes. La defensa mejoro, pero el equipo sigue sin generar un juego ofensivo de una intensidad proporcional al modo en que expone su defensa: Estudiantes llego apenas 2 veces en 90 minutos, ninguna en el segundo tiempo, y daba la sensacion de no tener respuestas como equipo (tocar, buscar, triangular), sino de depender de las explosiones individualidades (mas especificamente de Enzo, que no estuvo). El vértigo genera que con la pelota en los pies los jugadores se alejen picando hacia el area o los costados, en lugar de acercarse y armar sociedades: el único modo de llegar al area es, desde esta perspectiva, con los constantes pelotazos y los centros absolutamente absurdos a la Gata que se sucedieron (era lógico si la idea era esta que jugara el Rorro). Fernandez ha metido algunos goles de cabeza, pero siempre con defensas retrocediendo: los pocos centros que tiro el Pincha ayer (porque se encontró poco hasta en posición de centrar) cayeron en medio de una defensa esperando los centros y teniendo que marcar a un petiso. Un gol de ese modo hubiese sido un milagro. Pero el verdadero peligro de la vertiginosidad que pretende el DT ha sido la perdida de claridad conceptual del equipo: y equipo que no sabe a lo que juega, rápidamente se frustra, se pierde en la cancha, se queda sin reacción mas alla de alguna guapeada de amor propio (sobre todo de la Brujita, ejemplo maravilloso quienes algunos osan criticar: se puso el equipo al hombro y luego absorvio la presion. Realmente, un tipo que piensa solamente en el bienestar del club, y que deja absolutamente todo. A no olvidar). La pelota no llega, o llega sucia, y se corre y se corre para nada. Se entiende la actitud derrotada del equipo hacia los últimos minutos, porque no se vislumbraba el modo de llegar cerca del arco, siquiera. Estudiantes repite caminos que no llegan anada, choca contra una pared constantemente. Es un equipo previsible e inconexo, que no ocupa ningún sector de la cancha con solidez, que no hace pie en ningún lado de la cancha.


Banfield desequilibro con dos jugadores: Carrusca y Gomez. Uno fue Pincha y el otro casi viene al club. Estudiantes eligio refuerzos de mayor perfil (Peñalba, Pereyra, Barrientos) mientras que el Taladro trabajo con lo que tenia. Seguro, Banfield no será campeón, pero conoce sus limitaciones y sabe a que juega. Hoy por hoy, con mucho menos plantel y con dos jugadores descartados por el club, es mucho mas equipo, y mereció la victoria por su inteligencia y paciencia, características de gran valor en el futbol desequilibrado de hoy y que supo cosechar Estudiantes y que hoy se ha perdido con la excusa de jugar un futbol frontal, directo, arrollador (que no vemos, pero tampoco defendemos).


Es cierto que la transicion es dificil: Berizzo agarro el equipo a una semana de la competencia. Error dirigencial, contratar a un DT tan diferente a lo que se venia laburando, con tan poco tiempo para el cambio y tantas obligaciones. Tampoco ayuda el bajo nivel individual, aunque en este caso hay que defender a los jugadores, porque el equipo hoy por hoy no se ayuda, no se solidariza, y muchos jugadores están sencillamente ubicados en la cancha para ser devorados (el caso de la Gata, o Iberbia ayer de stopper, que se banco todo pero aun asi se noto su falta de físico en el gol de Achucarro). Encima, los jugadores están cansados por la seguidilla de partidos y los agotadores entrenamientos bielsistas de la semana; sumados, claro, a que el modo de juego no vislumbra el descanso con la pelota. El desgaste es notorio, y por ello aflora tan rápido la frustración en el equipo. Cuando hay brujula, hasta los malos juegan bien: Estudiantes es hoy la antitesis de este 
axioma.


El “que se vayan todos” oculta el analisis, como siempre. Es justo pedir tiempo para Berizzo, pero tambien hay que tomar las medidas, sean bellas o no, para minimizar los daños producto de la falta del tiempo. Es el momento de que Toto sea mas pragmatico en estos momentos cruciales para el semestre: deberia empezar a jugar sencillo por un tiempo, volver a las bases, algo que sea posible de interpretar en el corto plazo, antes de quedar afuera de todo. Porque Estudiantes ha sufrido demasiados cambios ya: cambio el DT, luego el mensaje, el esquema cambia partido a partido, también los interpretes. No hay modo de acostumbrarse de este modo a un nuevo modo de jugar con tanto cambio, y es lógico que nadie, ni jugadores ni hinchas, sepan a que jugamos, que queremos hacer. Es fundamental volver a la sencillez, y desde allí, retocar lentamente, para no terminar de perder la confianza disuelta entre tanto cambio. Era el plan inicial, pero resulto ser una declaración del DT pour la gallery.  Si esto no ocurre en estos días, el sabado será mejor que los jugadores no escuchen a Berizzo. Ya ocurrio vs Quilmes, en el segundo tiempo, y deberá suceder otra vez: porque en una semana y monedas Estudiantes puede quedar afuera de todo. Pero la motivacion tiene que ser exactamente la inversa: en una semana y monedas puede dejar atras todos sus problemas y relanzarse, reinventado.  


Por suerte, esta semana crucial sera la primera semana entera de entrenamientos desde que asumio Berizzo. La seguidilla no lo ha dejado trabajar (habia que cambiar tanto, entonces?), los jugadores tampoco han podido respirar o absorver los conceptos y es logico que se haya dejado puntos en el camino (no es logica la forma, o la no-forma). Que sirva esta semanita larga para clarificar los conceptos, cerrar lineas y armar, al menos, por primera vez en la era Berizzo, un equipo humilde, medianamente solido y coherente, que sepa que quiere y como ejecutarlo aunque su objetivo no sea la conquista mundial, que plantee un equipo acorde y que siga un libreto a muerte, dejando las patas por la idea: para conseguir eso, la idea debe estar clara y debe ser convincente. Esta primera semana entera DEBE ser el inicio de esa claridad y convencimiento. DEBE SER EL COMIENZO DE EL ENCUENTRO DE UNA IDENTIDAD, perdida hoy. 



El futuro de Berizzo quedara definido según el balance que arrojen los resultados de los próximos dos partidos de Estudiantes.El futuro del Pincha también quedara marcado por los dos próximos resultados. Alrededor de ambos temas, DT y equipo, ya se ha discutido prácticamente todo. Quizas, inclusive, nos hemos dejado llevar. Por los resultados, por la impotencia, por el contraste.

En este momento no sirve, no aporta el debate: muchos pensaran que Berizzo no es el técnico adecuado, pero es el quien estará al frente del equipo para jugar el clásico y el partido clave de la Copa contra Guaraní. Este es un llamado al hincha de Estudiantes: a llenar el Cantri en lugar de los contestadores de las radios; a alentar en lugar de despotricar, hasta el final; a atenuar sus opiniones, en los bares, en los foros, a tomarse un tiempo de descanso del debate enfurecido. Dejemos trabajar, apoyemos al equipo, no al técnico o a un jugador. Son momentos cruciales para Estudiantes, y pueden ser importantes para su historia, o terminar simplemente en un regreso a la mediocridad. Entonces, si hay que dejar un dedo para ganar el sabado, como decía el maestro de Toto, que se deje.

The Falcioni affaire (II): el topo

Te lo dijimos, Julio. Era previsible. Para que fuiste para el cabarulo de La Boca…
A Falcioni un tal Riquelme le piqueteo el equipo. Es cuestión de tiempo hasta que lo hagan volver, o, simplemente, hasta que JR gane la pulseada y vuelva al equipo, a ser “enganshe” y correr cinco minutos por partido.
Falcioni fue llevado a Boca sin dudas para poner mano dura a la interna, para armar un equipo solido entre tanto puterio y lograr que lo sigan a el (y no a Palermo o a Riquelme) por resultados. Los resultados no llegan, y con Roman afuera del equipo, nos espera un cirquito mediatico de “versiones” lanzadas para llenar diarios y, por supuesto, manipuladas por el propio protagonista, que hace rato vive mucho mas del quilombo y la tapita del Ole que de jugar a la pelotita, pasatiempo que tiene olvidado entre tanta dudosa lesión.
Riquelme juega para el. No siempre fue asi, pero su figura fue ganando tanta importancia, casi mesiánica (como el Diego) y ganando tantos fanáticos acerrimos y detractores talibanes, que no es ningún misterio como, a medida que pasaron años y títulos y frustraciones, Riquelme se creyo el cuento de que era el dios xeneize y armo su cofradía contra todos los que rallen. Por supuesto, muchos confunden talento con bonhomía, y Romana si se convirtió en el mártir de la prensa (camino que sigue Gio, que dio mas notas lesionado que activo), que cree que es un incomprendido al que hay que cumplirle todos los deseos y caprichos porque es superior. Tipo de personalidad magnetica, sin dudas ha juntado, sobre todo entre los mas chicos, muchos seguidores gracias a sus declaraciones determinantes, absolutistas, que lo ponen a el siempre del lado de la diversión y la bondad y al otro en el lugar del malvado opresor.
Claro, esto no es cierto. No solo porque Riquelme juega cuando quiere, solo para lucirse y contradecir a los que lo bardean (incluso, técnicos), y quiere ponerse y sacarse cuando quiere y también, de paso, elegir el DT. No es solo por eso. Es cierto porque del otro lado quedan tipos que sencillamente quieren hacer lo que consideran mejor. La discusión es mucho mas racional del blanco contra negro que se plantea: esta bien sacar a Roman en este contexto pobre de Boquita? Falcioni piensa que si. Las razones son sencillas: es un jugador sin estado físico ni compromiso con el juego defensivo. No le sirve a sus intenciones. Queda alguna duda de que lo pusieron para tomar este tipo de decisiones? Sino, que dirija Riquelme, y listo.  

domingo, 27 de febrero de 2011

La gente hecha jugador




“Braña es la gente hecha jugador”, dijo Berizzo, demostrando haber entendido las cosas rapidamente y demostrando tambien el poder de contagio emotive que genera el Chapu, el corazón del equipo. Los propios jugadores sienten lo mismo,y y asi lo manifestaron al recibir el homenaje que el blog brindo a los campeones en formato revista: unánimemente dijeron que en la conducción del vehículo destartalado faltaba el Chapulin. Confian ciegamente en el 22, y en la cancha son liderados por el cerebro ambicioso de la Brujita, claro, pero también por el silencio emotivo del Chapu, que corre y corre y corre y obliga a correr al lesionado. Petiso, guapo y calenton, el Chapu ha dado mas de una vez el ejemplo y se ha clavado dolorosas agujas para poder pisar: y termino siendo figura. El Chapu muestra el camino sin decir nada. Y en momentos de dudas, de conflictos, de derrotas, su interminable correr muestra, mucho antes que declaraciones pour la gallery o llamadas de atención del DT, como debe afrontarse la adversidad: terminando con el eterno discurrir de las palabras, las peleas, las declaraciones y las dudas, y corriendo, metiendo, dejando todo. Por el compañero. Por el equipo.
El Chapu es quizas el maximo exponente de una raza de jugadores ninguneados y para nada apreciados por el periodismo (ese que dice saber que futbol le gusta a la gente) pero adorados por los hinchas. Estos jugadores, hombres verdaderos, que no se detienen en la queja, que declaran poco y seco, son, después de todo, la representación de los hinchas en la cancha, metedores, abandonando todo, físico, salud, por la causa, como cualquier hincha haría. El
periodismo (y mucho deterio barato) preferiría ver en la cancha, siempre, a los cincos aristocraticos, limpios, de cabecita levantada, pelota al pie y manito recogida. No hace falta ni siquiera aclarar que no recuperan, no contagian y no pueden jugar si no es rodeados por jugadores que se muevan constantemente por ellos, que les marquen el pase, que cubran las bandas, que colaboren con la defensa: demostración de ello es que hoy en dia estos jugadores no juegan nunca sin un cinco sucio a su lado. A cambio, claro, la claridad de estos iluminados le da al equipo una impronta mucho mas pulcra y clara. El cinco aristocratico es el jugador-emblema no del hincha, sino del paladar aristocratico. Los que dicen que al hincha le gusta ese futbol, se equivocan.
Al hincha, si se puede generalizar algo, le interesa la solidaridad, la garra, la entrega por el equipo. El Chapu Braña es, sencillamente, entrega, solidaridad, garra. Pequeño gigante, crack menospreciado y vituperado, es Estudiantes encarnado. El paladar albirrojo ya lo ubico en el pedestal de los héroes, y cuando los de afuera hablan de los finos que han pasado y juegan en el

club, ellos defienden el accionar del guerrero de toda la cancha, el hombre multiplicado. Y sin
embargo, en este juego dialectico siempre se escapa la verdad. Y la verdad es que Braña no es un rústico que mete y emociona: el Chapu es un grandísimo jugador, mucho más pensante de lo que se piensa, dueño de una gran inteligencia para limpiar la cancha empleando pases brujísticos y hasta gambetas verticales. Recupera la pelota y suele descargar rápido, sí, y a veces también la revolea: pero son las menos. En general, y a pesar del tole tole en el que se ve involucrado para quitar el balón, con la pelota
ya en sus pies y en medio de la vorágine levanta la cabeza, busca el pase y si no lo ve, mete enganches casi mágicos para quitarse los rivales de encima y aclarar el panorama. Quitarle la pelota es muy difícil, y cada vez más es él quien comanda los ataques cuando los caminos se cierran. Descargada la pelota, este pedazo de jugador retorna a su lugar y espera al próximo que quiera pasarlo con la media sonrisa de los corajudos, de los atrevidos.

jueves, 24 de febrero de 2011

Napoli: sciamo fuori de las copas


Napoli ha quedado afuera de las competiciones coperas. En una cayo por penaltis (que te pasa Pocho?) contra el equipo al que persigue con la cara sucia que tiene: Milan. Y hoy, un poco por amarguetes: era triunfo poronga en el Madrigal con napolitanos heridos y todo, y en 5 minutos al final del PT, con un poco de suerte, se dio vuelta todo. El segundo gol es una vergüenza de la intervencion absolutamente cesgada del azar. (Recuerda bastante el gol que abrio la fatidica noche para Estudiantes contra el Cru).

Ahora veremos en primera instancia... bueno, en primera instancia, cuantos minutos juega Sosa, que es lo que verdaderamente le interesa a este señor jugadorista. Sosa estaba tituleando en el torneo por la suspension del Pocho (saliveo cariñosamente a un rival) y ayer tituleo en copa porque Cavani esta cansado, pero... lamentablemente es suplente en el ideal, y no rotar no lo va a ayudar.

En segunda instancia, vamos por el scudetto. Este finde (creo que el lunes 3pm) hay partido clave para demostrar caracter y para alcanzar finalmente a las milanesas: Napoli-Milan, Milan-Napoli, en la cancha de ellos. Durisimo partido, pero hay que recuperarse y demostrar que estamos vivos.

Mientras tanto, en Europa (la Europa trucha, la Europa League) seguire de cerca el andar del Liverpool, el equipo de Gerrard que sin el capitan, el corazon, que estaba con lesion, igual se la banco y honro la mistica de los Reds clasificando con un gol de pedo sobre la hora. La partida del Niño Torres (INFLADO) y la llegada del borracho de Luis Suarez ya habian devuelto mi entusiasmo en el equipo de la tierra de los Bitls, pero ahora por lo menos puedo ver partidos donde jueguen por algo (en Liverpool en la Liga esta al horno con fritas, con alguna chance de llegar a posicion de Champions, y nada mas).

Y en la Champions? Quiero que a Mourinho le vaya bien pero que al Madrid mal. Que el Barsa pierda, pero en la final. Hincho por el Inter, pero tiene un pie afuera. Entusiasma el Tottenham, el caballito de batalla de los "liricos cultos", los que saben mas que el chamuyo medio y miran futbol en lugar de escribir sobre futbol. Pero, hasta donde llegara?

jueves, 17 de febrero de 2011

Desinteligencia (Estudiantes de BeriSSo)

Como golpeado por una caricaturesca piedra, Estudiantes ayer perdio la cabeza. La propuesta ofensivista que traia Berizzo (y que agrada a los jugadores, sin dudas) en el bolso se suponía iba a efectuarse con el tiempo y con trabajo, según sus propias palabras. Pero en apenas 15 dias bajo el mandato de Toto, Estudiantes intentó algo absolutamente diferente a sus habituales y exitosísismos planteos fuera de casa por copa: fue al frente, desbocado. Estudiantes perdió en dos semanas la inteligencia que había construido, en base a pruebas, a errores, a experiencia, con el cuerpo técnico anterior, la característica más importante del pincharrata pachorriento.

El primero llegó de chiripa. Pero Estudiantes supo estar, ante una mejor versión del mismo equipo, en desventaja en una final continental, y no por eso mandó a Desábato de lateral y se expuso tanto. Fue inteligente, aguantó, esperó el momento, y lo encontró. El Estudiantes de Berisso (no es este Estudiantes de La Plata, es un equipo barrial que usa la casaca rojiblanca) planteó las cosas de un modo absolutamente ingenuo de entrada, y ante el primer problema desesperó como novato. De un gol de rebote, Estudiantes se puso, solito, regalado, tres abajo. De estar a tiro se fue al entretiempo ya derrotado. El resto del partido no merece más análisis: Estudiantes entregado pero, como hacen los peores equipos, incapaz de retrotraer su idea, tragar su orgullo y cerrar la persiana; Cruzeiro, simplemente, aprovechando un mediocampo volcado en ataque y una defensa mano a mano y con notorios desajustes (y una defensa de 3, distinta a los 3 mentirosos de Sabella, tiene que estar muy aceitada, mucho mas aun contra los rapidos y habilidosos equipos del Brasil).

Estudiantes de Berisso se comió así la peor paliza de su riquísima historia copera. En todos estos años, Estudiantes, un equipo chico jugando contra poderosos continentales, nunca había recibido una goleada asi, lo cual habla de su predisposición al planteo inteligente y a saber cuando es hora de decir basta. Este Estudiantes, berissense, barrial, no fue en absoluto inteligente: regaló la cancha (y menos mal que era chica), con que objeto? Para demostrar que? Ya habíamos mencionado el déficit bielsista a la hora de jugar contra equipos poderosos, especialmente contra brasileños. Ayer quedó patente que la inteligencia bielsista se termina cuando empieza el fundamentalismo: ayer Berizzo no tuvo muñeca para cambiar ni humildad para deponer su idea, que estaba siendo vapuleada.

El Toto anunció una transición lenta pero ayer el equipo fue el suyo: fue Estudiantes de Berisso, como pedían muchos en la tribuna, formados bajo las gloriosas imágenes de la época del Cholo (que, tras aquel título místico, se perdió en las intenciones). Berizzo desarmó el “mezquino” equipo sabellista, una fórmula que ganó todo. Lo hizo demasiado a prisa, sin haber tenido tiempo para formar un equipo consistente, que sepa defender mano a mano, y que sorprenda en ataque (lo que sorprendió ayer fue que a pesar de tener posesión y ocupación del campo rival, Estudiantes no generó una sola jugada de peligro). Además, cambió en el partido equivocado, en el partido en que menos se justificaba un planteo como el que salió a la cancha: salir a jugar, desde el minuto 1, es una idea, aun con el trabajo y la preparación adecuadas, casi suicida, una invitación a que se diviertan los locales de contra. Cada gol agrava los problemas, como se vio, obligando a Estudiantes a jugarse un poco mas, y abriendo los espacios para las contras hasta que había estancias entre cada línea pincha. El plano internacional no perdona semejante nivel de ingenuidad.

No somos partidarios del ofensivismo, mucho menos del fundamentalismo: sin embargo, con trabajo y un buen plantel como este, en la medida que no se coma vidrio como anoche y se moderen ciertas intenciones en ciertas circunstancias, la propuesta puede multiplicar triunfos. Sobre todo en el nivel nacional, donde alcanza con una idea para ser competitivo. Pero la transición debe ser, en efecto, lenta: sobre todo ante la agenda cargada de partidos que permiten trabajar poco y que definen mucho.

El terrible mazazo propinado anoche invita a la desmesura, al morbo cataclismico, al “volve Sabella son todos putos”. Procuremos no caer en el pedido masivo de cabezas y analizar fríamente un golpe durísimo: la cantidad de goles afecta notablemente las chances de Estudiantes, es cierto, pero también es cierto que quedan 5 partidos, que se perdió el partido que era esperable perder y que Estudiantes, en los papeles y en el plantel que ostenta, sigue siendo mas candidato a pasar que Deportes Tolima y Guarani. Habra que refrendarlo a la hora de la verdad, desde ya, como esta acostumbrado Estudiantes por Copa, donde nunca nada es fácil: sufrió una goleada similar en Lima en la edición copera pasada (Sabella también se equivocaba, y las malas noches siempre suceden: aquella noche tampoco hubo respuestas y se cayo mansa e inesperadamente. Fue un punto de partida para un campañon), y en 2009 cayo por 3 ante el rival de anoche.

Para refrendarlo, Estudiantes deberá avanzar pasito a pasito. Primero, es necesaria una respuesta anímica ante Quilmes. Con Tolima, no deberá salirse desbocado, sino paciente: es un partido clave. Si la inteligencia no surge desde el banco, donde quizás la orden sea “ir al frente” por “la gente” (no gracias, por mi no), serán los referentes quienes tendrán que poner el pecho, como siempre lo hacen, y jugar con la cabeza fría. Estudiantes debe utilizar la inteligencia, porque ni siquiera en estos momentos (los mejores de su historia en términos de plantel) puede vencer por inercia, puede triunfar sin pensar y trabajar. Y Toto debe aportar su parte: si en lugar de armar el equipo de atrás hacia delante se plantea el golpe por golpe desde el inicio, deberá procurar que los golpes de Estudiantes piquen, duelan. No se trata de un problema menor, ya Sabella olisqueaba dificultades en la ofensiva y hoy por hoy Estudiantes depende por momentos únicamente de Pérez para romper líneas y llevar la pelota del medio hacia arriba. El espejo a imitar debe ser aquel primer tiempo ante Newell’s, que tuvo bastante de sabellistico pero que también obedece a la impronta bielsista que pretende el DT. Todavia hay tiempo, pero se espera que el “aprendizaje” que Berizzo menciono en conferencia sea también suyo, y mesure su postura fundamentalista. El overol no es malo, no se puede jugar siempre como uno quiere, a veces hay un rival también, y entonces hay que entender que trabajar los partidos y buscar variantes es necesario. El Arsenal (justo el Arsenal!) ayer mostro esa rebeldía e inteligencia, arranco rápido abajo, se comio un baile de novela y termino ganando el partido. Estudiantes siempre supo el valor de ser inteligente, pero ayer, por una noche, lo olvido. Que sirva de recordatorio. Esperemos que, tras el alerta roja de anoche, no se vuelva a ver esta versión improvisada y orgullosa, ese equipo barrial y frustrado; que vuelva el Estudiantes de La Plata, el solidario, el inteligente, el frio asesino de rivales.

miércoles, 16 de febrero de 2011

A proposito de todo un poco (notas sobre el bielsismo, Arsene Wenger, la llegada de Berizzo a Estudiantes y la necesidad de estetizar el futbol)

Para la lectura de este texto, recomendamos la lectura de la siguiente nota sobre Arsene Wenger publicada en 442 (el suplemento deportivo del diario Perfil)
Arsene Wenger es un tipo inteligentísimo. El método europeo incluye hace años el uso de estadísticas y tecnologías para afilar a los jugadores, pero su particular modus operandi incluye algo soslayado por la mayoría de los superprofesionales equipos del Viejo Continente: Wenger es un DT formador, que llena de conceptos a sus jugadores y, sobre todo, los insta a crecer como personas, los fortalece, en el marco de un proyecto beneficioso para el grupo. La psicología es un aspecto clave, como admite el mismo, en su modo de concebir el futbol, que necesita de “jugadores inteligentes”, como el los llama. Y aquí empieza parte de nuestro problema.
La inteligencia iria en primera instancia de la mano de la formación wengeriana, y todo jugador predispuesto, ya lo decía Marcelo Bielsa, puede aprender. Inteligencia seria, en estos términos, el mejor valor de los seres humanos, pues no es otra cosa que la capacidad de escuchar, rarísima habilidad relacionada a la humildad y a la amplitud mental. Pero en Wenger, inteligencia se mezcla con conocimiento. Y allí su discurso se torna elitista.
Retrocedamos. Wenger es un graduado de Cambridge por partida doble. Algunos lo consideran, inclusive, demasiado inteligente para ejercer de técnico (gran estupidez). Pero sus ideales revelan que su paso por la casa de altos estudios, lejos de relativizar posturas, comprender desigualdades y ampliar horizontes, fortaleció, fijo una postura ideologica y transformo a Arsene en un fundamentalista civilizado (esto es, un fundamentalista que defiende la civilización, la hegemonía). El futbol se volvió para el necesariamente atado a la belleza, al arte, en absoluto funcional al funcionamiento de un equipo. Para el, la belleza es irrenunciable, y también un acto de valentia. Alli comienzan a mezclarse los conceptos futbolísticos con los del espectáculo y el arte mistico: una mezcla que Wenger necesita hacer, por necesidad. Despues de todo, es un economista y abogado trabajando en una actividad menor. Necesita elevarla a la categoría de arte, y es en esa necesidad, en nombre del pueblo y de la dignidad deportiva, que
Como Bielsa, defiende racionalmente la belleza: afirma que la posesión y la ofensividad son los caminos mas seguros, mas pragmáticos, al triunfo. Sin embargo, como el director técnico argentino, la utilidad de los demás recursos le parece nula, y allí fusiona su discurso científico (inutilidad) a su discurso aristocratico (fealdad, indignidad). Su plan de juego se torna entonces previsible, sus variantes radicales se vuelven nulas y entonces, en el escenario grande, falla: allí donde es necesaria la sorpresa para romper con los esquemas, allí donde hay igualdad o inferioridad de condiciones y la superioridad de nombres y funcionamiento no alcanza, a los equipos de Bielsa y Wenger les toman la mano rápido y fallan (siempre de pie, siempre con dignidad mediatica) en el golpe por golpe propuesto, dejando al descubierto el verdadero problema de un futbol de mitos aristocratizantes: en el golpe por golpe, gana el mas poderoso.
Arsenal, efectivamente, no fue ningún desafio para el Barcelona en la ultima Champions, donde se esperaba un duelo entre los juegos mas bonitos del mundo y se termino con un global de 6-3 (también perdió una final de Europa contra el Barsa de Rijkaard). Se enfrentan hoy, y se espera que aquel partido donde Messi rompió todos los esquemas no se repita. Sin embargo, Wenger, como los bielsistas, es de la opinión de que con apenas 3 o 4 pautas se puede marcar satisfactoriamente. Messi conoce esas 3 o 4 pautas a la perfeccion, y el campo de los Gunners asoma como tierra fértil para su gambeta. El cambio del libreto asoma como signo de debilidad, cuando en realidad representa la verdadera inteligencia: el fundamentalismo es puro orgullo, puro machismo, egoísmo; la inteligencia significa adaptarse a cada circunstancia por el bien común. El discurso hegemonico, sin embargo, tiene a dos tipos rectos, trabajadores y valorables (al punto que Wenger rechazo al Real por no tener proyecto), atados de manos, creyentes de sus mitos y acreedores de sus beneficios, pero carentes de la rebeldía necesaria para la gloria. Un desperdicio, en un punto.
Argentina y Chile, bajo el comando de Bielsa, sucumbieron ante Brasil por no cambiar el libreto. Toda una alarma para Estudiantes, ahora que recibe a un discípulo de Marcelo para continuar el trabajo de Pachorra Sabella, en su objetivo por reconquistar una copa donde enfrentara dos veces minimamente al Cruzeiro y cuyos rivales de mayor envergadura son los grandes brasileños (con absoluto respeto por los demas equipos, ya que cualquiera esta en condiciones de dejarte afuera). La continuación entre Toto y Pachorra se da a partir de una moral de trabajo y perfil bajo, pero en términos ideologicos Pachorra asoma como un hombre de inteligencia y Berizzo como un fundamentalista del libreto bielsista, con un par de declaraciones a-lo-Bielsa y aquel cambio absolutamente de Matias Sanchez por Barrientos (se pretendía ofensivo, pero el cambio provoco la perdida definitiva de la pelota y, en consecuencia, un retroceso notorio y un peligro palpable para el equipo de La Plata). El bielsismo, hemos visto, tiene un lado pincharratista (obsesion, preparacion, tactica) y otro lado antipincharrata (deseo de "jugar lindo por la gente" -citado del libro de bielsa- y de ir siempre al frente porque ir para atras es cobarde y no sirve; sostiene Bielsa, dijimos, que la ofensividad es infinita, en cambio defender se defiende con cuatro o cinco pautas. Una gran mentira y un insulto a la escuela pincha y a los equipos pobres de todo el mundo que hacen de su defensa un arte con fines de gloria).
Dicho esto, el verdadero modo de ser pincharrata es reconocer que se puede ganar con cualquier herramienta, ya sea jugar todos abajo o todos arriba, si se trabaja lo suficiente. En realidad la historia pincha (inclusive pos Zubeldia) ha tenido equipos de paladar exquisito; el tema es que en general esos equipos no comen vidrio y, si hay que ponerse el overol porque el partido lo requiere, lo hacen sin chistar, en lugar de hacer un fundamentalismo de la retorica. Eso, se espera, es lo que deberá entender Berizzo, mas alla de que no estemos de acuerdo en no jugar con 5, en poner 5 delanteros o lo que sea: son cuestiones puntuales que no comparto pero que no hacen al "ser pincharrata". El trabajo es lo mas importante, el resto son discursos cesgados para la charla con amigos.

Gio: la polemica


Bueno, algunos lo habran visto, otros no. El domingo jugaron Racin' y Albo, y Albo, por algun motivo (ninguno de los dos esta en la lucha por el descenso) quiso guapear el partido. Pegaron todos, Racing se la banco y fue al frente tambien. Barrientos, de hecho, no pego particularmente, y tampoco se dedico solamente a pegarle pataditas al colombiano. Lo que si, le calento la oreja, le tiro un par de codazos sucios y cada roce era bien aspero: Barrientos es aspero, pero su malalechismo se atribuye a un antecedente inmediato -la agresion a Ramirez, ultima fecha-, y por ese antecedente quieren ahora convertirlo en criminal.



La tapa de Ole habla a las claras de la manipulacion ideologica que los medios hacen de los acontecimientos: ellos creen que lo hacen justificadamente, "por la causa"; olvidan los cientos de lesionados habilidosos de equipos chicos que nadie cuida y cuyo maltrato ellos jamas denuncian, mucho menos con tapa negra. Sin embargo, a la vez, y contra sus propios intereses polemicistas en primer lugar e ideologicos en segundo (cuidar a los habilidosos, siempre y cuando sean jugadores de club grande), la tapa tambien refleja lo que en verdad sucedio: Gio se lesiona por ir a pegarle a Barrientos. Le pega mal, cae y cuando se levanta tiene los ligamentos rotos. Barrientos, con Gio en el piso, muestra la hilacha y le tira una patadita (una irresponsabilidad, ya que habia conseguido controlar al colombiano y podria haberse ido expulsado por ello) pero no lo lesiona. Los medios, sin embargo, ya lo condenaron a la silla electrica.

Recomendamos la lectura de la siguiente nota, "Desagravio del malaleche", para desintoxicarse un poco

viernes, 11 de febrero de 2011

El espectador ocasional y el hincha de las orillas

I.
La NBA se promociona como el sitio “where amazing happens”: donde sucede lo maravilloso. Increible campaña publicitaria, por lo sencillo y trascendente de su concepto: con tres palabras, definen su deporte como el lugar de lo maravilloso, lo magico, lo que esta mas alla de nuestra racionalidad, lo que abruma nuestros sentidos. Es decir, aquello que todo espectador busca en un espectáculo, y también, aquello que se espera del arte. Sin embargo, el espectador ocasional de basket se encuentra con un deporte cortado, de muchos puntos de rutina, laboriosos, mucho roce, y poca espectacularidad. No puede apreciar las heroicas batallas bajo el aro, no percibe los esfuerzos o las proezas técnicas (mas alla de una volcada, pongamosle, técnica por demás vendehumo) ni tampoco las maravillosas estrategias para abrumar una ofensiva, que para el espectador ocasional solo hacen al juego menos parejo, mas aburrido.
El futbol tiene un proverbio similar (“en el futbol cualquier cosa puede pasar”) que en la practica lejos esta de ser real. Por poner dos ejemplos obvios, el Real lleva década y pico sin perder de local y el Barsa es apenas, con suerte, un equipo al que le podes rascar un punto. Pero, como aquella frase de cabecera del basket de los Estados Unidos, la nocion sirve para acercar espectadores. Tambien aca, como en aquel genial capitulo de los Simpsons donde la familia se acerca a un partido de futbol porque en la publicidad los jugadores estallan –literalmente-, y que ilustra a la perfeccion el dilema del espectador ocasional, este tipo de hincha, el que va atraído por los faroles, se pierde la gracia, simplemente. Quizas compre una platea, se siente al lado de un par de famosos y eso aliviane su desinteres: el futbol (sobre todo el futbol europeo, es decir, el ombligo del mundo futbolero) es mas y mas como una de esas obligadas salidas aristocraticas a la opera, donde a veces hay que acudir aunque no se soporte el espectáculo. El espectador cada vez mas un espectador teatral, que acude a ver algo maravilloso, elevado (es decir, algo considerado por todos como elevado y sublime), como aquello que le gusta pensar a la gente, es el Arte. Como muchos espectadores teatrales, el acercamiento superficial al gusto aristocratico no lo convierte en un conocedor: el espectador teatral se pierde la perfeccion de un cambio de frente, de un pase del 5 que limpia la jugada. Solo reconoce la emoción superior del gol, y si es un principiante absoluto, no puede evitar sentirse desilusionado con el espectáculo.
Este espectador es el que desplaza, lentamente, al hincha. El hincha quiere que su equipo gane y adora el triunfo inmerecido, sobre la hora, inclusive la trampa: es la voz del apasionamiento, del amor, donde el fin justifica los medios. La idealización folclórica del hincha (el Hincha) lo ha convertido en un ser de naturaleza ingenua, impoluto por las racionalidades del mundo moderno (un absurdo, teniendo en cuenta la diversidad de hinchas que existen) y por ende amante del “buen futbol” no por aprendizaje sino porque lo estético apela a cualquier espíritu (omitiendo que lo estético, lo bello, es una construcción y un idioma particular, ambos pertenecientes a la hegemonía). “El futbol que le gusta a la gente”, dicen. Pero los medios moldean las opiniones y los hinchas apasionados ven a sus equipos, pobres, peleando el decenso y visitando la Bombonera, meterse atrás, y sufren vergüenza. Reconocen que no están a la altura del buen gusto, se someten ellos mismos a la inferioridad. La culpa trunca las rebeldías potencial: pero son otros mecanismos mas directos los que desplazan al hincha de la cancha. El Hincha, el folclórico, es pobre. En Europa, no puede pagar los precios y ya esta siendo desplazado, también a partir de su criminalización: si el futbol ha de elevarse, si ha de dejar de ser el opio de las masas, el entretenimiento de los barbaros, para volverse sublime espectáculo y negocio millonario, lo primero será justamente tomar distancia de la marginalidad, y la distancia se ha tomado sencillamente a través de medidas económicas que afectan al hincha tradicional y a la vez apelan, también desde allí (desde la limpieza del individuo que incomoda y desde la conversión del juego en un espectáculo caro, privilegiado) al hincha nuevo, que se acerca como modo de adherir a un modo de vida, que va a la cancha como se va a la opera o a Punta del Este en vacaciones, con la intención (generalmente trunca) de acceder a la aristocracia. El hincha nuevo es, entonces, el burgues que intenta aproximarse al ideal aristocratico. Defiende por ende la nocion de espectáculo y se acera a la cancha ya siendo una parte consustancial del sistema que perpetua las diferencias: ya es un hincha teatral, que no pretende conocer el juego sino volverlo sublime, maravilloso, misterioso. Se prende con los lujitos para la propaganda de zapatillas, con los firuletes, pero no puede ni quiere desentrañar el funcionamiento defensivo de un equipo. No es un conocedor del deporte, sino un espectador del show. Y la creciente televisación no hace mas que acentuar la teatralidad del futbol. El futbol se vuelve entonces el equivalente a ir al cine, al teatro, a ver una película en casa: un placer estético y ocasional el cual para comprenderlo no hace falta demasiado para desentrañarlo mas que sentido común. El espectador se vuelve inconcientemente (y aun si concientemente es un opositor) consustancial al poder, adherente sin quererlo a una ideología que es la que perpetua la pirámide del poder (en este sentido, el cine y cualquier lenguaje tomado a la ligera también presentan esta peligrosidad). Despues de todo, quienes son los mas aptos para practicar este futbol lujoso? Quienes serán los ganadores si todos intentan practicarlo? El ejemplo español ilustra demasiado claro que, en una Liga donde nadie marca y todos pretenden marcar golazos, los dos equipos multimillonarios ganan todos sus partidos y vuelven monótona la competencia (algo que no interesa al espectador ocasional, pues no sigue la Liga en su desarrollo: va de vez en cuando a ver un partido, por el espectáculo en si mismo y no por el resultado, sigue al equipo en la tele de fondo o en diario,).
El redito es doble: en primer lugar, obviamente, el redito económico que permite mantener la parafernalia de compras y ventas a partir de la elevada recaudación de los partidos y de la venta de los objetos de culto (camisetas, ropa deportiva, etc) que se consume, típico comportamiento de turista que pretende demostrar su “buen gusto” (es decir, pretende formar parte de la clase alta) fotografiándose con monolitos legitimados en el mundo, demostrando que puede, como la clase alta, viajar por el mundo; el segundo redito es sutil: el pasaje paulatino hacia un futbol “civilizado”, es decir, de valores burgueses y aristocraticos (orden, armonía, belleza, inspiracion) extingue las ideologías peligrosas, sofoca ese futbol sucio y guerrero que solo quiere victoria (el futbol barbaro del verdadero hincha, el futbol pragmático y por ende mas desprejuiciado respecto a los métodos utilizados para alcanzar el objetivo) de los paladares de los espectadores, los margina del futbol. Su futbol se vuelve amoral (la amoralidad y la fealdad están intrínsecamente ligadas, desde ya, como parte del mismo mundo marginal en el imaginario aristocratico, opuesto geométricamente a su mundo moral y bello). Este trabajo de deslegitimación (que ya tratamos) genera la culpa del hincha y su conciencia de no pertenecer a la clase dominante.
En Europa el futbol ya es un espectáculo: y ganan siempre los mismos, porque sus hinchas (la fuerza invisible) han dejado de creer en hazañas y se han rendido obnubilados por el reino del dinero. Las hinchadas han dado lugar a los espectadores, que sentados observan desapasionadamente el espectáculo, con estrellas de cartel y todo. Se alegran, gritan goles, y no importa demasiado el resto. La preparación de los equipos permanece misteriosa, como el backstage de una obra de teatro. Lo que sucede en la cancha también es bastante misterioso (inclusive su “belleza” es una categoría misteriosa) salvo por dos o tres conocedores que se interesaron en la materia no como los barbaros enfermos latinoamericanos, sino desapasionadamente como un académico: después de todo, el futbol ha logrado el objetivo de legitimarse, de justificarse, de elevarse, a partir de los procedimientos discursivos y la limpieza señalados.
En Sudamerica el orgullo de los hinchas permanece, fiel a la idiosincrasia barbara y mitificadora latinoamericana: sin embargo, siempre el hincha de conjuntos pobres se siente culpable por los modos de su equipo. El hincha sudamericano, alejado del progreso, a orillas de la civilización, es un hincha contradictorio. No es el Hincha del folclore, y tampoco es el ultimo bastion de la verdad en un futbol dominado por mentiras mediaticas: también generaliza, prejuicia y sus palabras están necesariamente atravesadas tanto por los discursos hegemonicos del lujito y la opulencia, como por su propio pragmatismo que lo lleva a querer ganar y a justificar cualquier victoria (no creemos exagerar al hacer esta descripción). Es un hincha de orillas, en posición ejemplar entonces (ya lo explicaba Borges) para hacer del material “universal” (el futbol europeo) lo que se le de la gana. Lamentablemente, el poder educa siempre hacia la civilización (siempre a la sombra y nunca por la independencia) y la civilización no deja de ser una construcción que lleva siempre hacia la desigualdad.

II.
Entraremos ahora en una perorata de panfleto social, exagerada y gritona, uno de los puntos mas fundamentalistas y viscerales de nuestra teoria.
Cuando nos dicen que el futbol espectaculo es para los hinchas, hemos convenido al borde de la teoria conspirativa que los hinchas son lo que hemos dado en llamar "el espectador ocasional". Pero el espectaculo y el arte, esos valores que se exaltan, han operado desde el inicio de los tiempos como opio paralizante, como adormecedor y transmisor de ideas hegemonicas: no se trata de informacion subliminal sino simplemente de hacernos adherir inconcientemente, a partir de acostumbrarnos a sus simbolos y sus valores, a la nocion de que lo alto, lo bello y lo civilizado es bueno. A aceptar el modo en que las cosas operan, aunque siempre ganen los mismos.
El espectador ocasional, que es siempre burgues, como todo burgues quiere elevar su clase y acepta los preceptos aristocraticos para acercarse. La clase baja, lo hemos mencionado, acepta su distancia, acepta no pertenecer. Todos se resignan.
El espectaculo no es entonces algo sublime que le prestan los dioses y aristocratas a los menos afortunados, sino un vehiculo de dominacion muy sutil y por ende terriblemente efectivo. Hemos hablado ya del redito economico de elevar la clase social que va a las canchas mediante la sublimacion del deporte, pero existe un redito mas tenebroso, un redito social, el mantener a las clases inferiores pasivamente observando, aceptando ser dominados, en lugar de participar de la vida social de su club y, por extension, de la comunidad. La nocion absurda de que la mera exposicion a "lo elevado" (construccion descarada) eleva el alma del espectador es el gancho mediante el cual se adormece a las masas.
No es curioso entonces el ataque de los poderosos a aquellos que amenazan la hegemonia: su ataque es un ataque al orden, y su ejemplo, el de el esfuerzo, la formacion y la superacion como formas de conseguir objetivos, son exactamente lo opuesto a lo que pretende la aristocracia, es decir, que se de por sentado que existen equipos sublimes, cercanos a Dios, y que se trata de una distancia insalvable, que no puede superarse. El futbol transmite como cualquier otra actividad estos valores, solo que como el cine o la musica, el modo en que es consumido (pasionalmente y no racionalmente, a partir de la exposicion pasiva y no el analisis) resulta particularmente efectivo para mistificarlo, rodearlo de misterio, y, una vez que se ha hecho imposible de comprender racionalmente, imponer el discurso hegemonico. Si algo no se conoce verdaderamente, no se puede vencer. Si no se conoce el modo en que funciona el discurso futbolistico, si se aceptan discursos que definen el modo en que se juega a partir de la improvisacion, se acepta necesariamente que existen equipos naturalmente aptos para el futbol y otros no tan dignos. Se naturaliza la polaridad, y se apagan asi las rebeldias. El futbol sigue siendo de los poderosos y, de paso, se convierte una actividad comunitaria potencialmente generadora de conciencia y rebeldia en una actividad adormecedora.

(Advertimos que esta parte seria morbosamente panfletaria. Asi ha sido. Estamos bastante convencidos de lo que decimos, pero sabemos que se trata de exageraciones y que se incurre en inexactitudes.)

jueves, 10 de febrero de 2011

La reproduccion

El establishment del futbol no puede dejar de pensar en el Barcelona. El Barcelona representa todo lo que siempre soñaron, y ahora se ha convertido en una moda. Como toda moda, se trata de un estereotipo, de una versión superficial lo que se adora.

Batista ha buscado resguardo en la figura del Barcelona, como los antiguos cuando nombraban a Aristoteles (palabra santa), y su proyecto (que ha presentado algunas aristas interesantes pero se ha encargado de vender el mismo humo ignorante que aman los medios) se ha convertido, sencillamente, en “imitar al Barcelona”. Lo repite seguido, y en seguida se terminan las preguntas, las explicaciones, y empiezan los elogios y las palmadas. Que loable, Don Checho, al querer alcanzar el ideal, la belleza, al querer inundar nuestros corazones de alegría con triangulaciones y toqueteiros cancheros.

Batista es el punto mas álgido del uso que se hace del Barcelona. Se lo invoca para proteger cualquier proyecto, pero se lo conoce solamente de modo superficial y son las superficialidades lo que se copia. Como reza la revista Barcelona (sincronicity?), se trata de una solución europea a los problemas argentinos, como siempre.

En tres niveles se copia al Barcelona, cada uno mas profundo que el anterior, y cada uno mimetizado de un modo mas superficial que el anterior. Primero, Batista intenta copiar el uso de las individualidades, explícitamente de Messi, que hace el Barcelona. Messi es para Batista el Messias. Procura ubicarlo en el mismo lugar que en su club y rodearlo de jugadores similares, esperando reproducir la alquimia mágica que lo hace funcionar tan bien. Pero en el Barcelona es un actor mas, importante pero parte de un sistema, mientras en Argentina es el salvador, y todas las pelotas lo buscan y el resto es un satélite de el. Sin alternativas mas que la gambeta de Messi ni adaptación al tipo de jugadores que tiene la selección en las posiciones de defensa y mediocampo (que hacen integralmente a la labor de Messi en el Barcelona, y a la labor del Barcelona en si), el equipo ha desplegado un juego bastante lejano al juego de toque y desmarque blaugrana.

Aquí entramos enseguida en el segundo nivel de mimesis: la reproducción táctica. Para ubicar al Messias en su lugar privilegiado, se copia el numero telefónico sin demasiado análisis. El doble cinco que presento Batista, por ejemplo, era un doble cinco recuperador; el doble cinco del Barsa es el motor de todos los ataques. Alrededor de Xavi y Busquets, los tres mediapuntas se disparan en diversas direcciones buscando el pase profundo. Se suman los laterales (que no existen en Argentina) para dar variantes y sorpresas. En Argentina, la recuperación de Mascherano es seguida, de inmediato, con el pase al salvador. En Barsa, Messi es el anteúltimo o el ultimo pase, de ninguna manera es el cerebro, el generador, y todas sus muchas asistencias son desde el borde del area. El problema es antiguo: en Europa juegan con cuatro líneas hace dos décadas, mientras que en Argentina, la tierra donde la táctica es un invento, lo mas similar a cuatro líneas (que permiten un juego mas fluido, un pasaje de ataque a defensa y viceversa, menos abrupto y mas voluminoso) es el enganche, que engancha mediocampo y delanteros. De el depende, básicamente, todo el ataque. No es para nada extraño que su figura, entonces, este siempre simbolizada como la del salvador, pues la dependencia en su lámpara mágica es absoluta; a la vez, esto genera que el enganche sea siempre, necesariamente, irregular, siempre jugando demasiado arriesgado, sin variantes para triangular y pasar, necesitado siempre de la gambeta y el pase maravillosos. Europa hace rato viene alargando la famosa manta corta, y el Barsa tiene en ello la ventaja, por ser heredero de la formula holandesa del futbol total, y perfeccionarla. Su ofensivo futbol no come vidrio, defiende con cuatro y adelanta su línea de defensores lo mas posible a partir de una presión asfixiante. Lineas cortas y colaboración de todos sus jugadores (no hay divismo y todos se raspan la cola) para recuperar: la mejor opción es el pelotazo de contraataque, pero utilizarlo (como hizo Inter) resulta inmoral, poco digno. Nada de esto muestra la táctica de la selección hasta el momento. La mistificación del equipo oculta el análisis completo (que incluye el muy buen trabajo en la recuperación de la pelota) del modo de juego del equipo blaugrana.

Por ultimo, se intenta a menudo mimetizar “el proyecto” o “la ideología” del Barcelona. No se tiene en cuenta, sin embargo, que se trata de un proyecto de décadas, que ha dado sus primeros frutos ahora con esta generación de jugadores de la cantera, que han mamado este estilo holandés desde pequeños, que se conocen a la perfeccion y han sido entrenados no solo jugando partiditos, sino practicando intensivamente ejercicios tecnicos para pulir las formas. El Barsa no hace tiki tiki. No come vidrio, no vende humo (aunque recientemente, en la opulencia, hubo que escuchar a Guardiola orgulloso de no concentrar). Trabaja en todos los niveles en serio, con un tiempo y un dinero del que no dispone ningún club latinoamericano, o la Selección, que quizás pueda costear un proyecto económicamente(pero no lo hace; venimos de doble debacle de Sub-20, no eramos el semillero del mundo?) pero no dispone del tiempo para criar un equipo.

Pero claro, es mas fácil decir que vamos a intentar jugar como el Barsa que asumir la imposibilidad y buscar alternativas reales, para ganar con lo que se tiene y con lo que se puede. Argentina no tiene una base fija, y pretendemos jugar con un equipo que se ve las caras y patea la pelota todos los días desde hace 15 años.

La reproducción de los modelos hegemonicos, la imitación de la opulencia, es peor que el resultadismo del que acusan a muchos laburantes serios, que no venden humo, atrasa, y los resultados negativos vienen sucediéndose hace tiempo ya con esto de la nuestra. Generan eterna dependencia, generan resultados desastrosos al enfrentar a quienes han realizado estos modelos descriptos con éxito. La posibilidad de conseguir un titulo mundial se aleja, y muy pronto seremos un Uruguay, contento con puestos de podio. Brasil al menos permanece por la fuerza de un pueblo muy numeroso y amante del futbol como nosotros. Pero también deberán dejar de creer en mentiras visuales y ponerse al dia. Quizas sea hora de terminarla y construir algo en serio, pero parece difícil la reacción, obnubilados como estamos por la maravilla aristocratica blaugrana.

martes, 8 de febrero de 2011

De mañas y arbitrajes

Los discursos son tendenciosos, y no caprichosamente. Es un hecho histórico que equipo que molesta es tildado, desestabilizado mediáticamente, como el anti-futbol: se niega, directamente, que su estilo pertenezca al futbol, se lo trata de indigno, de tramposo. No se trata de una conspiración, repetimos: simplemente, los intereses de los clubes hegemonicos son los intereses de los medios porque se recauda mas con sus victorias. El bombardeo mediatico de discursos parciales que tienen como intención negar al peligroso equipo molesto, ha generado, a partir de un trabajo de décadas, nociones instaladas de apreciación del juego, a partir de las cuales se hace un análisis natural, que se cree objetivo y racional, del deporte. Este análisis esta sesgado de un modo mucho mas sutil que la verborragia obviamente fundamentalista de Pagani, esta estructurado en el cerebro y correrse medianamente de la lógica hegemonica es prácticamente imposible, pues se encuentra fuera del rango de posibilidades de pensar, fuera de los casilleros mentales, del paladar construido.
Por este motivo, las mismas practicas tramposas son llamadas mañas cuando las ejecuta un equipo hegemónico.
En principio, entonces, definamos el término para no caer en inexactitudes o juicios caprichosos: las mañas son modos legales no habituales de conseguir algo. Son formas de la inteligencia, recursos para conseguir resultados que por “naturaleza” (recordemos siempre que se trata de una construcción) serian imposibles. Las mañas juegan con la legalidad solamente en el discurso: los reglamentos no mencionan ni que sean legales ni que sean ilegales, pero el discurso las condena (o las aplaude, porque cuando las ejecutan los grandes son rasgos de picardia y experiencia). Las mañas son técnicas no aprendidas en los entrenamientos (hemos ya hablado de este tema: los entrenamientos no enseñan lo que deberían por prejuicio, y técnicas para ganar la posición, generar fules o aguantar la pelota solo se adquieren a través de la experiencia).
En ese sentido todo equipo tiene mañas, modos de alcanzar el resultado que no tienen que ver estrictamente con lo técnico (porque no es practicado, y no porque no sea una técnica) sino con lo técnico ligado a la inteligencia, que es la que permite liberarse de ciertos prejuicios y conseguir a partir del ingenio beneficios de situaciones adversas “naturalmente”. Los puristas del futbol piensan que juegan un futbol impoluto de estas trampas, cuando en realidad en sus equipos juegan siempre viejitos piolas, manejadores de árbitros, cuando en realidad mientras sus defensores tienen carta blanca para pegar, sus delanteros son maquinas de la victimización que fingen foules y reciben penales de regalo.
No merecen, futbolísticamente, mas análisis que este las mañas, a las que se les ha dado un rol demasiado preponderante desde los medios (para deslegitimar los triunfos de los chicos) y, como consecuencia, han sido adoptados por los clubes pobres o como culpa (de utilizarlas como recurso), que no es sino el reconocimiento sumiso, resignado de su distancia con los grandes, de su condición de chico; o como valor, rebeldía pura que resignifica aquello de lo cual se lo acusa. Aun asi, no debe edificarse la contrahegemonia en mañas, complementos naturales de la estrategia y del deporte demonizados que no deben ser nunca mas que complementos: la viveza nunca debe ser el eje, porque sino se sigue cayendo en la improvisación y la mistificación, en lugar de planificarse un modo colectivo (y no individual) de superar los obstáculos (modo que siempre incluirá el mañoso proceder).
Pero sí nos sirve la categoría, ambigua y abarcativa, cuando analizamos la apreciación del futbol. La tendencia a ver el futbol a partir del paladar aristocratico, que se legitima queriendo igualarse a las bellas artes, desde ya provoca un fuerte rechazo a este tipo de estrategias que juegan con los límites de la legalidad. Sin embargo, su apreciación hipócrita esta a la vista: mientras los jugadores que manejan a los árbitros son vistos por los medios como experimentados y sabios cuando participan de los clubes hegemonicos o aquellos que simpatizan con su ideología; de la misma manera los jugadores habladores son tramposos, mañosos, cuando participan de equipos chicos y ponen en riesgo, con sus estrategias, la pirámide hegemonica. Del mismo modo desigual se analiza a los equipos: mientras unos son solidos, los otros son defensivos; donde unos son inteligentes, los otros, tramposos. Lo que se juzga no es la acción en si (de hecho es imposible analizar la accion pura, sin un discurso que la explique, y por ende la parcialice, funcionando por detras), sino la peligrosidad.
Lo verdaderamente revelador de la categoría, sin embargo, no es esta practica discursiva común, que tiñe todo lo futbolístico: son sus alcances, sus efectos inmediatos, concretos. Porque los arbitrajes no son, al menos en la mayoría de los casos, parciales por corrupción: lo son porque están inconcientemente atravesados, como todos, por el poder hegemonico. Creen leer con objetividad a las jugadas, pero deciden castigar con amarilla o “dejarla pasar” porque inconcientemente, gracias al descripto trabajo de bombardeo mediatico y a las posiciones heredadas, arraigadas, tienen ciertos conceptos de los jugadores y de los equipos sin percibirlo de modo conciente, conceptos que inciden, que tiñen sus decisiones. Entonces, donde un jugador de equipo grande (pongamos, por caso, Almeyda) “llego tarde” (pues no hay modo que un jugador de River conciba dañar a un rival sabiéndose superior, es decir, no necesitando mancillar su pureza para lograr el triunfo), otro, de equipo chico, desconocido para el arbitro, es necesariamente mala leche, sucio, pobre, ha querido herir al pobre jugador rival, por envidia, por falta de técnica y de recursos para alcanzar el triunfo de otra manera. Y también pesa a la hora de los juicios en todo arbitraje la repercusión mediática que tendrá la elección, que será “premiada” o “castigada”: cada decisión tomada en contra de un grande será analizada durante toda la semana con lupa en los multimedios, aunque se haya tratado de una decisión correcta. La exposición es el castigo y como se tiende a no analizar demasiado, sino a basar argumentos enteros en títulos de diario, el árbitro quedará, en la opinión de los medios y de la gente, como “aquel que cobró ese penal” en el Monumental. Lo cual incide directamente en su carrera: seguramente aquel árbitro tardará en volver a dirigir un partido de un club importante (y probablemente no dirija más al equipo que perjudicó), afectando su futuro. Asi se omiten penales, asi se elige en una milésima de segundo, un acto para nada conciente, no echar, no levantar el banderín.
Son dos, entonces, los modos directos en que el discurso de la trampa opera en el inconciente arbitral: a partir del necesario castigo para los “malos”, y a partir de la potencial exposición que supone castigar a los “buenos”. Descriptos estos modos, queda claro que ya no se puede hablar de igualdad de condiciones adentro de la cancha: las economias de los clubes y su poderío, las opiniones de los medios y los resultados de los partidos se encuentran asi sutil pero intrínsecamente liadas en una trama que no es conspiratoria, sino meramente conveniente.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Cuidar el patrimonio

Acaba de presentar la renuncia a la dirección técnica de Estudiantes de La Plata Alejandro Sabella. Y lamentablemente son los dirigentes, que deberían apuntalar desde las sombras, quienes interrumpen un proyecto exitoso a partir, al menos, de cierta negligencia: no cuidaron, no lo suficiente, a Pachorra. No se trata de la persona, a quien valoramos por su honestidad, por su capacidad. Se trata del club: el proyecto visionado tenia a Pachorra a la cabeza por muchos años mas, porque conoce y ha sabido manejar a los jugadores como nadie, porque ha logrado contagiar el sentimiento pincharrata hasta a los foraneos, porque es un educador, una persona idonea para realizar un proyecto a largo plazo, alguien de la casa, con capacidad y que pretenda enseñar a los mas jóvenes, transmitir lo que es Estudiantes, por que es diferente.

Ahora vendrá seguramente un ave de paso, será bueno o malo pero se marchara cuando concrete el éxito o el fracaso, sin dejar demasiada huella. Para los jugadores no será lo mismo, un grupo tan alineado detrás de su figura. Habra que ver como continua, quien llega, pero lamentablemente el mercado no esta saturado de opciones. Vendra además el lógico periodo de adaptación, que no tendrá demasiado tiempo para llevarse a cabo, dadas las obligaciones deportivas que se afrontaran.

Se habla de desgaste y demás correciones politicas, pero todos sabemos que el desgaste no es con el trabajo, sino a partir de los roces que le pusieron los de adentro. Desde julio de 2009, Sabella pide un delantero suplente. No un titular, posicion en la que siempre tuvo (Boselli-Rorro, aunque llego lesionado, confirmando el por que del pedido de Pachorra), sino un suplente. Pero los dirigentes dejaron pasar varias oportunidades (Franco y Farias, concretamente, pero basicamente durmieron, a proposito, en todas las negociaciones) y finalmente, en este mercado de pases, a pesar de que Farias se ofrecia a si mismo (se hablade que tambien en el plantel no querian que un tipo que viniese de afuera cobrara mas que ellos), cerraron las transacciones sin consultarlo con el DT (y a traves de los medios!) una vez concretado el pase de Nelson Benitez. Esta novelita se suma a otras, historias de contrataciones que el DT no consideraba fundamentales y se hicieron (y luego no alcanzo el dinero para lo que el DT consideraba fundamental para el proyecto) y de refuerzos prometidos y no concretados. Una historia cuyo punto álgido fue la previa de Abu Dhabi, donde los dirigentes no se acordaron de los refuerzos que pedia el DT hasta que fue demasiado tarde, y en la cita mas importante en 40 años, Estudiantes jugó con un plantel mas que diezmado. Pasaron los meses, y tras algunas derrotas la gente comenzó a recordar aquel partido como “el que perdió Sabella” (hoy, con las goleadas que meten los monstrous azulgranas y las victorias de Sabella, llega la rectificacion). El expuesto, claramente, ante los errores dirigenciales, es el.

El campeonato pasado, Pachorra hizo verdaderos malabares magicos para conseguir un equipo competitivo sin 9 (se lesiono Rorro y su suplente inventado, LG). El tipo llevo al equipo a la cima de America, pergeñó un partido mas que dignisimo contra el mejor equipo de la historia y gano un torneo local. A ese tipo, no todos los gustos, no todos los caprichos, pero un pedido logico, que en la practica quedo demostrado necesario (recordemos que Rorro estará recuperado, pero es un veterano con historia de tendinitis a punto de enfrentar una doble competencia feroz… a quien le iban a caer cuando, lesionado el uruguayo, jugara Gonzalez sin futbol hace 7 meses y perdiéramos partidos importantes?), y que tiene una antigüedad ya de un año y medio... bueno, me parece que se lo tenian que dar. Los roces fueron creciendo a medida que pasaron los mercados de pases, y llegamos a esta situacion, donde por mas que digan que Sabella nos deja en bolas, que se va a una semana de empezar y que se yo... no muchachos, la culpa aca es siempre de los mismos, los que no armaron un equipo para jugar la final del mundo. El campeonato economico tambien hay que ganarlo, es cierto, pero no se puede tener dirigentes que por capricho, o por lucha de poder, o por falta simplemente de capacidad de gestion, son incapaces, tras la salida por 8 millones de euros de dos jugadores de la cantera, de traer un 9 (en el medio vinieron jugadores que cobran carisimo, como Barrientos o Peñalba) sin compremeter la economia del club y no con la finalidad de obedecer a todo lo que diga el DT ganador, sino de dar continuidad a un proyecto serio, exitoso, un proyecto a largo plazo, formativo, pincharrata hasta la medula. El plantel, huelga decirlo, es excelente. Pero el pedido de Pachorra se repite hace demasiado tiempo ya. Se siente ninguneado por los dirigentes, que no tuvieron que trabajar el triple para, durante todo el campeonato pasado, enmendar el error de no traer el 9. No es que no se valore lo que hay: es la obsecuencia dirigencial lo que desgasta a Pachorra.

Es cierto, el momento no es en absoluto el idoneo y pesan sin dudas en Sabella cuestiones personales (quizas algun cruce reciente?) por sobre el club, el grupo, el proyecto mismo. En ese sentido, habla fuerte y claro la frase que algun jugador pincha dijo, y se filtro por Twitter: "Estaba todo perfecto, salimos campeones, jugamos torneo y copa. Un garrón, nadie se lo esperaba". Tomo por sorpresa la noticia, y desestabilizo la tranquila vida pincharrata. La primera reacción de varios fue de bronca contra la decisión, contra Sabella. Seamos claros: es una decision que cae en un momento pesimo, una decision que podria haberse tomado en otro momento. Alejandro se va haciendole un enorme daño al club, por el momento; e hiriendo los corazones de los jugadores que tanto lo querian y lo bancaron, y de nosotros los hinchas. No era el momento, solo tenia que aguantar estos seis meses para darse un final merecido. Es entendible el profundo dolor que causo la noticia entre los referentes.

Pero no hay que caerle a el: el es un individuo, con sus imperfecciones, sus vaivenes, su calentura, y todo el derecho del mundo a tomar una decisión egoista: no se lo debe juzgar por sus actitudes, sino por lo que le dio al club (Pachorra es el segundo DT mas exitoso de la historia pincha; a esto vamos cuando decimos que habia que cuidar el patrimonio, no solo las finanzas). Hasta hoy, solo habia tomado decisiones pensando en el club y no en el: rechazo ofertas de otros lugares, y no solo no se subió el sueldo cuando renovo su contrato, sino que banco las vueltas de los dirigentes con el tema refuerzos durante tres mercados de pases, cuando el que se expone si no se tiene el equipo, como se vio cada vez que Estudiantes perdió algo. A el putean los plateistas. Cuando Estudiantes pierde estrellas, las piedras se las tiran, medios e hinchas irrespetuosos, a el. El análisis nunca, lamentablemente, va mas alla: allí reside el desgaste, en sentir que sigue haciéndose cargo de errores ajenos, aun cuando ha demostrado que deben escucharlo, aun cuando merece, por lo menos, la verdad, y no la bicicleta. Plantel hay, hay de sobra, y primero estan las obligaciones con ellos. Nadie quiere hipotecar el club. No pasa por ahí el tema. Sabella sabe el plantel que tiene. Lo ha agotado (lo hizo estallar en lo que esperemos haya sido un día de furia y nada más) la bicicleta dirigencial y la exposición que sufre a raíz de las decisiones de estos.

Desde ya, el proyecto no es Sabella: Estudiantes esta, debe estar y lo ha estado, mas alla de los nombres. Pero Sabella hizo funcionar un proyecto que muchas veces tambaleo (tambaleo con Simeone, con Burruchaga, con Sensini y con Astrada) por su capacidad y por su manejo del grupo, y la union entre idoneidad para el cargo (que quizas tuvieran los otros DTs) y sentido de pertenencia se ve reflejada en los resultados. La palabra de Pachorra era respetada por el plantel hasta cuando no se la compartia, y ese tipo de autoridad, alcanzada desde la humildad y el trabajo, es escasa en el universo. El cuerpo técnico es pincharrata hasta la medula, ha formado un grupo de jugadores absolutamente identificados con el club y con su idea, jugadores que le responden, que se emocionan por sus charlas previas a los partidos, que le responden, que se infiltran, que le juegan lesionados. Dificilmente pueda encontrar Estudiantes alguien como Pachorra para su idea: Sabella ha sido el punto mas alto del proyecto Estudiantes, y es sin dudas clave para el proceso. Y si tenes un DT que consigue campeonatos, compromiso, emocion, que contagia, que conmueve... no podes tenerlo disconforme. Los dirigentes no supieron valorar y cuidar lo que habia en casa, no supieron acompañar al DT y su proyecto.

Lo primero que debe retornar a la vida pincharrata es la tranquilidad: sera una calma triste, pero los compromisos estan a la vuelta de la esquina. El perfil de DT parece el adecuado: los dirigentes no toman todas decisiones malas, y desde ya es acertado querer cuidar las finanzas, aunque el manejo haya sido deficiente y haya terminado con un manoseo de meses y una renuncia evitable y anunciada (aunque no asi, de esta manera). No es el momento de pedir cabezas y señalar culpables; pero si debe analizarse en frio que ocurrio, para evitarlo. Los sintomas estaban.