lunes, 2 de abril de 2012

150 días complicados


Debía ser el anuncio de lo conseguido durante los primeros 100 días, en los que el presidente había planificado llevar a cabo varios proyectos. El ordenamiento de un club que parecía a la deriva y de sus números, vela dos adrede para ocultar malversaciones, y el lento pero firme avance de cara a reiniciar las obras en 57 y 1, son los puntos sobresalientes del laburo de estos 100 días que resultaron 150. El resto han sido, básicamente, complicaciones, trabas a los planes de crecimiento institucional que tanto entusiasmaron al socio.

El anuncio del déficit de 60 millones dado en la previa asustó a todos, y hubo un frenesí de versiones encontradas y enojos sin destino acertado. Pero el déficit supuestamente alarmante es absolutamente lógico (aunque un poco terrorífico) dado que en el último balance no había entrado el desastroso mercado de pases anterior, con la adquisición de 12 tipos caros y sus sueldos que mes a mes hacen mella en la economía. Esta comisión era en efecto víctima de la conducción irresponsable de la anterior, que se sabía de salida y buscó un golpe de efecto rompiendo el chanchito a sabiendas de que no tendría que pegarlo.

DEFICIT Y PARCHES

El aumento del pasivo, parece claro, no es responsabilidad de una comisión que no gastó demasiado en dos muy buenas incorporaciones, que además reforzaron puestos clave (Pérez y Andújar, aunque hayan llegado a préstamo, arribaron por cifras chicas y fueron los únicos refuerzos). El déficit con que operaba el club (10 palos por trimestre, acorde al informe) llevó la deuda a incrementarse automáticamente a los 59 millones actuales. La CD intenta aumentar ingresos y recortar gastos en varias areas, pero tampoco ha conseguido demasiadas victorias: el tema del esponsor fantasma es el botón de muestra de la impotencia de una comisión ha intentado revalorizar la marca en lugar de continuar regalando el espacio publicitario, pero que ha encontrado muchos problemas para concretar los ingresos imaginados. Idéntico resultado tuvo la comisión al intentar reducir su plantel (algo que deberá llevarse a cabo pronto, aunque implique resiciones): Estudiantes pretendía vender por mucho y no le ofrecían ni siquiera algo. El valor que pretende el club, que nunca ha sido vidriera (y el plan de Lombardi es que sí lo sea), para su patrimonio, se cotiza diferente en el mundo real, seguramente más ahora con la noticia de la deuda.

La conferencia se encargó por momentos de entrar en una confusa suma y resta poco clara donde se evidenció un trabajo durante este período de arduo emparchamiento antes que de construcción: ésa pareciera ser la realidad del club hoy. El déficit intenta recortarse, pero hoy más que nunca parece providencial que ese otro sponsor, el que irá en el frente de la camiseta, se concrete, diga lo que diga Lombardi sobre la publicidad en las mangas (que da un ingreso bastante mayor al que pagaba RCA). La deuda es demasiado grande para no embolsar semejante ingreso. Mientras tanto, se labura para que la AFIP permita refinanciar la deuda de 9 millones para que no pese sobre este período de reordenamiento.

LAS OBRAS EN 57 y 1

El espinoso tema estadio también parece lejos de resolverse. La opción manejada en la previa era bastante alarmante: un préstamo gestionado a partir de AFA implicaba que un club ya sin peso como somos, se convirtiera directamente en un bufón más de la corte grondoniana. Y quien niegue estos manejos que explique como siempre triunfan los proyectos del Don, aún los que van en detrimento de los votantes (como, por ejemplo, el reparto del dinero televisivo).

El presidente se encargó de aclarar que no se trataba de un préstamo sino de un “adelanto” del dinero televisivo: la verdad acerca de este asunto quedará en los pasillos del Conventillo de Viamonte. Lo cierto es que de tratarse de un préstamo, desmentiría las promesas de Lombardi en su campaña, que anunció varios planes para hacer el estadio, a mediano plazo, sin endeudar al club. De tratarse de un adelanto, seguramente hará mella en el balance siguiente, en un momento donde Estudiantes cuenta con poco patrimonio para liquidar, es decir, pocos jugadores que le permitan hacer plata. Pondría además en evidencia la imposibilidad de esta comisión de realizar sus creativos planes, justamente lo que se pidió a la dirigencia anterior desde este espacio, escudada eternamente en la falsa dicotomía estadio-presente deportivo.

Sin embargo, es más que loable que dentro de este desalentador panorama se haya comenzado, sin excusas, a trabajar como se pueda en la construcción del estadio: desmalezar, estudiar el suelo, replanificar la obra acorde a las exigencias de las ONG ecológicas, todos trabajos sencillos que habían quedado sin hacer por desidia. Se avanza en lo que se puede, como se puede. Y la venta de los lotes del Golf, anunciada, descartada y que ahora vuelve a aparecer para ser discutida (esperemos, en una Asamblea como es debido), parece en la actualidad despatrimonializada del Pincha una opción más que viable para arrancar con una buena base la obra, sin más deudas ni compromisos políticos (dos puntos que el socio debe defender) gracias a la venta de terrenos sin uso y cuya explotación se haya tercerizada, es decir, no da ganancias al club.
Es evidente que la comisión entrante se encontró, como anunciaron los alegristas apocalípticos, con un club en un estado mucho más deplorable del anunciado. El absurdo pacto de silencio para evitar cruces detrimentales a Lombardi en épocas de campaña y acusaciones posteriores a la comisión saliente ata de manos a un presidente que ingresó al club con un claro perfil de gestión que entusiasmó a todos y que pareciera empantanarse, lamentablemente, porque todos soñamos con un Estudiantes más grande, con estadio, con proyectos, con futuro.
Estudiantes ha dado un paso adelante gracias al sinceramiento de los directivos, que han decidido terminar con un lustro de ocultamientos detrás de los éxitos deportivos. En el reconocimiento de los déficits está el primer paso para solucionarlos. El panorama es el de una deuda mucho mayor a la anunciada, negada por los anteriores balances dibujados, y una realidad mucho más complicada que la imaginada, que ponen en suspenso varios de los planes esbozados en la campaña de la comisión de Lombardi: antes es necesario sacar del pozo a Estudiantes, algo que bastante cabeza, trabajo y fuerza requiere. Habrá que ser realistas, entonces, tener paciencia y acompañar. Ojalá, tras 150 de pantanos y sorpresas, comience el laburo de pico y pala necesario para sanear y soñar.

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