jueves, 17 de febrero de 2011

Desinteligencia (Estudiantes de BeriSSo)

Como golpeado por una caricaturesca piedra, Estudiantes ayer perdio la cabeza. La propuesta ofensivista que traia Berizzo (y que agrada a los jugadores, sin dudas) en el bolso se suponía iba a efectuarse con el tiempo y con trabajo, según sus propias palabras. Pero en apenas 15 dias bajo el mandato de Toto, Estudiantes intentó algo absolutamente diferente a sus habituales y exitosísismos planteos fuera de casa por copa: fue al frente, desbocado. Estudiantes perdió en dos semanas la inteligencia que había construido, en base a pruebas, a errores, a experiencia, con el cuerpo técnico anterior, la característica más importante del pincharrata pachorriento.

El primero llegó de chiripa. Pero Estudiantes supo estar, ante una mejor versión del mismo equipo, en desventaja en una final continental, y no por eso mandó a Desábato de lateral y se expuso tanto. Fue inteligente, aguantó, esperó el momento, y lo encontró. El Estudiantes de Berisso (no es este Estudiantes de La Plata, es un equipo barrial que usa la casaca rojiblanca) planteó las cosas de un modo absolutamente ingenuo de entrada, y ante el primer problema desesperó como novato. De un gol de rebote, Estudiantes se puso, solito, regalado, tres abajo. De estar a tiro se fue al entretiempo ya derrotado. El resto del partido no merece más análisis: Estudiantes entregado pero, como hacen los peores equipos, incapaz de retrotraer su idea, tragar su orgullo y cerrar la persiana; Cruzeiro, simplemente, aprovechando un mediocampo volcado en ataque y una defensa mano a mano y con notorios desajustes (y una defensa de 3, distinta a los 3 mentirosos de Sabella, tiene que estar muy aceitada, mucho mas aun contra los rapidos y habilidosos equipos del Brasil).

Estudiantes de Berisso se comió así la peor paliza de su riquísima historia copera. En todos estos años, Estudiantes, un equipo chico jugando contra poderosos continentales, nunca había recibido una goleada asi, lo cual habla de su predisposición al planteo inteligente y a saber cuando es hora de decir basta. Este Estudiantes, berissense, barrial, no fue en absoluto inteligente: regaló la cancha (y menos mal que era chica), con que objeto? Para demostrar que? Ya habíamos mencionado el déficit bielsista a la hora de jugar contra equipos poderosos, especialmente contra brasileños. Ayer quedó patente que la inteligencia bielsista se termina cuando empieza el fundamentalismo: ayer Berizzo no tuvo muñeca para cambiar ni humildad para deponer su idea, que estaba siendo vapuleada.

El Toto anunció una transición lenta pero ayer el equipo fue el suyo: fue Estudiantes de Berisso, como pedían muchos en la tribuna, formados bajo las gloriosas imágenes de la época del Cholo (que, tras aquel título místico, se perdió en las intenciones). Berizzo desarmó el “mezquino” equipo sabellista, una fórmula que ganó todo. Lo hizo demasiado a prisa, sin haber tenido tiempo para formar un equipo consistente, que sepa defender mano a mano, y que sorprenda en ataque (lo que sorprendió ayer fue que a pesar de tener posesión y ocupación del campo rival, Estudiantes no generó una sola jugada de peligro). Además, cambió en el partido equivocado, en el partido en que menos se justificaba un planteo como el que salió a la cancha: salir a jugar, desde el minuto 1, es una idea, aun con el trabajo y la preparación adecuadas, casi suicida, una invitación a que se diviertan los locales de contra. Cada gol agrava los problemas, como se vio, obligando a Estudiantes a jugarse un poco mas, y abriendo los espacios para las contras hasta que había estancias entre cada línea pincha. El plano internacional no perdona semejante nivel de ingenuidad.

No somos partidarios del ofensivismo, mucho menos del fundamentalismo: sin embargo, con trabajo y un buen plantel como este, en la medida que no se coma vidrio como anoche y se moderen ciertas intenciones en ciertas circunstancias, la propuesta puede multiplicar triunfos. Sobre todo en el nivel nacional, donde alcanza con una idea para ser competitivo. Pero la transición debe ser, en efecto, lenta: sobre todo ante la agenda cargada de partidos que permiten trabajar poco y que definen mucho.

El terrible mazazo propinado anoche invita a la desmesura, al morbo cataclismico, al “volve Sabella son todos putos”. Procuremos no caer en el pedido masivo de cabezas y analizar fríamente un golpe durísimo: la cantidad de goles afecta notablemente las chances de Estudiantes, es cierto, pero también es cierto que quedan 5 partidos, que se perdió el partido que era esperable perder y que Estudiantes, en los papeles y en el plantel que ostenta, sigue siendo mas candidato a pasar que Deportes Tolima y Guarani. Habra que refrendarlo a la hora de la verdad, desde ya, como esta acostumbrado Estudiantes por Copa, donde nunca nada es fácil: sufrió una goleada similar en Lima en la edición copera pasada (Sabella también se equivocaba, y las malas noches siempre suceden: aquella noche tampoco hubo respuestas y se cayo mansa e inesperadamente. Fue un punto de partida para un campañon), y en 2009 cayo por 3 ante el rival de anoche.

Para refrendarlo, Estudiantes deberá avanzar pasito a pasito. Primero, es necesaria una respuesta anímica ante Quilmes. Con Tolima, no deberá salirse desbocado, sino paciente: es un partido clave. Si la inteligencia no surge desde el banco, donde quizás la orden sea “ir al frente” por “la gente” (no gracias, por mi no), serán los referentes quienes tendrán que poner el pecho, como siempre lo hacen, y jugar con la cabeza fría. Estudiantes debe utilizar la inteligencia, porque ni siquiera en estos momentos (los mejores de su historia en términos de plantel) puede vencer por inercia, puede triunfar sin pensar y trabajar. Y Toto debe aportar su parte: si en lugar de armar el equipo de atrás hacia delante se plantea el golpe por golpe desde el inicio, deberá procurar que los golpes de Estudiantes piquen, duelan. No se trata de un problema menor, ya Sabella olisqueaba dificultades en la ofensiva y hoy por hoy Estudiantes depende por momentos únicamente de Pérez para romper líneas y llevar la pelota del medio hacia arriba. El espejo a imitar debe ser aquel primer tiempo ante Newell’s, que tuvo bastante de sabellistico pero que también obedece a la impronta bielsista que pretende el DT. Todavia hay tiempo, pero se espera que el “aprendizaje” que Berizzo menciono en conferencia sea también suyo, y mesure su postura fundamentalista. El overol no es malo, no se puede jugar siempre como uno quiere, a veces hay un rival también, y entonces hay que entender que trabajar los partidos y buscar variantes es necesario. El Arsenal (justo el Arsenal!) ayer mostro esa rebeldía e inteligencia, arranco rápido abajo, se comio un baile de novela y termino ganando el partido. Estudiantes siempre supo el valor de ser inteligente, pero ayer, por una noche, lo olvido. Que sirva de recordatorio. Esperemos que, tras el alerta roja de anoche, no se vuelva a ver esta versión improvisada y orgullosa, ese equipo barrial y frustrado; que vuelva el Estudiantes de La Plata, el solidario, el inteligente, el frio asesino de rivales.

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