lunes, 31 de enero de 2011

Matar al rey

Barcelona da asco. Toca y toca, no lo paran. Aburre. Tiene que terminar este festival morboso hegemonico, de periodistas babosos que no paran de felicitarse como si fueran parte de la fiesta y tuvieran merito y razón en su modo de pensar absolutamente robotico y reproductor de hegemonías. Hay que matar al rey del futbol, pronto.

El 20 de abril el Barcelona ira por su primera corona de la temporada. El rival será el Real Madrid, que por un lado es un equipo hecho en base a euros turbios, una mezcla caprichosa de jugadores de moda, un club verdaderamente sin proyecto deportivo (aunque con un proyecto económico exitoso, mas alla de la enorme deuda que ha contraído, gracias a las increíbles ganancias del marketing y el humo). Por el otro lado esta Mourinho: ya hemos hablado de su error en ir al Merengue, persiguiendo una venganza que ya había alcanzado meses atrás, en el mismísimo Camp Nou. Eligio el orgullo, la confrontación y la ambicion: no podemos esperar otra cosa de Mou, es cierto, pero dejo un grupo de hombres que lo seguirían a la guerra, por un grupo de muchachitos indolentes, dispersos, desapasionados. Ya vimos el primer episodio, con goleada del Rey por cinco goles. Esperemos que aquel episodio haya encendido la llama en Mou y sus muchachos.

Barcelona se ha transformado para la mayoría de los equipos del mundo en un monstruo. Y al volverlo mitico, se vuelve imposible enfrentarlo, acentuando su dominio. Lo que se impone no es el ninguneo (el Barsa eh un inventoh) sino el estudio de las posibilidades que existen para vencerlo. Y si hablamos de estudio, sabran que hablamos de racionalidad y no de prejuicios: se deberá contemplar estacionar un avión en el arco, si se encuentra acorde a las posibilidades del equipo.

El Barcelona viene toqueteando la pelota durante minutos enteros. Su circuito es difícil de interrumpir por su movilidad, pero no se trata de una rotación caprichosa y caotica, sino sistematizada, naturalizada. Lo primero debe ser neutralizarlo lo mas posible, y para ello, pensemos en dos partidos recientes: Inter por semis de Champions 2010 y Estudiantes en Abu Dhabi. Ambos comenzaron sus partidos clausurando el arco, agrupando dos líneas adelante del arco, contra todo consejo. El esquema de ambos fue en ambas oportunidades un espejo del barcelones, con laterales para tapar a los extremos, centrales para dominar al nueve, un doble cinco (o triple) que se escalonaba entre si y con el central libre para domar a Messi y controlar a Xavi, y una ofensiva escueta. Dos conceptos clave fueron el escalonamiento de las marcas (las dos líneas pegadas terminaban de enmarañar el pulcro juego del equipo de Messi) y el arma de la contra: ambos sacaron provecho del modo en que Barcelona, progresivamente a medida que va dominando el juego, adelante su linea defensiva. Cuando sus laterales pasan (que es a menudo), superada la línea de medios (que no es particularmente ferrea, pero presiona y provoca el error) queda un agujero gigante para jugar en velocidad mano a mano. La transición, comprendieron ambos equipos, debe ser súbita: el control de pelota (otra vez, contra toda recomendación) solo genera que la presión haga efecto. Lo que funciona es, “increíblemente”, tirar pelotazos, lanzar la pelota para saltear en un solo pase la línea de medios, evadiendo la presión. Inter y Estudiantes contaron con muy buenos lanzadores para realizarlo, y le sacaron redito. Pero pegaron cuando tuvieron chance y ambos caminaron por el borde del precipicio (Estudiantes cayo). Es que debe tenerse en cuenta que el increíble equipo barcelones logra neutralizar estas estrategias a menudo, que no existe el modo de enfrentar y vencer seguramente a semejante equipo. Pero todos los equipos deberían apuntar a ello, practicar para ello: cuando se vio que un deportista acepte la supremacía de otro, y no aspire, no sueñe con destronarlo? Solo en este futbol mediatizado por discursos cada dia mas liricistas y mas alejados de lo que sucede en las canchas. El Barsa es sin dudas un equipo ejemplar, sin estrellas, sin demasiada erogacion de dinero, un club que potencia lo que tiene (ya hablaremos del efecto que tiene la ejemplaridad del Barcelona y los subsecuentes intentos de copiarlo, ergo manteniendo siempe la inferioridad). Es el club ejemplo, pero tambien debe ser el equipo a vencer. El unico club interesado en querer vencerlo parece ser su clasico rival, por la pica, por envidia, por la bronca acumulada de un lustro mediocre, y claro, por su DT, que tiene una historia personal con el Barsa, que por momentos lo consume y lo nubla, y por momentos lo vuelve un orate brillante.

El primer paso es desmitificarlo: se puede, aunque haya que tener mucha pericia y también suerte. Cuando Scylla apareció en el camino de Odiseo, le dijeron que corra. El, como siempre, enfrento el peligro con su inteligencia. Mirar el peligro permite darse cuenta de que su dimensión, aunque sea enorme, es finita, en oposición a infinita, inhumana, inmortal. Enfrentar un peligro enorme, aunque moral, no deja de requerir de valentía. De Odiseo decían que era un cobarde. Los atenienses prefirieron por décadas al naturalmente dotado Aquiles (Brad Pitt). Odiseo y sus estratagemas eran indignos modos, engañosos, de conseguir los objetivos. Pero Odiseo realizo proezas gloriosas e insuperables gracias a su astucia. Se necesitan odiseos en el futbol, equipos “cobardes” que sean mas valientas y mas inteligentes que todos los que se tragan el humo mistico y liricista y aceptan el estado de las cosas.

No creo tener soluciones magicas o una claridad especial. El modo descripto es un punto de partida, nada mas: no se trata de una fórmula para el éxito, su valor reside en desmitificar los modos habituales (y las predisposiciones habituales) con los cuales se elige enfrentar al Barcelona, conciente o inconcientemente planificando una "derrota digna".

El rey caerá algún día, tendrá fin su reinado maravilloso. Por cansancio, por desgaste, por el triunfo relaja, genera exceso de confianza y aplacamiento del hambre. En lugar de ser aquellos que, tras su muerte, se alimenten de su cuerpo como aves de carroña, no seria preferible, atroz y heroico, ser regicidas? Hay que pensar, pensar en como derrotar al rey, debe ser lo que nos desvele. Debe ser un pensamiento febril el que nos conduzca, no la aceptacion de una natural superioridad.


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